Sánchez dice que Podemos asume negociar los PGE con todos los grupos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este martes que los dos socios de la coalición, PSOE y Unidas Podemos, son conscientes de que para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2021 no se puede «excluir a ningún grupo político» de la negociación, porque el Ejecutivo no tiene mayoría parlamentaria y porque son unos presupuestos «urgentes e imprescindibles» para la recuperación de la economía lastrada por la pandemia de coronavirus.

Según Sánchez, «no ha habido veto» de Podemos a Ciudadanos. Eso sí, del mismo modo que Podemos asume que el Gobierno negociará con todos los partidos, ha adelantado a la oposición de que su proyecto será progresista y alineado con el acuerdo de Gobierno.

Así, ha señalado que «todos los interlocutores tienen que reconocer que somos un gobierno de coalición» y tienen que «ser conscientes de que hay elementos centrales de esta propuesta de presupuestos de país que hay que preservar», en una entrevista en la Cadena Ser.

Esos ejes son la emergencia social, la transición ecológica y digital, la cohesión territorial y social y la agenda feminista. «Haremos un esfuerzo de negociación y de acuerdo pero sin desnaturalizar los elementos centrales de un gobierno progresista de coalición», ha resumido.

Así ha dibujado la situación el mismo día en que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se reunirá con el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, de Podemos, para empezar a preparar los PGE.

Con esta reunión se escenifica el papel de la formación morada a la hora de elaborar el borrador de PGE de una manera más clara que si el Gobierno presentase directamente su proyecto de Presupuestos que, por definición, es de todo el Ejecutivo. La reunión con Álvarez es la víspera de que Sánchez reciba en la Moncloa al presidente del PP, Pablo Casado, y a la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

«SOCIOS ESTRATÉGICOS»

El jefe del Ejecutivo ha defendido que para aprobar los Presupuestos será necesario «hablar con los socios estratégicos de para la estabilidad del Gobierno», y se ha referido en concreto al «PNV y a otros muchos». Preguntado entonces si ya no confía en ERC, ha asegurado que sí, y que el Gobierno está dispuesto a reunir en septiembre la mesa de diálogo con Cataluña.

En todo caso, ha incidido en que él no va a vetar a ningún partido porque precisamente lo que les está pidiendo a todos es unidad y no enfrentamiento.

Sánchez se ha dirigido especialmente a Pablo Casado para decirle que «ser líder de la oposición no solo ser el que tiene más escaños sino es liderar el discurso de la oposición». Así, ha criticado que diga «que no a todo porque es la alternativa» ya que, a su juicio, en esta situación de emergencia «ser alternativa es arrimar el hombro».

Del PP, el Gobierno quiere no solo negociación presupuestaria sino también una renovación de los órganos constitucionales pendientes. Por eso, le ha pedido que asuma el resultado electoral y facilite la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, el Consejo de RTVE y el Consejo de la Transparencia.

«MAL FUNCIONAMIENTO DE LA DEMOCRACIA» AL NO RENOVAR EL CGPJ

El CGPJ, ha recordado, tiene un mandato de cuatro años, y ya lleva seis, excediendo lo que establece la Constitución, y se ha preguntado qué pasaría si cualquiera de los otros dos poderes, el Ejecutivo o el Legislativo, decidiesen alargar su mandato. La situación, actual, a su juicio, implica «un mal funcionamiento de la democracia».

En este contexto, ha asegurado al PP que él está dispuesto a reconocer errores pero que «dos no bailan si uno no quiere». A su juicio, es la «forma natural que tiene el PP de ejercer la oposición», como ya demostró bloqueando la renovación del CGPJ durante una legislatura entera de José Luis Rodríguez Zapatero, pero en este momento los ciudadanos lo que piden es «unidad».

Con todo, ha insistido en que «unidad no es unanimidad» y ha dado por hecho que hay grupos que «se van a excluir» y «han planteado una moción de censura», en alusión a Vox. Sin embargo, Sánchez cree que en la situación actual hay razones para negociar unos presupuestos que «trasciendan la aritmética parlamentaria clásica».

UN GOBIERNO DE COALICIÓN «HABLANDO MUCHO»

Sánchez ha aprovechado para insistir en que está «muy satisfecho del funcionamiento del Gobierno de coalición» y en que todos tienen su confianza, su respeto y su lealtad absoluta.

Sobre los roces que se han producido, ha afirmado que él no oyó ninguna crítica del vicepresidente Pablo Iglesias a la ministra de Educación, Isabel Celaá, pero ha reconocido que se produjeron en los medios. Este asunto, como otros, se gestiona «hablando mucho», ha afirmado. Así, tal como hizo el lunes ante los grandes empresarios, ha subrayado que «la estabilidad del Gobierno está garantizada» para 40 meses de legislatura.