No habrá guerra en el PNV. Tal y como contamos en MONCLOA la formación jeltzale se encaminaba hacia una Asamblea Nacional para los próximos días 29 y 30 de marzo marcada por dos opciones muy antagónicas para ocupar la presidencia del histórico partido: Andoni Ortuzar y Aitor Esteban. El primero preside el partido desde 2013 y el segundo es el portavoz de la formación nacionalista en el Congreso de los Diputados. La dimisión de Ortuzar ha evitado el choque.
El hastío de una militancia que ve cómo el PNV va perdiendo afección mientras que otro partido nacionalista, en el espectro de la izquierda, EHBildu, va tomando cada vez más poder institucional e ilusionando a una población que no necesariamente votaba antes a opciones de izquierda. Ortuzar lleva en poder jeltzale desde 2013 y en esta década larga muchas cosas han cambiado a nivel social, económico y cultural. Un nuevo escenario que Bildu parece haber leído mejor que el histórico PNV.
Las voces a favor de un cambio en el partido llevan sonando desde hace tiempo y la Asamblea Nacional era el mejor escenario, pero Ortuzar era el favorito en los batzoquis (sedes locales del PNV). Ortuzar contaba con el máximo apoyo en Álava, Navarra e Iparralde (País Vasco francés), y mantiene el primer puesto en Vizcaya, el territorio más potente del PNV. No en vano, Ortuzar no sólo preside el partido, sino que está al frente del Euzkadi Buru Batzar (Comisión Ejecutiva del PNV en el País Vasco) y de Bizkai Buru Batzar (mismo órgano para al nivel de la provincia vizcaína).
EL PAPEL DE MIREIA ZARATE
Aunque Ortuzar controlaba la musculatura del partido sobre todo en Vizcaya, en los dos últimos días se han publicado en varios medios de comunicación veladas acusaciones de nepotismo por el cargo que ocupa su pareja. Su relación con Mireia Zarate es uno de esos temas de los que se habla en los partidos, pero siempre sin dar la cara. La joven de 38 años es la presidenta de la Fundación Sabino Arana.
La pareja de Ortuzar lleva en la política dese su adolescencia. En 2011 se convirtió en diputada del parlamento vasco. Cinco años más tarde ya estaba en la Ejecutiva Nacional. Lo cierto es que la relación de Zarate con Ortuzar ha intentado ser lo menos visible posible. Nunca les ha interesado que su vida se publique en los medios.
El presidente del PNV estuvo unido durante años en matrimonio a Zoraida Ugalde, madre de sus dos hijas: Garazi y Maddalen. La primera es quien más ha roto la tónica familiar de la discreción debido a su actividad como influencer. Su fichaje en 2024 por el área de marketing de Iberdrola en 2024 hizo que las críticas de supuesto nepotismo surgieran. Se volvió a hablar de las puertas giratorias como en los tiempos más duros de la crítica a los partidos históricos.
Una acusación de favorecer a los suyo que en los dos últimos días algunos medios han sacado a la luz, convenientemente, algunos medios de comunicación en relación al puesto de Mireia Zarate.
NO HABRÁ GUERRA EN EL PNV
Dicen que estas publicaciones han molestado mucho a Ortuzar y que la decisión de abandonar su carrera a la reelección viene motivada por no querer “verse afectado por una guerra de fango”. Ortuzar ha acusado un disparo que sabe que viene de “fuego amigo”.
En política, las casualidades no existen y mucho menos cuando hay en juego la presidencia de una las formaciones políticas claves en España y que, a su vez, atraviesa un momento complicado con su hegemonía electoral amenazada por el crecimiento de EHBildu.
La formación jeltzale siempre ha transmitido una idea de unidad, de todos a una. Oficialmente, en el PNV nunca hay distintas corrientes. Sin embargo, la vida y la política son como son y el PNV no es especial. Como en cualquier partido siempre ha habido guerras cuyas causas eran evidentes, pero de las que fuentes oficiales del partido nunca confirmaban.