La Fiscalía Provincial de Madrid solicita veinte años de prisión para una mujer acusada por el asesinato de su madre con un cuchillo mientras dormía en su cama.
El representante del Ministerio Público reclama para Alejandro C. J. tres años menos años que para la otra acusada porque no se le aplica la agravante de parentesco. El juicio se celebrará este lunes en la Audiencia de Madrid.
El escrito de acusación recoge que el 7 de mayo de 2017 Nerea C. y Alejandro C. se dirigieron al domicilio que tenía en Parla la madre de Nerea «con la intención de acabar con su vida» ya que ambas mujeres mantenían una relación «conflictiva».
Una vez en el interior de la vivienda se encontraron a la señora dormida en su cama momento que aprovecharon para atacarla por sorpresa con un cuchillo «de grandes dimensiones».
Así, tras sujetarla, inmovilizarla y colocarse uno de ellos a horcajadas sobre la víctima, «comenzaron a asestarle puñaladas por la zona del cuello y el tórax ocasionándole en la zona del hombro nueve heridas no mortales».
Durante la disputa, la víctima «trató de defenderse protegiéndose con las manos y brazos, sufriendo por ello varios cortes no mortales ni graves en ambas manos».
La mujer falleció finalmente como consecuencia de un shock hipovolémico por sección de la vena yugular izquierda por arma blanca, «quedando su cuerpo caído sobre el lado izquierdo de la cama, con la cabeza y el tórax casi fuera de la misma hasta hacer tope con la mesilla de noche y el resto del cuerpo dentro del edredón nórdico, en el mismo lado izquierdo de la cama y con el brazo derecho apresado detrás de su propio cuerpo».
Con el fin de dificultar la investigación, los acusados simularon que se había producido un robo en la casa. Para ello cogieron varios efectos que la acusada manifestó como sustraídos y que posteriormente algunos de ellos fueron hallados en poder de ambos.
Tras el asesinato la pareja se puso de acuerdo también para revolver varias estancias del piso. Poco después abandonaron el piso y se dirigieron a la casa de Alejandro Cortés donde vivía con sus padres y su hermana.
Allí permanecieron el resto de la noche hasta la mañana siguiente cuando salieron para ir al Parque de Atracciones, «después de deshacerse del cuchillo y de la ropa manchada por la sangre de M.A.».
En dicho centro de ocio simularon una caída accidental de Nerea para poder justificar los cortes que se había provocado en la mano izquierda. Allí estuvieron hasta el mediodía antes de regresar a Parla en metro.
Ya para entonces el padre de la mujer había descubierto el cuerpo sin vida de su hija después de extrañarse de no poder contactar con ella y acudir a su domicilio «al que accedió con sus propias llaves».
Los acusados se encuentran en situación de prisión provisional desde el 9 de marzo de 2018.