Parece claro que Ángel Garrido será candidato en las próximas elecciones municipales y autonómicas, si bien no con el destino por el que lleva batallando desde que ocupó la presidencia de la Comunidad de Madrid en lugar de Cristina Cifuentes, a finales de abril de este año.
Tres fuentes diferentes de Sol (sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid), el PP madrileño y otra cercana a Pablo Casado coinciden a MONCLOA.COM en que se estudia ofrecer al actual presidente en la candidatura a alcalde del municipio madrileño de Las Rozas.
El vacío que dejó el el PP de Madrid la salida de Cristina Cifuentes de su híperliderazgo está siendo complicado de llenar. El PP efectuó hace semanas una importante encuesta en la que ponía en cuestión varios candidatos. Los resultados fueron muy malos para Ángel Garrido, que llegó a Sol como número dos de Cifuentes y se vio aupado al despacho de la Presidencia tras la estrepitosa caída de la líder del PP madrileño.
Eso coloca en una situación incómoda a Garrido que, salvando las distancias, se está viendo en la misma tesitura que en las anteriores elecciones su antecesor Ignacio González, presidente tras la dimisión de Esperanza Aguirre y librando una batalla perdida de antemano para ser el candidato del PP en las autonómicas.
La solución que se ha pensado en los despachos de Génova es un premio de consolación, que realmente es una vieja aspiración de Garrido, la candidatura para ser alcalde del municipio de Las Rozas, del que es un señalado vecino. “Es lo que siempre ha querido ser, el puesto más adecuado a su perfil”, explica una fuente cercana a Pablo Casado.
La batalla por Las Rozas parece estar de cara para el PP en las municipales del próximo mes de mayo, en las que podría recuperar la mayoría absoluta según los datos que maneja la formación ‘popular’. Actualmente gobierna merced a la abstención de los seis concejales de Ciudadanos.
El alcalde, José de la Uz, es uno de los jóvenes valores del PP. Durante años fue “fontanero” de diferentes consejerías del Gobierno de Madrid, hasta que Salvador Victoria, número dos de Ignacio González, le dio vuelo con una viceconsejería. En la debacle de las huestes de González tras su derrota en el agrio enfrentamiento con Cristina Cifuentes por ser cabeza de cartel en las elecciones, logró un refugio con la alcaldía de Las Rozas.
“Es lo que Ángel Garrido siempre ha querido ser, el puesto de candidato a Las Rozas es más adecuado a su perfil”
Las Rozas es una importante ciudad del noroeste de Madrid, con una de las rentas per cápita más altas de Espala y casi 100.000 habitantes. Es uno de los tradicionales bastiones del PP en la región y la historia se puede repetir este mayo si el proyecto del PP se cumple y convencen a Garrido para que rebaje sus aspiraciones y vaya a pelear por Las Rozas, su lugar de residencia.
Garrido no ha logrado forjar una imagen fuerte propia en los meses que ha estado en la presidencia de la Comunidad de Madrid tras la caída de Cifuentes. Su popularidad no despega, tal como marca la encuesta del PP, en la que sale perdiendo frente a otros candidatos con cargos de aparente menor relevancia política. Es el caso de Antonio González Terol, alcalde de Boadilla, diputado y portavoz del PP en materia de Defensa en el Congreso de los Diputados, uno de los más favorecidos en este sondeo según fuentes del PP.
EL PP BUSCA CANDIDATOS DIFERENTES A GARRIDO
En su célebre encuesta –“ésa de la que todo el mundo sabe algo, pero nadie ha visto”, dice con sorna un cargo electo del PP de Madrid– el PP buscaba sobre todo referencias fuertes para su propio electorado. Es decir, candidatos que recuperen el voto perdido en el llamado “tsunami” de 2015, en el que el PP, pese a ganar, perdió la mayoría absoluta en casi todos los municipios y la Asamblea regional. Ahora la amenaza es Vox, cuyos votos, en caso de no lograr representación, directamente sumarán para la izquierda.
En ese contexto, Garrido, que presume de agenda “presidencial”, no ha logrado conectar con el votante tradicional del PP. Ingeniero de minas de profesión, con gran don de gentes en las distancias cortas, divorciado, criado en Vallecas, Garrido era visto como un magnífico complemento a la hiperactividad de Cristina Cifuentes. Volando en solitario, en la compleja situación política actual, se ha quedado muy corto en cuestiones de liderazgo.
Pese a lo jaleado que fue por sus diputados tras su intervención en el programa ‘Salvados’, de Jordi Évole, junto a otros presidentes autonómicos, su papel en televisión no ha convencido nada en Génova, donde creen que Revilla “le pasó por encima” y tampoco quedó mejor que otros mandatarios, como Fernández Vara o incluso el de Murcia, el joven Fernando López Miras.
Las batallas electorales en Madrid para el próximo mayo se presentan apasionantes políticamente. PP, PSOE y Podemos tienen dudas en sus liderazgos y graves fracturas y sangrientas peleas internas, como es el caso de la candidatura que liderará Manuela Carmena para el Ayuntamiento de Madrid.
En el PP no se descartan sorpresas para la candidatura a alcalde la capital, con un nombre que tenga poco que ver con el pasado reciente o remoto del partido. Eso descartaría los sonoros nombres de exministros y exministras que se están barajando actualmente en las «quinielas».