Rivera aboca a Sánchez a una compleja legislatura con independentistas

Pedro Sánchez no ha conseguido convencer a Albert Rivera en los cuarenta minutos que ha durado su encuentro en la tarde de este martes, dentro de la ronda de reuniones que ha decidido mantener el presidente del gobierno en funciones con los principales partidos políticos. El líder de Ciudadanos ha refrendado el «no» de los últimos días y, por lo tanto, no facilitará la investidura del PSOE ni siquiera con una abstención.

DEBILITAR AL PSOE

Rivera, que tendió su mano a Sánchez hace tres años, ahora mantiene un fuerte veto que no parece estar dispuesto a levantar. Si bien le exigió al PSOE su abstención en 2016, ahora el líder de la formación naranja no exhibe ese «sentido de Estado» del que ha presumido tanto tiempo. En Ciudadanos miran al futuro y prefieren que el PSOE se desgaste con una legislatura compleja, marcada por múltiples acuerdos entre los que Sánchez tendrá que incluir a partidos independentistas.

Ciudadanos prefiere estar en la oposición, con su particular objetivo de ser la oposición y lograr el sorpasso al PP en un futuro próximo. Rivera ha asegurado que se enfrentarán de forma «firme» a los «sablazos de impuestos» que decida impulsar Sánchez de la mano de Iglesias, con el que esta misma mañana ha anunciado un acuerdo de cooperación. El partido naranja también estará «vigilante» ante las concesiones a separatistas.

ACUERDO PSOE-UNIDAS PODEMOS

Pese al anunciado gobierno progresista por Sánchez durante la campaña electoral, lo cierto es que el debilitamiento de Unidas Podemos le ha llevado a pedir un gobierno en minorías, en el que la abstención de Ciudadanos se antojaba vital. Rivera no ha aceptado ese guiño, como se ha escuchado en palabras de Arrimadas: «Este gobierno estaba hecho y nos lo han vendido por fascículos. Siempre que puede pacta con los nacionalistas y populistas».

Sánchez aún no ha respondido a las palabras de Arrimadas, ni siquiera a la última comparecencia de Rivera, debido a la inmediata reunión con el PP, que casi con total seguridad transmitirá la misma idea que Ciudadanos. Mientras la derecha le acusa de mirar hacia la izquierda, el presidente del gobierno en funciones siempre tendrá la excusa de que no hay más alternativas. Aunque eso sí, ayer misma amenazaba con elecciones.