La Marea de Residencias está animando a los madrileños a participar mañana sábado a las 12 horas en una manifestación estatal que se celebrará en la capital para solicitar, entre otros puntos, una ley de residencias «justa, digna y consensuada por todas las partes en cuestión».
La manifestación saldrá a esa hora desde la Puerta del Sol, Presidencia de la Comunidad de Madrid, pasando por el Congreso de los Diputados para terminar en la sede del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en el paseo del Prado. La protesta cumplirá escrupulosamente con las medidas de seguridad estipuladas por las autoridades sanitarias (amplía distancia de seguridad entre los participantes, mascarillas, y garantizando servicio propio de orden).
Mañana también realizarán simultáneamente concentraciones o manifestaciones en diversas localidades españolas. En la Comunidad de Madrid también habrá una concentración en la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares y en la plaza del Ayuntamiento de Aranjuez.
Marea de Residencias critica la «inexistencia» de un marco legal claro, de carácter autonómico o estatal y la ausencia de una ley de residencias «justa, digna y que renuncie a la iniciativa privada y apuesten por la gestión pública». «Las políticas de recortes y privatizaciones efectuadas durante tantos años, y la venta de los derechos sociales al sector empresarial, nos han abocado a la tragedia humana ya conocida por todos, tragedia instaurada que aún continúa», ha indicado.
Los convocantes de la manifestación también han reprochado a la Administración la «pésima gestión» de la crisis del coronavirus y han acusado a la gran mayoría de empresas que gestionan el sector de instalarse en «una política ignominiosa, basada en el abandono impune de unos básicos hábitos de vida y compañía, que no garantizan otra cosa que la muerte en vida».
Así, la Marea denuncia una mayor precarización laboral, «con desprecio a la salud de trabajadores y usuarios», una «absoluta falta de información» a los familiares, que tras más de seis meses sin poder ver a sus seres queridos, han recuperado una «falsa nueva anormalidad sin derechos, con visitas recortadas, contadas y cronometradas».
También lamentan la existencia de un «marco ausente de humanidad, de libertad, restringido y bajo el ojo del gestor, que vigila a las familias, usuarios y trabajadores, cuando debía ser a la inversa». «La injusticia, indignidad, el abandono y hasta la falta de escrúpulos en la actuación pasada y presente, sigue siendo el epicentro del problema», concluyen los promotores de la protesta de mañana.