El Consejo de Ministros acaba de aprobar una nueva «Orden al Mérito a la Seguridad del Ministerio del Interior», cuyos galardonados serán seleccionados directamente por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. De esta manera el ministro intenta que la Justicia no le eche atrás la concesión de medallas como ya ha ocurrido.
Esta iniciativa, que otorga al ministro la facultad exclusiva de designar a los premiados, refuerza la percepción de que el Ministerio del Interior «se está convirtiendo en un órgano al servicio de intereses políticos y personales, en lugar de reconocer objetivamente el mérito y la dedicación de los profesionales de la seguridad», afirman desde el sindicato Jupol.
Y añaden que «consideramos que, en lugar de inventarse nuevas distinciones con criterios discrecionales, lo que realmente urge es la renovación de la normativa franquista de condecoraciones policiales, totalmente desfasada y generadora de agravios entre los agentes».
La solución pasaría según los policías por «la creación de una mesa de trabajo para abordar una nueva normativa de condecoraciones que se adapte a un modelo policial del siglo XXI. Una nueva normativa que permita la concesión de condecoraciones en el momento del hecho, evitando demoras burocráticas injustificadas».
MEDALLAS TRANSPARENTES
El problema es el sistema de cupos no es objetivo ni transparente, la manera de evitar favoritismos y garantizar que las distinciones sean concedidas exclusivamente en base a criterios de profesionalidad y servicio.
Desde Jupol explican que «seguiremos exigiendo medidas que modernicen y dignifiquen la labor de los miembros de la Policía Nacional, en lugar de permitir que el Ministerio del Interior utilice las condecoraciones como una herramienta política al servicio del ministro de turno».
Para la organización sindical, parece que «Marlaska está más interesado en crear una medalla para repartirla entre sus afines que en mejorar las condiciones laborales de los policías e impulsar la Equiparación Salarial Real, la Jubilación Digna y la Profesión de Riesgo para los policías nacionales».
El pasado 2 de octubre la Policía Nacional celebró la fiesta la fiesta de los Ángeles Custodios, su patrona, y como es tradicional se otorgaron las medallas al Mérito Policial. El año pasado fue en Sevilla, donde el titular de Interior Fernando Grande-Marlaska, impuso estas condecoraciones no exentas de polémicas.
En total fueron 650 personas las que recibieron algunas de las medallas habituales. Sólo nueve serán para miembros del cuerpo de la Policía Nacional. Entre los nombres de los premiados destacaban algunos nombres conocidos como el exfutbolista Emilio Butragueño, el presidente de Telefónica José María Álvarez-Pallete, el alcalde de socialista de Vigo Abel Caballero, el ex juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia Esteban Ibarra o la directora de comunicación de CaixaBank, María Luis Martínez Gistau. En su caso recibirán la Cruz con distintivo blanco, es decir la que no conlleva una pensión.
Otros de los premiados fueron Félix Revuelta, presidente de Naturhouse, e Ignacio Garralda Ruiz de Velasco, presidente de Mutua Madrileña. Se le concedió la Cruz Blanca a Carolina Marín, la jugadora española de bádminton que tiene en su palmarés títulos mundiales, europeos y olímpicos. La medalla de Oro Honorífica la recibió Rafael Luis del Río Sendino, presidente de Cáritas en España que en su día fue Director General de la Policía.
Los sindicatos policiales criticaron públicamente esta decisión del Ministerio. Desde 2018 Grande-Marlaska acumula 5.896 medallas y cruces al mérito policial entregadas a personas ajenas a Policía Nacional, cifra que se eleva hasta las 7.463 en la última década.
Algunas de estas medallas fueron recurridas por Jupol logrando el refrendo de los tribunales que han declarado que no estaban otorgadas en Justicia.