martes, 4 marzo 2025

Marlaska e Illa causan estupor en la Policía al consumar el Plan 2000 de Puyol

Fernando Grande-Marlaska cede ante Junts y vende a la Policía Nacional en Cataluña. El PSOE, con el apoyo inestimable de Salvador Illa (PSC), cumple con el guión al conceder una nueva cesión para borrar a las instituciones españolas de Cataluña. El Gobierno de Pedro Sánchez y Junts han llegado a un principio de acuerdo «bochornoso» para ceder las competencias de inmigración a la Generalitat de Cataluña, a pesar de ser vital para toda España y no solo a una parte del territorio.

«Esta decisión supone un nuevo ataque frontal al Estado de derecho, una vulneración flagrante de la Constitución y un paso más en el desmantelamiento de la presencia de la Policía Nacional en Cataluña», afirman desde el sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional.

MARLASKA ENTREGA COMPETENCIAS A CAMBIO DE FAVORES

«Es inaceptable que el Gobierno de España, con la complicidad de su ministro del Interior (Fernando Grande-Marlaska), siga regalando competencias fundamentales del Estado a cambio de favores políticos», aseveran.

Malaska cumple así con la premisa de ceder toda competencia de Policía Nacional y Guardia Civil a Cataluña, una hoja de ruta trazada por los independentistas desde el Plan 2000 de Jordi Pujol, cuyo objetivo era imponer el catalán y tener todas las estructuras del Estado bajo control autonómico.

Fernando Grande-Marlaska y Salvador Illa rompen la soberanía nacional al entregar a Cataluña la competencia de Extranjería | Fuente: Agencias
Fernando Grande-Marlaska y Salvador Illa rompen la soberanía nacional al entregar a Cataluña la competencia de Extranjería | Fuente: Agencias

Mientras Interior cede a cambio de los 14 votos de ERC y Junts, se está troceando España ahora con el control de fronteras y de la inmigración, dos «competencias exclusivas del Estado, tal y como establece la Constitución y la Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado». En este sentido, la Generalitat de Salvador Illa abrió la puerta a la entrada de los Mossos d’Esquadra en este ámbito, un hecho que no tiene la Policía Autonómica vasca.

LA TRAICIÓN DE MARLASKA E ILLA

La «traición», como definen desde Jupol, no es más que otra cesión a los independentistas, pero con consecuencias de calado al poner «en grave peligro la seguridad y soberanía nacional». El director de la Policía Nacional, Francisco Pardo, guarda silencio ante estos cambios, mientras los agentes de la Policía Nacional ponen a trabajar a sus servicios jurídicos para frenar el traspaso.

La maniobra del Gobierno de Pedro Sánchez y Salvador Illa, correa de transmisión a las órdenes de Junts y ERC, se centra ahora en «erradicar a la Policía Nacional y la Guardia Civil de Cataluña, una estrategia de desmantelamiento que comenzó hace años y que ahora se acelera con esta cesión».

No vamos a permitir que se pisoteen nuestros derechos ni que se vulnere la legalidad vigente en beneficio de los intereses políticos de unos pocos

Entre las competencias más importantes de la Policía Nacional en Cataluña se encuentra precisamente el control de extranjeros. Cederla supone «un ataque directo a nuestra labor y una rendición vergonzosa ante el separatismo», afirma el sindicato. Es exactamente el mismo trato dado por Marlaska a la Guardia Civil en Navarra al entregar a la autonomía la gestión de Tráfico.

VULNERAR LA LEGALIDAD VIGENTE A CAMBIO DE VOTOS

«No vamos a permitir que se pisoteen nuestros derechos ni que se vulnere la legalidad vigente en beneficio de los intereses políticos de unos pocos», afirman. En este pacto, además, también se pondrá en entredicho la situación de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), a los que Junts quiere cerrar.

La ejecución de la Policía Nacional en Cataluña se hace a fuego lento. Hace medio año, Marlaska mostró sus planes para «reducir a la mitad los grupos de información y policía judicial en las comisarías de Cataluña.

Una muestra más de la apuesta del Ministerio del Interior por los Mossos d’Esquadra, mientras continúa negando la equiparación salarial y la jubilación digna a los policías», añaden. Los grupos de Información han sido esenciales para realizar operaciones contra independentistas catalanes o en la lucha contra el yihadismo en Cataluña, por ejemplo.

Para los sindicatos, esta «incomprensible la política que vienen llevando a cabo la Dirección General de la Policía de merma de las condiciones de los policías nacionales en Cataluña». «Una política que ha llevado incluso a ceder el espacio de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, la comisaría de Vía Laietana, para los intereses de los independentistas, convirtiendo esta instalación policial en un espacio compartido entre los policías y los que pretenden acabar con la Policía Nacional en Cataluña», advierten.

PLAN 2000 DE PUJOL, EJECUTADO POR MALASKA

El programa 2000 de Jordi Pujol sienta las bases de cómo debería realizarse la independencia de Cataluña, pasando por la creación de las llamadas estructuras de Estado y el control absoluto de todos los ámbitos con el catalán como arma para cohesionar los pilares del plan. Para este programa era fundamental imponer el catalán, con independencia de los medios utilizados.

Marlaska hace el trabajo sucio de Pedro Sánchez para ganarse el favor de Junts | Fuente: Agencias
Marlaska hace el trabajo sucio de Pedro Sánchez para ganarse el favor de Junts | Fuente: Agencias

Esta imposición del catalán se hizo bajo «presión», «coacción» e «imposición», según relatan profesores de distintos ámbitos académicos, tanto de preescolar, enseñanza obligatoria como universitarios, a este medio.

Esta fórmula continúa hoy en día en vigor, tal y como se ha podido constatar con los ataques e insultos, así como persecuciones por parte de Junts, ERC y el PSC, a familias que han pedido la escolarización en español para sus hijos en los tribunales, una victoria que se ha transformado en una auténtica pesadilla para muchas de estas familias. Para su ejecución, es necesario que todas las estructuras críticas de la Generalitat y del Estado pasen al control de los Mossos d’Esquadra.