La Policía Nacional ha liberado en un piso de Vitoria a una mujer explotada sexualmente, que era sometida a vigilancia mediante cámaras instaladas en la vivienda en la residía y trabajaba, en una operación en la que han sido detenidos dos hombres acusados de proxenetismo, trata de seres humanos con fines de explotación sexual y agresión sexual.
Según ha informado la Policía Nacional, la investigación ha sido desarrollada a lo largo del último año por Grupo Operativo de Extranjeros (GEO), de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Vitoria, en colaboración con el GOE de Pamplona, y se inició el día 10 de diciembre del 2019, fruto de la llamada de alarma al teléfono del Servicio Nacional de Víctimas de Trata de Seres Humanos de una mujer que, «asustada, sollozante y nerviosa», manifestó que estaba siendo víctima de explotación sexual.
Integrantes del Grupo Operativo de Extranjeros de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Vitoria se desplazaron al domicilio vitoriano donde la chica decía encontrarse. Una vez allí, los agentes hallaron, «en aparente normalidad», a un hombre y una mujer que manifestaban ser pareja.
La chica les confesó, de manera reservada, que había sido ella la que había realizado la llamada porque se sentía controlada en todo momento a través de cámaras y, posiblemente, micrófonos por un individuo que residía en Pamplona, que la estaba obligando a ejercer la prostitución en contra de su voluntad desde el año 2015.
Además, les explicó que este individuo acudía desde la capital Navarra a su domicilio todos los fines de semana para obligarla a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad y recaudar el dinero que generaba con los servicios.
Los investigadores constataron que, efectivamente, en el piso había instaladas cámaras de vigilancia por diferentes estancias y que el presunto explotador realizó diversas llamadas telefónicas durante la entrevista, así como que la relación que mantenía con su pareja, con el que convivía, era, «cuando menos, disfuncional».
Por ello, se activó el Protocolo de Trata de Seres Humanos y se derivó a la chica a un centro residencial dependiente de los servicios sociales del País Vasco.
De las posteriores investigaciones se concluyó que su pareja, de nacionalidad española y de 51 años de edad, la había incitado a que, en el año 2015, se introdujera en el mundo de la prostitución para saldar algunas deudas. Según ha explicado la Policía Nacional, se encargaba de administrar el dinero que la víctima obtenía como fruto de esta actividad y se lucraba con él, por lo que en febrero de este año integrantes del GOE de Vitoria-Gasteiz procedieron a su detención, imputándole un presunto delito de proxenetismo.
Por otra parte, los agentes averiguaron que el hombre que ejercía el control sobre la víctima desde Pamplona la había conocido como cliente a mediados de 2015, cuando la víctima llevaba pocos meses dedicándose a esta actividad. De esta forma, la captó para que siguiera ejerciendo la prostitución en Vitoria bajo su control a distancia, sin que su pareja se opusiera a ello.
Además, durante el periodo que estuvo bajo el control de este individuo (desde 2015 hasta 2019) ofertaba sus servicios en diferentes páginas de contactos para adultos que él gestionaba.
Asimismo, todos los fines de semana se desplazaba desde Pamplona para recaudar los beneficios que la chica obtenía, que podían llegar a ser de hasta 6.000 euros mensuales. También durante estas visitas la agredía sexualmente y físicamente.
Por todo ello, cuando los investigadores hubieron reunido suficientes pruebas y con la autorización del Juzgado de Instrucción nº 4 de Vitoria, el día 17 de septiembre se estableció un dispositivo policial, en colaboración con el Grupo Operativo de Extranjería de Pamplona, para la realización de la entrada y registro en el domicilio del hombre en la capital navarra. En ella, se intervinieron «multitud de dispositivos electrónicos».
Simultáneamente, durante el registro también se procedió a la detención del investigado, que resultó ser un hombre de 30 años de edad y nacionalidad española que reside en Pamplona, y al que se le imputan presuntos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, proxenetismo y agresión sexual.
Tras la finalización de las diligencias policiales, tanto los efectos intervenidos como el detenido fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº4 de Vitoria.
NÚMERO CONTRA LA TRATA
La Policía Nacional ha recordado que mantiene activo el número de teléfono 900 10 50 90 y el correo electrónico trata@policia.es para que cualquier ciudadano pueda aportar información si considera que conoce algún caso de trata de seres humanos. Ambas opciones son gratuitas, confidenciales y gestionadas directamente por agentes especializados.
Desde 2013, la colaboración ciudadana a través de las denuncias realizadas por estos medios, según ha destacado, ha sido «clave» en investigaciones policiales relacionadas con este delito y en la liberación de las víctimas.