Desde el minuto cero de existencia del Ministerio de Igualdad, Irene Montero dejó bien claro que el suyo sería un área eminentemente dirigido por mujeres, y además por mujeres especializadas en cada uno de los ámbitos que pretendía abordar con las secretarías y subsecretarías correspondientes. Cada una de las medidas que han ido adoptando tienen como foco principal la mujer y su lucha contra la dominación masculina. El famoso patriarcado. El último movimiento lo han anunciado para esta semana. El 10 de septiembre, Victoria Rosell, delegada del Gobierno para la Violencia de Género, iniciará una nueva macroencuesta para confirmar con estadísticas cuántos de los casos de violencia familiar se producen del hombre a la mujer.
En dicha encuesta masiva, por supuesto, no se tienen en cuenta las singularidades de las familias: monoparentales donde la mujer es víctima de sus hijos, o a la inversa, y familias LGTBI tanto de mujer-mujer como hombre-hombre. O casuísticas en las que es la mujer la que maltrata física o psicológicamente a un hombre en parejas heterosexuales. Es cierto que estos casos son minoritarios, pero también forman parte de las estadísticas. ¿Rectificará Rosell o seguirá la consigna antipatriarcal de Irene Montero?
UN MINISTERIO DE MUJERES
A Irene Montero se le ha criticado especialmente que organizase el Ministerio de Igualdad con solo mujeres en cargos de alta responsabilidad. Ella ha justificado dicha cerrazón en que sí, los hombres tienen un papel fundamental en la igualdad, pero han sido las mujeres las que más tiempo han dedicado a pensar en políticas para fomentar una sociedad más igualitaria.
¿No haría falta una voz masculina que ejerza de ese décimo hombre que les obligue a razonar críticamente cada una de las propuestas? Al parecer, y a tenor de las iniciativas presentadas por el equipo, sería un punto de vista interesante para ser más igualitarias, precisamente porque la igualdad es un tema también de los hombres. De los 14 altos cargos sólo tres son hombres.
De hecho, con esta relación entre mujeres y hombres, el propio Ministerio de Igualdad incumple con los cupos 40%-60%, indistintamente, que estableció el Gobierno de Zapatero.
LOS ÁNGELES DE MONTERO: UNA COHORTE FEMINISTAS PARA LUCHAR POR LA IGUALDAD
Algunas de las mujeres al frente de las diversas áreas de Igualdad son conocidas. Otras han pasado despercibidas, y recientemente, Irene Montero se ha negado a dar los nombres de los asesores independientes contratados por el Ministerio que dirige. Y eso que Unidas Podemos es el adalid de la transparencia, las luces y los taquígrafos.
AMANDA MEYER, SU JEFA DE GABINETE
Amanda Meyer es, desde enero, la jefa de Gabinete de Irene Montero y una de sus manos derechas (pues cuenta con varias). Abogada de formación, se autodefine como activista. Es la responsable de relaciones institucionales de Izquierda Unida. Tiene experiencia en gestión política, pues durante la legislatura 2012-2015, formó parte del Gobierno Andaluz gracias a la coalición IU-PSOE. Militante del Partido Comunista, es hija del histórico dirigente de Izquierda Unida Willy Meyer.
El ex-dirigente de IU dimitió tras el escándalo del fondo de pensiones de la Eurocámara gestionado por una Sicav desde Luxemburgo (paraíso fiscal en el corazón de Europa).
NOELIA VERA, SECRETARIA DE ESTADO DE IGUALDAD
La periodista Noelia Vera fue nombrada como Secretaria de Estado de Igualdad. Se ha descatacado como feminista de base, y ha participado de numerosas movilizaciones feministas, por lo que está al tanto de las intenciones y objetivos de Irene Montero, con quien se ha mostrado cercana.
Compagina su cargo de diputada en el Congreso con su labor al frente de la Secretaría de Estado de Igualdad.
BEATRIZ GIMENO, EL NOMBRAMIENTO MÁS POLÉMICO DE IRENE MONTERO
Beatriz Giméno, actual dirigente del Instituto de la Mujer, fue el nombramiento que más polémica generó por la personalidad y los principios y valores de su compañera de gabinete. Además de su libro cuestionando la lactancia, resultó llamativa su reacción a la condena de El Chicle en el caso Diana Quer (» No queremos prisión permanente revisable. No queremos más presos ni más cárceles. Queremos cerrar cárceles y en algunos países se hace»), o llamar homófobo a Emiliano García-Page, presidente de Castilla- La Mancha por proponer pactos transversales entre PP, PSOE y Ciudadanos.
VICTORIA ROSELL, UNA JUEZ AL FRENTE DE LA DELEGACIÓN DEL GOBIERNO PARA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Cerramos con Victoria Rosell, persona de confianza de Pablo Iglesias y de Irene Montero. Su nombre sonaba para Justicia, pero el veto socialista a los de Unidas Podemos en los llamados Ministerios de Estado frustró su asalto. Antes de eso había sido la candidata podemita para la renovación del CGPJ de 2018, pero fue frustrada por la propuesta socialistas con la aquiescencia del PP. Como juez, aunque en excedencia, y miembro del gobierno, hubo de renunciar a su escaño por incompatibilidad de cargos.
Los focos mediáticos se posaron en ella más que durante su fichaje por Iglesias por su «enganchada» judicial con José Manuel Soria, a quien terminó rebotando su propia iniciativa contra Rosell.