La vida política de Euskadi ha dado un vuelco a cuenta de un tuit publicado en la madrugada del viernes al sábado por el portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban.
El aplaudido orador daba la sorpresa al dejarse querer por la militancia de su partido, que le ha dado apoyos para ‘pasar de fase’ y poder optar a ser el próximo presidente de la formación fundada por Sabino Arana pese a que no se había postulado en público para ello.
«Abrumado y agradecido por las muestras de confianza y apoyo. Es la hora de la afiliación», escribió el diputado para enfado del favorito para la reelección Andoni Ortuzar (que lleva 12 años al frente del partido hegemónico en Euskadi y se ha mostrado abierto a seguir en el cargo).
DE PASEO MILITAR A RUIDO
La falta de simpatías que genera el bilbaíno Ortuzar en algunos batzokis gipuzkoanos (que son algo así como las Casas del Pueblo del PNV) y el hartazgo de parte de la militancia tras su decisión de intentar aferrarse al cargo después de varios meses en los que había insinuado que el partido debía renovarse han otorgado apoyos a Esteban.
Ortuzar había asegurando que en 2021 siguió en el cargo porque la crisis del coronavirus y el auge de Euskal Herria Bildu le empujaron a ello. Pero en 2025 sus argumentos para seguir no resultan tan convincentes.
Se preveía que las elecciones internas del PNV iban a ser un paseo militar para él, que sin embargo se podría tener que fajar contra una de las principales figuras para mantenerse como mandamás de los jeltzales.
Ortuzar forzó la caída del lehendakari Iñigo Urkullu (sustituido por Imanol Pradales en las últimas elecciones autonómicas) y ha obligado a la renovación del partido en Vizcaya, Gipuzkoa y Álava. Pero el que parece no querer renovarse es él.
Tampoco está muy dispuesto Arnaldo Otegi, que barrerá en el proceso interno que renovará los principales cargos de Euskal Herria Bildu. En sectores de la coalición abertzale se tiene un malestar por la marginación que sufre el sector mayoritario de Eusko Alkartasuna que lidera el navarro Maiorga Ramírez.
CERDÁN SE HACE CON ARAGÓN
La candidatura patrocinada por el expresidente autonómico Javier Lambán y liderada por su secretario de Organización Darío Villagrasa ha descarrillado y se ha hecho a un lado ante el previsible triunfo de la ministra Pilar Alegría, que se hace con el control de una federación crítica con Pedro Sánchez desde hace casi una década.
Santos Cerdán ya se garantizó el control de las federaciones de Andalucía, la Comunidad Valenciana, Castilla y León, la Comunidad de Madrid o La Rioja, por lo cual tan solo se quedan fuera de su radar de poder las de Castilla-La Mancha (con Emiliano García-Page al frente) y Extremadura (con Miguel Ángel Gallardo al frente).
A ambos territorios se les puede unir Cantabria si el diputado estatal Pedro Casares se impone al candidato mimado por Ferraz, el exvicepresidente autonómico Pablo Zuloaga.
PRIMARIAS SANADORAS
En otras formaciones las primarias han despejado cierto ruido interno. Es el caso de los independentistas Esquerra Republicana de Catalunya y Junts per Catalunya tras el triunfo de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont.
En Izquierda Unida también han apretado filas tras la victoria de Antonio Maíllo sobre la ministra y mano derecha de Alberto Garzón, Sira Rego. Maíllo ha impulsado la plataforma Convocatoria por la Democracia, que guarda reminiscencias con la Convocatoria por Andalucía que lideró Julio Anguita y sirvió del ejemplo que debía llegar el PCE para lanzar Izquierda Unida en 1986.
Donde no existen primarias a nivel autonómico es en Vox, que funciona a nivel interno como un cuartel. El líder ultraderechista Santiago Abascal se garantiza la paz interna con esta postura que fue aprobada en marzo de 2022.