El PSOE de Pedro Sánchez está herido, pero no muerto políticamente. Incapaz de alcanzar consensos y sin tomar medidas de urgencia tras su derrota más dolorosa en los siete meses de legislatura y tras seis años en el Gobierno.
El Gobierno de Pedro Sánchez se niega a aceptar la situación de la minoría parlamentaria, como también rechaza de plano la convocatoria de elecciones generales pese a ser incapaz de lograr consensos de Estado tras negar cualquier negociación con el PP para revalorizar las pensiones, ayudas a los damnificados por la DANA y mantener los descuentos en el transporte.
En ese paquete de medidas también se encontraban prebendas a los nacionalistas vascos, como el pago de 15 millones de euros por un palacete en París, mantener la permisividad de la ‘okupación’ ilegal de viviendas, un nuevo ataque al Poder Judicial con una reforma, junto con una subida del IVA de los alimentos y de la luz al 21%. A todo ello el PP votó en contra precisamente por estar todo en el mismo paquete.
Todo en uno, pero se eliminó de la ecuación el impuesto a las energéticas dado el rechazo automático del PNV. ¿?
EL GOBIERNO SE NIEGA A REVALORIZAR LAS PENSIONES CON UN NUEVO TRÁMITE
Medidas que nada tienen que ver unas con otras y por esta razón el PP y Junts votaron en contra. «Si el Gobierno de PSOE y Sumar tiene urgencia por incrementar las pensiones y ayudar a los afectados que perdieron todo por las riadas solo tiene que coger esas medidas, reunir de forma extraordinaria al Consejo de Ministro, aprobar el decreto ley y tramitarlo de urgencia en el Congreso de los Diputados», señalan fuentes parlamentarias del PP a MONCLOA. Llevarlo a pleno sería cuestión de semanas «porque todos los grupos votarían de forma favorable a las mismas».
«No hacerlo supone dejación de funciones», apuntan. Pero en el Gobierno no están por esa labor de conciliación, sino instalado en la confrontación, haciendo una oposición a la oposición desde La Moncloa. Esta situación no es inaudita en un Ejecutivo socialista. José Luis Rodríguez Zapatero lo hizo durante sus dos legislaturas, hasta que fue arrollado por su propia ideología y una crisis que negó en innumerables ocasiones. El propio ZP puso a España como ejemplo mundial antes del terremoto económico de 2008. «Estamos en la Champions League», afirmó.
Con un discurso similar en lo económico, Pedro Sánchez afirma que España atraviesa una situación imbatible, «la primera potencia del mundo», asegura desde Davos, pese a que los índices de pobreza por una inflación desbocada, sin apenas crecimiento respecto a los precios, con elevados índices de criminalidad -especialmente en Cataluña- y una desatada crisis en la vivienda hacen mella en los bolsillos de los españoles, que ven como son acribillados a impuestos año tras año.
MONCLOA SACA A LOS CALLADOS SINDICATOS A LA CALLE
«El PP ha votado en contra de la revalorización de las pensiones. El Gobierno no tiene que mover ficha cuando han votado ‘no’ a la medida», afirman desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez. El mensaje se cuela en los medios afines y también en las cúpulas de los dos sindicatos más importantes de España, callados durante seis años y que saldrán a la calle contra la oposición, como si el PP, Junts y Vox tuvieran responsabilidad alguna en la falta de consenso de un Ejecutivo «herido, tocado y enrabietado», según puntualizan las fuentes consultadas.
«Es el Gobierno quien debe alcanzar los acuerdos. Si no saben negociar, que deje paso y convoque elecciones», apuntan. «En el PP estamos a disposición de la ciudadanía, pero nunca aceptamos los chantajes, sean de los independentistas o vengan del independentismo», advierten.
En el PSOE buscan ahora asentar su discurso y calentar las calles, mientras Pedro Sánchez ha evitado pisar las zonas afectadas de Valencia desde hace tres meses. Tan solo ha mantenido un encuentro con 28 de los 78 alcaldes de los municipios afectados y se niega a reunirse o aprobar las ayudas para la Generalitat de Valencia, mientras sí se encarga de infraestructuras municipales. Eso sí, el Gobierno todavía no ha movido un dedo para encauzar el barranco del Poyo cuatro meses después de la catástrofe, como obliga a mantener el silencio a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) evitando su presencia en reuniones y llamamientos de la Generalitat.
Con la pérdida de la confianza empresarial tras el asalto en Telefónica, sin consenso político y alejado de la sociedad, el PSOE y el Gobierno se conjuran para montar una macromanifestación en todas las ciudades de España con el apoyo de sus sindicatos afines para mostrar una falsa imagen de comunión con la ciudadanía.
Lo hace de la mano de los mismos sindicatos que no han movido un dedo por los elevados precios de la electricidad e hicieron el ridículo cuando salieron a protestar en 2022 por la subida de los precios. En Madrid no lograron reunir a más de 500 personas en su última movilización.
EL PSOE REPITE SU RELATO, PERO SE OLVIDA GOBERNAR
El PSOE se ha movido en redes sociales con el mismo mensaje en todos los perfiles autonómicos y municipales. La estrategia no es nueva ni mucho menos, huele a rancia, como hace una década. En la oposición y en 2013, los socialistas convocaron no una ni dos ni tres ruedas de prensa para manifestarse contra los recortes. Fueron cuarenta ruedas de prensa para decir exactamente lo mismo, cuarenta convocatorias sin cambiar una coma en el discurso.
Los socialistas olvidan que la obligación de sacar adelante sus medidas no es de la oposición, sino del propio Gobierno. Y es que, hacer oposición a la oposición solo genera el efecto contrario. «Los socialistas no gobiernan, los socialistas hacen ahora la oposición al PP y le responsabilizan de sus fracasos. Si no pueden sacar adelante ni una norma, es mejor recoger y hacer las maletas», destacan las fuentes.
Con esta derrota, el PSOE y el Gobierno están en condiciones de poder convocar elecciones. No hay presupuestos, no hay negociación ni con ERC, tampoco con Podemos. La coalición del bloque progresista solo ha conseguido romperse, pero los socialistas se niegan a salir de La Moncloa, su altavoz más potente.
EL PNV Y SU POLÍTICA DE RECOGER LAS NUECES
El Gobierno del PSOE se mantiene vivo por el PNV y Bildu, convertidos en fieles escuderos del sanchismo dadas las prebendas obtenidas a cambio de sus votos. Es conocida la recogida de nueces en el PNV, los «aprovechategui» en la política del cuánto peor mejor, pero pasando de puntillas con un rechazo a la subida de impuestos a las eléctricas.
Los nacionalistas vascos de Aitor Esteban también se suman al carro de señalar al PP como el culpable de que el Gobierno no saque adelante sus medidas. ¿Hubiera votado el PNV a favor de encontrarse el impuesto a las energéticas en el decreto de la revalorización de las pensiones? «La respuesta es muy clara», indican.
¿Hubiera votado el PNV a favor de encontrarse el impuesto a las energéticas en el decreto de la revalorización de las pensiones?
¿Por qué el Gobierno de Pedro Sánchez sí sacó la medida por separado? ¿Por qué no lo hace con las pensiones o los descuentos en el transporte? ¿Y con los decretos de la DANA? «La respuesta es clara», reflexionan las mismas fuentes a preguntas de MONCLOA.
Los de Aitor Esteban tratan de taparse tras la traición al Gobierno de Mariano Rajoy. En 2018, los nacionalistas vascos, fervores creyentes y supuestamente de derechas apoyaron los Presupuestos de aquel año para una semana después tirarse a los brazos de Pedro Sánchez al votar a favor de la moción de censura.
EL PNV Y SU PATALETA POR 15 M€
Desde aquel gesto, las relaciones entre ‘populares’ y nacionalistas están prácticamente rotas. Ahora el PNV trata de hacer ver que las relaciones se han roto por su voto en contra del ‘decreto de la macedonia’, como se denomina ya a este decreto ómnibus con medidas tan sociales como la entrega de 15 millones de euros al PNV por el palacete de París. Toda una oda a la demagogia y al chantaje.
Con este PNV no se puede negociar
No obstante, en Génova 13 conocen muy bien al PNV, el partido que dice estar contra el terrorismo y con la ley mientras busca cualquier subterfugio para excarcelar a etarras, mientras su alianza con el PSE de Eneko Andueza permite aún los homenajes a quienes asesinaron vilmente a más de 800 personas y provocaron el exilio de 200.000 personas por los atentados, amenazas, extorsiones y secuestros de ETA.
«Con este PNV no se puede negociar», advitos al buscar su interés personal y de partido antes que el bienestar de todos los españoles.