La parlamentaria del PNV María Eugenia Arrizabalaga ha asegurado que si la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, «hubiese sido independentista» el Tribunal Supremo «estaría ya a punto de encausarla por rebeldía y desobediencia». Por su parte, el parlamentario de PP-Cs Carmelo Barrio cree que la presidenta madrileña «lo está haciendo bien», actuando «como debe hacerlo en uso de sus atribuciones y de sus competencias».
En declaraciones a Radio Euskadi, los parlamentarios vascos se han referido al recurso del Gobierno de la Comunidad de Madrid contra la orden de Sanidad con restricciones a la movilidad por la segunda oleada de coronavirus.
La parlamentaria jeltzale María Eugenia Arrizabalaga ha afirmado que lo ocurrido con Madrid estas últimas semanas ha sido «vergonzoso» y ha asegurado que «si la presidenta de Madrid hubiera sido independentista» el Tribunal Supremo «estaría ya a punto de encausarla por rebeldía y desobediencia».
Asimismo, ha considerado que «la prioridad absoluta en esta época es hacer frente al virus y, para eso, lo que es necesario es colaborar en todo aquello que sea positivo y efectivo para el control de la pandemia».
Arrizabalaga ha destacado que, en Euskadi, el Gobierno Vasco y Osakidetza «han demostrado su capacidad para gestionar la crisis» y «se ha demostrado la solvencia de los servicios públicos sanitarios de Euskadi. No obstante, ha reconocido que vivimos una situación «en la que, aunque parece que estas últimas semanas se está controlando, estamos siempre a la expectativa de qué se pueda producir en el futuro», por lo que ha considerado que «no hay que echar las campanas al vuelo», pero sí reconoce que tenemos «unos buenos servicios sanitarios».
En cuanto a la «disquisición» sobre la cogobernanza, Arrizabalaga ha subrayado que «lo importante es colaborar y hacer todo lo necesario, como está haciendo Osakidetza», así como «reivindicar nuestra competencia y nuestra capacidad para gestionar la competencia de Salud».
«No estaría mal que trabajáramos también para lograr entre todos un nuevo estatus político que nos reforzara en el autogobierno y nos posibilitara tener otro tipo de instrumentos, como el estado de alarma o la posibilidad de decretar los cierres que sean necesarios, y tenerlos blindados para decidir en qué momento aplicarlos sin que venga nadie a interponer un recurso», ha manifestado.
Por su parte, el parlamentario de PP-Cs Carmelo Barrio ha precisado que de lo que se está hablando es «de la cogobernanza y de las competencias de las comunidades autónomas en las gestiones de las crisis, en este caso de las emergencias sanitarias». En ese sentido, ha dicho estar «con el PP de Madrid y con el PP de Castilla», que apoyó las medidas planteadas por el Gobierno central en el Consejo Interterritorial de Sanidad.
«Si la Comunidad de Madrid, sus dirigentes, su presidenta, observa que hay una irrupción o que se meten en competencias que son las suyas por parte del Ministerio o de otras instituciones tendrá perfecta legitimidad para ir a los tribunales en defensa de sus propias competencias y de su propia capacidad de actuación; es algo lógico y que cae por su propio peso», ha defendido Barrio.
En su opinión, Díaz Ayuso «lo está haciendo bien» y la presidenta de Madrid está actuando «como debe hacerlo en uso de sus atribuciones y de sus competencias». Barrio ha denunciado además que «arremeter contra Madrid se está convirtiendo en la obsesión de Sánchez e Iglesias.
El parlamentario de EH Bildu Iker Casanova ha remarcado que, en la segunda ola de la pandemia, el Estado español «lidera a nivel mundial las tasas de contagio» y en la Comunidad Autónoma Vasca «ya estamos teniendo más muertos por millón que lo que tuvieron en la primera países que se supone que son más fuertes como Alemania o Dinamarca», por lo que, según ha advertido, «la situación sigue siendo grave».
Casanova ha afirmado que «mucho peor que el PNV y el Gobierno Vasco» en la Comunidad Autónoma Vasca se ha gestionado la crisis sanitaria en Madrid, «que es el epicentro del despropósito en la gestión de una cuestión que debería llevarse con más rigor, estando en juego lo que está en juego». Así, ha denunciado el «espectáculo totalmente lamentable de utilización política para intereses partidistas» de Díaz Ayuso, «jugando con las vidas de sus propios conciudadanos».
«BIEN COMÚN»
Por su parte, el parlamentario del PSE-EE Ekain Rico ha considerado «importante» para un escenario como el actual «no anteponer los intereses de ninguno de los partidos y buscar un bien común» porque la cogobernanza lo que nos permite es que las comunidades autónomas ejerzan sus competencias, sin perjuicio de las labores de coordinación que se tienen que llevar a cabo por las instituciones comunes» porque «este virus no reconoce ni fronteras ni vecindades administrativas».
En su opinión, es «muy importante» en ese ámbito de cogobernanza «una relación permanente entre la Consejería de Salud del Gobierno vasco y el Ministerio de Sanidad, como está siendo».
En ese sentido, ha criticado «lo lamentable del espectáculo vivido en Madrid» y ha considerado que el PP «ha querido utilizar esta cuestión para atizar al Gobierno de España, olvidándose de que lo que tiene que defender es la vida y a salud de los ciudadanos de Madrid».
«Y lo único que ha conseguido es que se le revuelva su socio y dimita el consejero de Políticas Sociales, y que se le revuelva un presidente autonómico como el de Castilla y León que vota a favor de lo propuesto en el Consejo Interterritorial de Salud», ha señalado, para considerar que el PP «tiene un problema en tener que sacarle la cara a Ayuso».
Por último, el parlamentario de Elkarrekin Podemos David Soto ha dicho que lo ocurrido en Madrid es «una vergüenza» porque «el no creer en las consecuencias de una pandemia en la vida de las personas es para entrar en pánico». También ha criticado el «uso interesado del diálogo con el Gobierno de España» por parte de Díaz Ayuso, porque «se reúnen con esa foto de tantas banderas con Pedro Sánchez, pero, a los dos días, cortan la vía de negociación». «Es un despropósito tras otro», ha censurado.
En cuanto a Euskadi, ha señalado que las movilizaciones en educación y sanidad «no se producen por un efecto atmosférico», sino que se deben a que «los propios profesionales del sector están manifestando a las claras que viven en una situación de precariedad y de interinidades concatenadas».