Quim Torra, que ha descartado convocar nuevos comicios, ha mostrado su deseo por un referéndum y ha llamado a Pedro Sánchez a una nueva reunión entre ambos: «Yo
pido al presidente del Gobierno que salga que vuelva a la mesa del diálogo allí donde lo dejamos».
Lo ha dicho en una rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu, convocada para hacer balance del primer año de mandato de su Govern, que se constituyó el 2 de junio de 2018 cuando tomaron posesión los nuevos consellers y quedó levantada la aplicación del 155.
Torra ha planteado un diálogo bilateral entre el Gobierno central y la Generalitat, donde se pueda hablar de un referéndum de autodeterminación para Cataluña, y que cuente con la figura de un «relator» para dar conocimiento sobre qué se negocia y neutralidad y transparencia a las conversaciones.
Precisamente fue la polémica por la figura del relator la que frenó los últimos contactos entre Generalitat y Gobierno central en febrero de este año, y Torra ha criticado que fue Sánchez y no la Generalitat quien «se levantó de la mesa» del diálogo en aquel momento.
El presidente catalán plantea retomar estos contactos con un esquema inicial que ha calificado de sencillo: la Generalitat llevará la autodeterminación como principal demanda y ha instado al Gobierno central que lleve «la propuesta que tenga para Cataluña.
«Que tenga el coraje de afrontar el reto que el mundo entero le pide: que se siente a dialogar con el gobierno catalán sobre el ejercicio del derecho de autodeterminación. Nosotros estamos aquí», ha resumido el presidente de la Generalitat.
UN AÑO DE DIÁLOGO
En su balance de su primer año de gestión, ha asegurado que su Govern se ha caracterizado por «tender la mano al Estado desde el primer momento», y ha recordado que tuvieron dos reuniones con Sánchez, una en Moncloa en julio de 2018 y otra en el Palau de Pedralbes de Barcelona en diciembre del mismo año.
También ha reivindicado haber buscado el diálogo pese a los obstáculos que ha encontrado, entre los que ha citado «la represión» del Estado; la judicialización de la política catalana y las advertencias de que se podría aplicar otro 155.
Torra ha insistido en que un referéndum negociado sobre la independencia sería el mejor instrumento para dirimir la situación que se vive en Cataluña, y ha advertido de que, aunque el Gobierno central se mantenga en su actual negativa, el camino hacia una república catalana es «imparable».
FINANCIACIÓN E INVESTIDURA
El presidente de la Generalitat ha descartado que su Govern esté dispuesto a cambiar su objetivo político independentista por una nueva financiación, y ha asegurado que no se plantea participar en foros multilaterales del Gobierno y las comunidades para abordar un nuevo reparto de los recursos.
Torra ha insistido en que la Generalitat quiere una «negociación bilateral con el Gobierno del Reino de España con la figura del relator», y ha asegurado que este es el mandato que le han dado los catalanes en las urnas y del que no se puede mover.
Preguntado por si los grupos independentistas en el Congreso deberían entrar a negociar la investidura de Sánchez, ha explicado que no puede ser «demasiado explícito» sobre el tema, alegando que corresponde precisamente a los grupos pronunciarse y no a él.
Sin embargo, se ha mostrado partidario de rechazar la investidura, argumentando que siguen siendo «válidas» las razones por las que estos mismos grupos independentistas rechazaron aprobar los últimos Presupuestos Generales del Estado –uno de los motivos que llevó a adelantar las elecciones generales–.