Si por algo se han caracterizado los políticos del PNV es por no ser especialmente atractivos para los medios de comunicación en general y para la prensa del corazón en particular. Nunca la vida de las caras visibles de la formación jeltzale han llamado la atención. Detrás de esto había una actitud vital pero también una estrategia. Un partido conservador, católico y con la buena gestión como bandera trasmitía lo mismo a nivel privado: vidas estables, tirando a grises y familias tradicionales.
Algo cambió hace unas semanas cuando filtraciones interesadas pusieron bajo el foco la vida privada de Andoni Ortuzar señalando a su pareja, Mireia Zárate, presidenta de la Fundación Sabino Arana. Informaciones que hablaban veladamente de nepotismo consiguieron ni más ni menos que Ortuzar anunciara que no se presentaría a la reelección como presidente del PNV dejando el camino despejado a Aitor Esteban.
IMANOL PRADALES, EL ACTUAL LEHENDAKARI
El PNV ha sido siempre bicéfalo. Por un lado, el máximo dirigente del partido y luego el lehendakari que preside el gobierno vasco. Este último es Imanol Pradales, un político mucho más atractivo de lo habitual en el PNV y con una nueva imagen con respecto a la comunicación política. También en el aspecto privado.
El mismo día que cumplía 49 años, 21 de abril de 2024, Pradales se convertía en el nuevo lehendakari de Euskadi. Un éxito que llegaba en un momento en el que PNV parecía perder influencia entre el electorado más joven. El día que triunfó en las urnas, ahí estaba Laura Sáez, su mujer y se fundieron en un abrazo que culminó con un apasionado beso. Algo impensable en un líder peneuvista sólo unos años atrás.
Las encuestas durante la campaña lanzaban un empate técnico entre el PNV y EHBildu. Sin embargo, un pacto postelectoral con el PSOE mantuvo la hegemonía jeltzale en la lehendakaritxa. Pradales fue elegido en noviembre de 2023 como la nueva imagen del partido conservador amenazado en su nicho electoral por el avance de EHBildu.
Sustituía así a un perfil más clásico, Iñigo Urkullu que dejaba la primera línea de la política tras 12 años al frente del Ejecutivo vasco. Además, Urkullu fue profesor en la secundaria del propio Pradales. Los años de Urkullu como lehendakari fueron los de lo peor de la crisis financiera de 2008, aunque también los del fin del terrorismo de ETA.
Pradales era un cambio de paradigma estético y comunicativo para el PNV. Hijo de burgaleses, el lehendakari es un firme defensor de la inmersión lingüística y comenzó su carrera activa en la política en 2007. La suya es la historia de una ascensión meteórica, Pradales ha venido a representar un cierto giro al progresismo por parte de un partido tradicionalmente vinculado a posiciones conservadoras que ha virado su postura con respecto a temas como el feminismo o los derechos LGTBI.
SIN PRESENCIA EN LA PRENSA DEL CORAZÓN
Junto a él, Laura Sáez, una mujer joven y también atractiva que, sin embargo, ha conseguido que no trascienda mucha información sobre ella. Se sabe que fue su común afición al remo lo que les unió. Tienen una hija en común que han conseguido apartar de la curiosidad pública.
Durante la campaña electoral, Laura Sáez apoyó a su marido como una activo más de imagen. En una entrevista en Telebilbao cual fue el regalo para el cumpleaños de su esposa. Ambos cumplen con dos días de diferencia, Laura el 19 de abril e Imanol el 21 del mismo mes, fecha que coincidió con los comicios de los que resultó vencedor. “Andaba detrás de un móvil de esos que se pliegan. Le gustaba a ella y a mí también”, explicó.
Hoy, Pradales es la cara del gobierno vasco en un momento en el que el PNV ha evitado una guerra civil por su presidencia.