El expresidente de la Generalitat y actual eurodiputado, Carles Puigdemont, ha apelado este jueves al independentismo a proponer una hoja de ruta para aclarar qué hará si supera el 50% de los votos en las próximas elecciones catalanas.
«El conjunto del independentismo debe hacer una propuesta, no solo si conseguimos la mayoría absoluta, también si superamos el umbral del 50% de los votos», ha subrayado en una entrevista en TV3 recogida en el tercer aniversario del referéndum del 1-O.
Tras descartar que sea posible un proceso negociado con el Estado, ha coincidido con el ya expresidente catalán, Quim Torra, en que toca «ratificar» en estas elecciones el mandato del 1-O para tener la legitimidad de fijar el reconocimiento de la república catalana como objetivo final.
Para Puigdemont, es posible el reconocimiento internacional de una república catalana, aunque no de forma inmediata, y cree que todo ha valido la pena porque, a su juicio, se ha abierto una ventana de esperanza que no está cerrada: «No hay ninguna alternativa que pueda garantizar la supervivencia colectiva como nación que no pase por la independencia».
Al preguntársele si es inteligente arriesgarse a ser inhabilitado por el Estado por poner una pancarta, tras el fallo del Tribunal Supremo sobre Torra, Puigdemont considera que lo que «no es inteligente» es apartar a un presidente de la Generalitat, y más en plena pandemia del coronavirus y sus consecuencias económicas y sociales.
«No es la pancarta, es que el Estado tiene una estrategia de liquidación de un movimiento democrático, y utilizará todas las herramientas. Ser buenos niños, sumisos y obedientes, no garantizará que el país prospere», ha sostenido.
CONFERENCIA DE PRESIDENTES
Sobre si el Govern debe acudir a la próximas conferencia de presidentes, a la que asistirá la la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Puigdemont ha recalcado que quién no podrá ir es Torra «por una decisión del Estado».
«El Estado habrá impedido, a conciencia, que el máximo representante de los catalanes vaya a una reunión con la presidenta de la Comisión Europea», ha lamentado, y no ha querido pronunciarse sobre si debe asistir el vicepresidente del Govern en funciones y presidente sustituto , Pere Aragonès.
CONVERSACIÓN CON ARAGONÈS
También ha explicado que el miércoles habló «brevemente» con Aragonès, que le llamó para ponerse a disposición, y que él le dijo lo mismo.
Sobre si el acuerdo entre JxCat y ERC chirriará tras la inhabilitación de Torra, Puigdemont cree que no porque, a su juicio, el Govern es responsable y no puede dimitir a la hora de afrontar la crisis sanitaria, económica y social actual.
Al preguntársele si confía en ERC, el expresidente catalán ha asegurado que confiará siempre en todos los independentistas, y que ya lo hizo en el 1-O: «Siempre tengo la confianza a punto para hacer cosas juntos, y trabajaré para restablecerla las veces que sean necesarias».
NEGOCIACIÓN CON EL PDeCAT
Para Puigdemont, el PDeCAT no es una realidad ajena a JxCat porque muchos de los integrantes de su nuevo partido proceden de la formación que preside David Bonvehí, entre los cuales él mismo.
Pese a admitir que hay tensiones y problemas que le gustaría que no se hubieran producido, ha asegurado que no han perdido «el contacto ni el buen entendimiento personal» con el PDeCAT.
Sobre si el posible acuerdo entre ambos pasaría por integrar personas del PDeCAT en la lista de JxCAT, Puigdemont ha explicado que el estadio final es que los catalanes tengan una sola opción a votar «muy parecida» a la que votaron en elecciones anteriores, y ha defendido que su partido no será un obstáculo para reflejar una gran transversalidad.
También ha asegurado que «nunca» han pedido a ninguna formación que deje de ser un partido, y ha negado que esta sea la discusión que tienen abierta con el PDeCAT.