El pintor catalán Augusto Ferrer-Dalmau ha concluido el retrato oficial del exministro José Manuel García Margallo. MONCLOA.COM desvela hoy este cuadro que se colgará próximamente en la denominada Galería de Ministros del Palacio de Santa Cruz, la sede principal del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Ferrer-Dalmau está considerado como el más prestigioso autor vivo de pintura militar española y el exministro del PP tiene en su domicilio de Madrid varios cuadros suyos. «A pesar que no soy retratista, el ministro García Margallo me pidió que le hiciera el retrato y accedí, sobre todo por su incasable lucha por recuperar Gibraltar«, asegura el pintor a MONCLOA.COM.
Margallo lleva en la solapa del traje la Gran Cruz del Mérito Civil que le concedió el actual Gobierno de Pedro Sánchez el pasado mes de septiembre junto a otros 46 exaltos cargos del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
«Margallo me pidió que le hiciera el retrato y accedí, sobre todo por su incasable lucha por recuperar Gibraltar»
Justo detrás de él aparece su bisabuelo, el general Juan García Margallo, quien murió en combate a finales del siglo XIX en el norte de Marruecos en lo que se llamó ‘la guerra de Margallo’ o primera guerra del Rif, una campaña que tuvo lugar entre 1893 y 1894.
Aquella breve contienda no fue contra el sultanato de Marruecos, como había sucedido 34 años antes en la llamada ‘Guerra de África’ de 1859 a 1860, sino contra las tribus o cabilas que rodeaban la ciudad de Melilla, según el relato disponible en Wikipedia.
El antepasado de Margallo era por aquel entonces el gobernador de Melilla y tensó las relaciones entre españoles e indígenas al comenzar la construcción de una fortificación militar cerca de la tumba de una persona santa para las tribus que habitaban esa zona del Rif. A raíz de ello, un grupo de unos 6.000 rifeños descendieron de las montañas para rodear y sitiar la ciudad de Melilla. En un contraataque español dirigido por el propio gobernador, un rifeño acabó con su vida de un disparo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores dirigido por Alfonso Dastis presupuestó un desembolso máximo de 15.000 euros (IVA incluido) para el retrato oficial de José Manuel García-Margallo, una cifra ligeramente superior al montante que se destinó para el cuadro de Trinidad Jiménez (14.300 euros en 2015), cuyo autor fue Rafael Núñez Salazar.
Con anterioridad a ella, los precios pagados por Exteriores para los retratos oficiales de los exministros fueron dispares: para el de Miguel Ángel Moratinos se pagaron 43.200 euros (Daniel Quintero, 2013), para el de Ana Palacio la cuantía final fue de 21.000 euros (Ginés de Liébana, 2005), mientras que para el de Josep Piqué el coste al erario público fue de 42.800 euros (Daniel Quintero, 2004).
EL DESTINO DEL DINERO DEL CUADRO DE MARGALLO
Antes que ellos se pagaron 9.949 euros para el retrato de Abel Matutes (José Miguel Pardo, 2001) y 18.000 euros para el de Javier Solana (Hernán Cortés, 1998). La Galería es accesible al público para las visitas que programa periódicamente el Ministerio que hoy dirige Josep Borrell y en ella figuran todos los ex ministros de Exteriores, incluidos los de la II República.
Ferrer-Dalmau ha decidido donar íntegramente los 15.000 euros de la remuneración a la Fundación Guardia Civil, cuyo principal objetivo es promover acciones que protejan socialmente a sus miembros. «Quiero que este dinero público, de todos, revierta a un colectivo que se sacrifica todos los días por nosotros. Mi respeto y cariño por la Guardia Civil es incondicional», subraya el pintor.
Este encargo de Margallo ha coincidido en el tiempo con otro mucho más imponente que Ferrer-Dalmau prepara para el Ministerio de Defensa ruso. El pintor español estuvo recientemente en la ciudad siria de Alepo acompañando a las tropas rusas desplegadas allí en apoyo del régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad.
Hace un año visitó el taller Grékov de pintura militar en Moscú y las autoridades rusas le plantearon la posibilidad de ir a Siria y “conocer al soldado ruso”, según explicó el autor catalán a MONCLOA.COM en un reciente artículo.
En Alepo pudo tomar apuntes y bocetos con los que está dando forma a un cuadro de grandes dimensiones, que presentará en mayo en Moscú coincidiendo con el aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Su intención es pintar un “cuadro humano” en el que aparecerán soldados sirios y rusos confraternizando con la población local siria.
Con motivo de este viaje a la ciudad siria más castigada por la guerra civil, Ferer-Dalmau perdió algunos “prejuicios” que tenía sobre el soldado ruso, fruto de las “películas de Hollywood”, y considera que tanto los soldados como los mandos rusos son “muy parecidos” a los españoles en su disciplina y proceder.
Ferrer-Dalmau ha estado en los últimos años con las tropas españolas en Afganistán, Mali y Líbano. En los últimos años ha recreado acontecimientos históricos de carácter militar como ‘Rocroi, el último tercio’ o ‘Carga del río Igan por el Regimiento Alcántara’.