El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ha afirmado este viernes que es «capital» llegar a acuerdos en momentos de «extrema dificultad» como el que ha provocado la crisis del coronavirus y ha avisado que el mensaje que se lanza a los españoles cuando una administración «dice una cosa y otra dice otra, es absolutamente lamentable». Eso sí, ha avisado que en esa tarea de llegar a pactos la principal responsabilidad corresponde al que ocupa «el puesto más alto», señalando así al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
Rajoy se ha pronunciado de esta forma durante el debate sobre la respuesta de Europa a la pandemia que ha organizado el Foro La Toja en Pontevedra. El expresidente ha compartido mesa con el exprimer ministro italiano Enrico Letta, el politólogo Ivan Krastev, e Ignacio Torreblanca, director e investigador principal del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
El exjefe del Ejecutivo ha asegurado que un gobernante tiene que tener claro ante una situación como la que han vivido con la pandemia varias cuestiones claves: la primera, «acertar en el diagnóstico» porque si eso no ocurre, ha advertido, «la realidad ignorada acaba cobrando su venganza» como dice el «famoso adagio».
En segundo lugar, ha dicho que hay que estar «preparados» porque «no es lo mismo abordar una crisis con los datos de deuda de Alemania» o con un superávit presupuestario como el que tienen otros países». «Realmente cuando se ve si un país está bien, regular o mal es en los momentos difíciles», ha enfatizado.
«CONSEGUIR LA COMPLICIDAD DE LA GENTE»
En tercer lugar, Rajoy ha defendido la necesidad de hacer «pedagogía» y «conseguir la complicidad de la gente» aunque «sea muy difícil». Y como cuarto punto ha situado la búsqueda de acuerdos, ya que, según ha dicho, en situaciones de «extrema dificultad hay que ponerse de acuerdo pase lo que pase».
«Aquí en España los primeros decretos de alarma fueron refrendados prácticamente por toda la Cámara, luego ya empezaron los problemas, y ahora estamos en la situación en la que estamos», ha aseverado, para añadir que «ponerse de acuerdo es capital» porque el mensaje que se lanza a los españoles cuando una administración «dice una cosa y otra dice otra, es absolutamente lamentable».
Dicho esto, ha recalcado que en esa búsqueda de acuerdos «la mayor responsabilidad» la tiene «el que ocupa el puesto más alto» y el que «está más arriba». Según ha destacado, esa persona también es la que «se lleva las mayores bofetadas» como es «lógico», pero «para eso está».
«Y para conseguir acuerdos hay que meterle horas. Eso sí que es hacer política. Hay que comer, hay que reunirse y volver a reunirse, y ceder, explicar y hacer pedagogía», ha manifestado el expresidente del Gobierno.
«HUBO UNA MALA VALORACIÓN DEL RIESGO»
Al ser preguntado qué se ha hecho bien y qué no en la gestión de esta pandemia, el expresidente ha admitido que esto «no es fácil» porque la pandemia ha provocado una crisis «de primer orden». En este momento, ha proseguido, «cualquier gobierno tiene que hacer las cosas bien para lograr que todo salga adelante».
Eso sí, ha dicho que al principio de la crisis del Covid «hubo una mala valoración del riesgo». «Lo creo sinceramente y de lo que se trata es de que aprendamos también de cara al futuro», ha manifestado.
En este sentido, ha indicado que ya había noticias de lo que pasaba en China o en Italia, pero en España el Gobierno daba «unos mensajes de excesiva tranquilidad». «Parecía que esto no iba a ir con nosotros», ha dicho, para añadir que justo poco después se anunciaba un estado de alarma.
Tras asegurar que ése fue el «primer fallo» en la gestión de esta crisis, ha aludido también otro fallo «capital: no haber llegado a un consenso». A su entender, en una pandemia de estas características las administraciones y las fuerzas políticas deben ponerse de acuerdo.
«INCERTIDUMBRE» ACTUAL
Rajoy, que ha hecho hincapié en la «incertidumbre» que ha provocado la pandemia, ha señalado que a primeros de año lo que había era «sorpresa», ignorancia» y «muchas dudas». Después, ha proseguido, llegó un periodo donde se decía que «no había que preocuparse» desde el Ejecutivo.
Sin embargo, ha recalcado que inmediatamente llegó una etapa de «mucha preocupación» ante el número de contagios y fallecidos que se iban conociendo, dado que todo el mundo conoce a alguien que haya pasado «por esta pesadilla». Ahora, ha insistido, están en esa situación de «incertidumbre» que afecta «a todas las facetas de la vida» y que va a «acelerar cambios».
Finalmente, Rajoy ha asegurado en otro momento de su intervención que un gobernante «no puede ser un doctrinario» porque eso es «letal» sino que tiene que «estar en la realidad». «No hay nada peor que un doctrinario, ni siquiera un sectario», ha advertido.