PPF es una sigla de uso muy frecuente en España y que los fanáticos de los coches lo están aplicando. El PPF o Paint Protection Film (Película protectora de la pintura) es un vinilo que se puede poner en el vehículo para protegerlo de diversos daños como golpes, arañazos o inclemencias climáticas como la caída de granizo. Hasta el momento, este sistema de protección es un verdadero furor entre los españoles y muchos eligen implementarlo a pesar de las consecuencias negativas que puede traer.
Este vinilo tiene una composición gruesa que, originalmente, muchos los usaron para ciertos segmentos del coche como capó, parachoques, espejos o aletas delanteras, aunque la mayoría opta por colocarlo en el vehículo completo. De esta manera, la pintura también queda protegida y se puede evitar cualquier tipo de roce o golpe que otro conductor puede realizar en la vía pública o en la carretera. Aunque su precio es elevado muchos expertos confirman que vale la pena su implementación.
1Las ventajas del PPF y su diferencia con otros tratamientos
Además del PPF existe un tratamiento similar que se encarga de proteger la durabilidad del coche y su coraza exterior. Se trata del conocido como «coating» o tratamiento cerámico cuyo objetivo no sólo es proteger, sino mantener el color real del coche, impidiendo la oxidación de la pintura y cuidándola de la exposición a los rayos del sol. Este sistema consta de la colocación de una capa líquida que se solidifica, sellando la carrocería y generando una película protectora.
El coating permite la que suciedad no se instale en el coche, cuidando su aspecto exterior del paso del tiempo. Al contrario del PPF, este sistema posee una durabilidad de 2 a 5 años mientras que la película protectora de la pintura tiene una vida útil de 5 a 10. Según los especialistas, las diferencias entre ambos tratamientos es muy fina. Mientras el tratamiento cerámico protege al coche del paso del tiempo, el PPF lo hace de los daños físicos.