#APUESTAS | Contenido para mayores de 18 años
Tras caer ante Portugal en el Mundial de este año, los Hispanos fijan el objetivo para clasificarse en el europeo y tomar la revancha del oro soñado desde la final perdida en 2022
Con la resaca del fracaso en el mundial y el agridulce bronce de París aún escuece el recuerdo de aquel Europeo de 2022, cuando la selección española de balonmano cedió el trono a los suecos por un punto y en los últimos segundos. Lo único que puede reconfortar ahora mismo a los Hispanos de Jordi Ribera es concentrar todos sus esfuerzos y fusionar los superpoderes de la formación (que son muchos), para alcanzar el europeo del próximo año y poder curar viejas heridas.
La selección es plenamente consciente de que en el deporte todos los caminos deben ser recorridos en pasos cortos y que las metas hay que fijarlas a medio plazo. El oro en el europeo es posible: ya se consiguió en 2018, en una final que también fue contra Suecia y que los españoles arrebataron por primera vez en su historia con un amplio 29/23. Pero la maldición nórdica sobrevuela desde entonces la península del balonmano y no ha dado tregua.
París continúa siendo el recuerdo más reconfortante de la selección, una medalla de bronce que supo a oro en una final de consolación que costó muchísimo ganar. Sólo un punto separó el marcador del contrincante (una Eslovenia de férreas defensas y agudos contragolpes), ese tanto 23 que los espectadores sufrieron agónicamente por temor a que en cualquier momento fuera superado por un contrario demasiado equilibrado a los españoles. Supuso el quinto bronce para el balonmano masculino español en unos Juegos tras los ganados en Atlanta 1996, Sídney 2000, Beijing 2008 y Tokio 2020. Una recompensa muy por encima de lo esperable para un deporte en el que los mejores jugadores abandonan, por desgracia con mucha frecuencia, nuestro país para poder triunfar en el extranjero.
La primera victoria rumbo al Europeo 2026 también fue muy sufrida, y es que últimamente los Hispanos no ganan para sustos. En noviembre se produjo el choque mediterráneo y la selección vencía a los italianos con una trabajada y extenuante remontada en el tramo final del encuentro. El partido estuvo marcado por la reciente tragedia de las riadas valencianas, al celebrarse precisamente en Sagunto. Después de un sentido y conmovedor minuto de silencio con el himno de la Comunitat mientras los jugadores sostenían un cartel con el mensaje ‘El balonmano siempre con vosotros, todos somos Valencia’ por la DANA que ha destrozado parte de la provincia, el partido arrancó con un ritmo trepidante que se mantuvo prácticamente durante todo el encuentro. Los jugadores italianos también mostraban su sentir por la tragedia, y es que lo ocurrido en Valencia ha traspasado todas las fronteras. Hasta el propio gobierno ruso comunicaba entonces sus condolencias. Los Hispanos también se impusieron posteriormente a Letonia por 29/38 en otra de las rondas clasificatorias, con Imanol Garciandía y Dani Fernández como los principales anotadores del partido.
El camino al europeo no está decidido aún y se avecinan importantes partidos internacionales, abriendo una amplia posibilidad de apoyar a la selección, también a través de las numerosas plataformas de apuestas on line.
Ante la ingente cantidad de webs donde poder volcar tus pronósticos y estadísticas, y sacar el máximo partido a tus apuestas, se siembra la duda acerca de cuál será la más fiable y cuál ofrece la mayor confianza para depositar y recaudar tus bonos. Para facilitar la tarea de elección, existen páginas especializadas que ofrecen completas reseñas sobre las webs más populares, como las apuestas de retabet, en las que podrás echar un vistazo a los ránking, criterios y otras comparativas de esta y otras casas de apuesta con el fin de comprobar la competitividad de sus cuotas, entre muchos otros datos interesantes.
Accede ya a la información más completa y comienza a rentabilizar tu experiencia en algunos de los sitios web de apuestas más veteranos, como Retabet, que opera con todo tipo de licencias y con servicios de live streaming, eSports en gran variedad de disciplinas, Casino, o Ruleta en Vivocon con la tecnología más ergonómica para adaptarse a todos los variados perfiles de apostador.
Disfrutarás además de una navegación muy intuitiva para los más iniciados, contenido educativo y bien distribuido, y un fácil proceso de registro con todas las garantías de legalidad. Se incorpora además la función cash out, para cerrar tu apuesta antes de que finalicen tus partidos favoritos.
Se escapó el Mundial
El golpe más contundente ha sido, sin duda, el reciente resbalón en el Mundial. La selección española de balonmano se despidió de cualquier opción para cuartos tras caer por 29/35 ante Portugal. Kiko Costa, la super estrella lusa, acometió como un tornado, escabulléndose a segundos por hora entre las filas defensivas de los Hispanos. La colaboración entre el pequeño de los Costa y el portero Diogo Marques, que no permitió mucho resuello a la selección deteniendo doce balones, fue la simbiosis perfecta.
Consciente de que al conjunto español sólo le valía la victoria para seguir en pie por la lucha de cuartos, Jordi Ribera urdió la estratagema de la sorpresa: apostó de inicio por la ventaja defensiva de 5 contra uno con Barrufet en avanzada. La fórmula funcionó durante un tiempo para poner freno a los peligrosos hermanos Costa, pero una vez que se acostumbraron a jugar al despiste y encontrar los huecos, el partido quedó sentenciado.
Los dos hermanos portugueses no pararon de crear problemas a las líneas españolas, que enseguida se vieron obligados a recurrir a las faltas para ganar tiempo. Esto sólo agravó la situación, al incrementar las exclusiones y tener que sostener el partido con la inferioridad numérica. Los mejores: Ian Tarrafeta y Agustín Casado, que, a pesar del desaliento, encontraban la oportunidad de gol en cada incursión contraria.
Otra de las piezas fundamentales del equipo fue Dani Fernández, cuya lamentada exclusión supuso una brecha incurable en la defensa. Más de nueve minutos sin anotar generaron una dinámica tóxica en la selección de Jordi Ribera y fue entonces cuando el huracán Costa provocó los mayores destrozos. Los Hispanos no se rindieron, situándose a tres tantos de diferencia. Pero la eliminación para cuartos y la general del campeonato quedó consumada con la derrota y con la paralela victoria de Brasil frente a Suecia, de cuyo encuentro se dependía para tener otra oportunidad.
El partido contra Brasil había que jugarlo, pero ya sin opciones. La selección brasileña de balonmano, último verdugo de España en la competición, tampoco pudo romper los pronósticos, cayendo eliminada frente a Dinamarca. Tras vencer por un punto a Alemania, los portugueses se han reafirmado como la revelación del campeonato y tienen serias opciones de disputar el trofeo con el conjunto escandinavo.
2022, polémico arbitraje
Aunque desde las filas directivas no desean nombrarlo, quizá debido a un retrospectivo ejercicio de ahuyentar la superstición, uno de los principales objetivos de la selección española continúa siendo la revancha de aquel europeo de 2022 que se escapó por los pelos. Y también por algunos errores colegiados. El guardameta español Pérez de Vargas expresaba con palabras algo que todo espectador había tenido en mente durante todo el partido: “Todos nos equivocamos, los árbitros también». El portero consideraba que pudieron existir faltas previas a Joan Cañellas antes del siete metros que anotó Ekberg.
Todo aficionado al balonmano lo recuerda. Medalla de plata que no pudo contener la rabia acumulada ante un partido donde varias veces se acarició el merecido triunfo. Aún así, atesorar la cuarta medalla consecutiva en un campeonato de Europa que, hasta entonces, había sido feudo español, fue un enorme motivo de celebración. No en vano, veníamos de ganar el europeo en 2018 y en 2020.
En el último europeo de 2024 España se descolgó de la tabla al perder contra Croacia y empatar con Austria, lo que nos dejaba fuera de un certamen donde los Hispanos partían como favoritos. La final otorgó a Francia el cetro del campeonato, una batalla épica frente a Dinamarca, recuperando así un título que no ganaba desde 2014.
En el minuto 2 el partido ya estaba empatado, con una acción de Mem, provocando los siete metros. A los seis minutos el partido ya se ejecutaba con un ritmo frenético, obligando a espectadores y jugadores a no pestañear. A los 15 minutos de partido el portero danés ya había detenido el 50% de los disparos a puerta. Fue entonces cuando una polémica señalización arbitral frenaba un contraataque francés muy claro para terminar excluyendo a Gidsel, primer descarte forzado de Dinamarca. Francia, a pesar de las dos exclusiones, se colocaba a dos goles de ventaja.
Francia volvía a afianzar su superioridad tras el desempate del minuto 52. A cinco minutos escasos del final, marcaba Gidsel en inferioridad numérica y fallaba Remili el siguiente ataque, aunque Dinamarca continuaba cediendo y el técnico pedía tiempo restando el 1´18. El encuentro llegó a prórroga, suponiendo el cuarto título europeo para ‘les experts’.
La selección española debe esperar todavía un poco más para comenzar a visualizar una final parecida. De momento, Los Hispanos continúan dando pasos de gigante en las rondas clasificatorias, un ejemplo de fortaleza teniendo en cuenta los últimos embates sufridos.