Precios inflados y material de baja calidad. Eso es lo que al Ayuntamiento de Madrid adquirió en plena pandemia del coronavirus en 2020. Un negocio del que se beneficiaron Alberto Luceño y el aristócrata Luis Medina.
Este martes en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid da comienzo uno de los juicios más esperados de los últimos tiempos. En el banquillo uno de los protagonistas habituales de la prensa del corazón.
Además de la Fiscalía, se presentan como acusaciones en el proceso el Ayuntamiento de Madrid, la agrupación municipal socialista, así como el Más Madrid y Unidas Podemos y la Abogacía del Estado.
A lo largo de nueve días una veintena de testigos declararán en un proceso que tendrá su punto culminante el 25 de febrero con las declaraciones de Luceño y Luis Medina. Ambos acuden con estrategias diferentes mascadas por sus respectivos equipos legales.
LA INSTRUCCIÓN DE CARRETERO
La instrucción del caso correspondió el número 47 que preside el hoy tan mediático Adolfo Carretero. El auto del mismo se afirma que Luceño y Medina se pusieron en contacto con el Consistorio capitalino para ofrecerse como intermediarios para conseguir mascarillas, guantes y test. Elevaron un 60 % el precio de las mascarillas, un 81% el de los guantes y un 71 % el de lo test. Luceño se hizo así con 5,1 millones de euros y Medina un millón. Todo ellos a través de los contratos que fijaron con la empresa funeraria municipal.
Todo lo hicieron en 24 días. “En el peor momento de la pandemia y con miles de muertos en España, Medina y Luceño urdieron un plan para obtener el mayor beneficio económico posible a costa del erario municipal”, como señalaba en s durísimo auto el juez Carretero.
La Fiscalía pide para Alberto Luceño 15 años de cárcel por la presunta comisión de los delitos de estafa agravada, falsedad documental y un delito contra la Hacienda Pública. Por su parte, el actual duque de Feria se enfrenta a una petición de pena por parte del Ministerio Fiscal de 9 años de cárcel por estafa agravada y falsedad documental.
En cuanto a la responsabilidad civil Luceño se enfrenta a una posible multa de 5,6 millones de euros más una indemnización de 1,3 millones para la Agencia Tributaria. El hijo de Naty Abascal tendría que hacer frente a una multa de 450.000 euros. Eso sí, para ambos el Ayuntamiento de Madrid pido 7,8 millones de euros que serían los del sobrecoste que el Consistorio tuvo que pagar por la intermediación a Luceño y Medina por el material sanitario.
LOS CONTACTOS
Entre los testigos claves hay cuatro nombres que interesan especialmente a la prensa: María de la Cebosa Sánchez, Elena Collado, Carlos Martínez-Almeida y el empresario malasio San Chin Choo.
La primera fue profesora de Luis Medina Abascal. Es presidenta de la universidad americana CIS (The College for International Studies) situada en el barrio de Salamanca de Madrid. Supuestamente ella fue quien puso en contacto al aristócrata con Carlos Martínez-Almeida, el primo del alcalde.
Siguiendo el hilo, habría sido el familiar del regidor quien puso en contacto a Medina con Elena Collado, coordinadora general de Presupuestos y Recursos Humanos del Ayuntamiento de Madrid. Una funcionara en el punto de mira por este escándalo.
A ella se debe uno de los WhatsApp más populares desde que el caso saltó a los medios. Al descubrir el asunto, Collado escribió a Luceño creyéndole víctima a él también de un engaño: “Nos han estafado seguro. Esto es lo peor que me ha pasado en la vida”.
EL EMPRESARIO MALASIO
San Chin Choon es, por último, el empresario malasio que proveyó de material al Consistorio previo contacto con Luceño y Medina. El auténtico desconocido en todo este proceso y del que, al inicio del escándalo, algunos medios incluso llegaron a dudar de su existencia. Su declaración el 18 de febrero es un, sin duda, una de las que más expectación despierta.
En el aire queda también cómo afectará esto a la imagen del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almedia. Lo cierto es que el Consistorio es parte afectada en el proceso y que fue Medina quien presumió de amistad con el alcalde en unos audios a su socio Luceño. “Ha llamado el alcalde de Madrid, muy cariñoso y agradecido, y está a nuestra disposición”, aseguraba el duque a su socio.
Una de las frases que ya se han hecho populares vinculadas al caso como la que mejor lo resume todo. El “Pa’ la saca” que Luceño enviaba a Medina cuando se confirmó el negocio.