Como ya avanzamos, Unidas Podemos no tiene la más mínima preocupación con el exabogado de la formación morada José Manuel Calvente. Donde sí que hay miedo, y mucho, es en referencia al caso Dina. Por eso, la estrategia de Podemos ha visto una luz con las nuevas claves del caso Kitchen, que afecta al Partido Popular, con el cual se investiga si los populares usaron dinero público para espiar al extesorero del partido Luis Bárcenas y evitar posibles imputaciones de altos cargos. Ahora, el partido morado está a punto de conseguir que el Congreso investigue al PP por este asunto y lograr cierta cobertura mediática que permita apagar los fuegos que queman la figura de Pablo Iglesias en el caso Dina.
El vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha vuelto a dar explicaciones sobre por qué escondió el contenido del móvil presuntamente robado de una de sus excolaboradoras durante meses. Esta tarjeta de memoria contenía imágenes íntimas de su dueña e Iglesias se la quedó sin decir nada para que el dispositivo se devolviera meses después inservible. Según el vicepresidente, se la quedó para «proteger» a Dina Bousselham, su excolaboradora, pero el juez que investiga el caso y que le ha retirado a Iglesias la condición de perjudicado no tiene claro que se la quedara por ese motivo.
Iglesias ha conseguido aparentemente librarse de quienes le acusaban de haber destruido esa tarjeta robada a su excolaboradora presuntamente por el excomisario José Manuel Villarejo, pero no de las dudas sobre por qué la escondió tanto tiempo. En una entrevista en la Cadena SER realizada esta semana, Iglesias ha recordado que en la tarjeta había fotografías íntimas e información sensible, pero ha matizado que su intención fue la de evitarle a Bousselham la «tensión de saber» que ese contenido estaba en «manos de gentuza sin escrúpulos».
Estas explicaciones no son nuevas, pero no convencen a casi nadie. El caso es que el juez fue capaz de demostrar por sus propias investigaciones que Iglesias se guardó durante meses la tarjeta y el vicepresidente lo ocultó ante el magistrado sin aclarar el por qué. Cuando se supo, la reacción de Dina tampoco fue de lo más normal.
La Operación Kitchen ha sido agua de mayo para Unidas Podemos. La estrategia del partido pasa por potenciar las carencias de Calvente a través de su periódico La Ultima Hora! y por centrar la atención mediática en el PP, ahora muy tocado por la presunta malversación de fondos públicos a manos del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz.
Fuentes cercanas al proceso judicial aseguran que la parte de Calvente no tendrá demasiadas consecuencias para la formación, sin embargo, el caso Dina es algo que preocupa porque toca directamente al líder y puede acabar con Iglesias sentado en el banquillo de los acusados. Y si es imputado, la repercusión mediática será fuerte, y desde Unidas Podemos están convencido de ello.
El Partido Popular ha intentado echar al Congreso contra Unidas Podemos, pero no lo ha conseguido. El PSOE se ha convertido no solo en el socio, sino en el gran aliado de Unidas Podemos a la hora de evitar que linchen a la formación morada en un momento delicado. Por eso juntos fueron capaces de evitar el intento del PP de hacer con el partido de Iglesias lo mismo que los del vicepresidente han hecho con Pablo Casado: exponerles a una investigación en el Parlamento.
Por el momento, Unidas Podemos ha tenido un espaldarazo de la Fiscalía después de que haya rechazado investigar la financiación de Unidas Podemos a pesar de que hay indicios de irregularidades. Todo parece dar un balón de oxígeno a un partido que se está preparando entre bambalinas para aplacar el temporal Bousselham, que aunque no sea una DANA, tan de moda en esta estación, sí será una Dina que traerá tormenta a la formación. Solo falta que el juez siga dando pasos en una pieza tan compleja como peligrosa para el vicepresidente.