Poco a poco desde 2020 se va instaurando el uso de los los dispositivos electrónicos de control (DEC), más conocidos como ‘táser’, entre todas las policías de municipales de España. Un hecho que ha cambiado la forma de las actuaciones policiales en España y que en Madrid se ha normalizado por parte de su policía municipal.
El funcionamiento de estos dispositivos es sencillo y a través de la emisión de una descarga eléctrica controlada. Un método que ha demostrado ser eficaz en situaciones críticas donde se requiere una respuesta rápida y segura. Su uso está regulado y adecuado por normativas específicas que establecen claramente las circunstancias en las que pueden ser empleadas.
Estas pistolas ‘táser’ funcionan mediante el lanzamiento de dos dardos unidos al arma por medio de un cable. Estos dardos, al alcanzar el cuerpo de la persona objetivo, transmiten una carga eléctrica que provoca una parálisis temporal. El efecto se logra a través de una descarga eléctrica de 50.000 voltios y 1,5 miliamperios durante cinco segundos.
Dado el alcance y potencia de este tipo de dispositivos, el uso del ‘táser’ en la Policía local española está regulado para situaciones de urgente y extrema necesidad, donde la vida de un individuo está en riesgo. Ya sea la del agente, la víctima o el sujeto contra el que se emplea el arma.
NORMALIZACIÓN MADRILEÑA
Tras los buenos datos de los policías municipales de Madrid con este arma desde finales de 2020, el consistorio ha querido poner en valor a través de números las intervenciones con este método. El Ayuntamiento ha explicado que los policías municipales han activado el protocolo de ‘táser’ un total de 160 veces.
De estas, en 28 ocasiones los han tenido que desenfundar y solo 13 veces se vieron obligados a descargar su carga incapacitante temporal tras no deponer su actitud los requeridos. Es decir, en el 92 % de los casos la activación del protocolo ‘táser’ por los agentes municipales bastó para solventar la situación.
Con estos datos queda subrayado el alto poder disuasorio de estos dispositivos que han servido para resolver situaciones de alto riesgo y gravedad en estos cuatro años, según se indica desde el consistorio madrileño.
En este sentido hay que subrayar que su uso se reserva para intervenciones límite con grave peligro para la vida o integridad física de las personas en las que se opta por un medio proporcionado y garantista para la seguridad de todos, en virtud de los principios policiales de congruencia, proporcionalidad y oportunidad, en vez de emplear armas de fuego.
La Policía Municipal cuenta actualmente con un total de 350 DEC, que tras su adquisición comenzaron a llegar y repartirse a partir de finales de 2020 entre las 22 comisarías de distrito y otras unidades del cuerpo (los cuatro primeros llegaron unos meses antes, a mediados de año, para formación).
Para las seguridad jurídica de los agentes y de la ciudadanía los dispositivos incluyen un total de 700 cámaras corporales asociadas que graban las intervenciones desde que se desenfunda el ‘táser’ para garantizar su correcto uso. El Ayuntamiento ha destinado a estos dispositivos 1,3 millones de euros en total, en tres lotes.
FORMACIÓN PARA SU CORRECTO Y EFICAZ USO
Desde su adquisición, el Ayuntamiento ha formado a un total de casi 2.200 policías (tanto de la Policía Municipal como de otros cuerpos de diferentes administraciones, comunidades y ciudades), principalmente como usuarios, pero también como instructores (72), en un total de 166 ediciones de formación.
Estos entrenamientos tienen lugar en el Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) del Ayuntamiento. La Policía Municipal de Madrid es uno de los cuerpos de referencia a nivel europeo en la utilización de estos dispositivos, incorporados al cuerpo madrileño antes que en policías de otras administraciones de mayor tamaño. Dado la importancia del cuerpo dentro de la capital.
Entre las 160 veces que los policías municipales activaron el protocolo ‘táser’ en estos cuatro años, logrando un efecto disuasorio, destacan intervenciones como la acaecida en mayo de 2021 en Moratalaz, con la presencia también de los GEO, cuando un varón ebrio y armado con un hacha amenazó a su pareja. En abril de ese año, en San Blas-Canillejas, cuando un hombre armado con un cuchillo intentó agredir a los agentes y autolesionarse;
Otra fue en septiembre de 2021, en Tetuán, cuando se detuvo a un varón que perseguía y amenazaba con un cuchillo a otra persona, o en diciembre de ese mismo año, cuando en una plaza de Centro un individuo amenazó con un cuchillo al dueño de un puesto de castañas y, como en los casos anteriores, al ser advertido del posible uso del DEC, depuso su actitud y fue detenido. Hay que señalar que En una tercera parte de las 13 ocasiones en las que ha sido necesario utilizarlos fue ante autolesiones de los implicados.
MEJORES MEDIOS Y AVANCES TECNOLÓGICOS AL SERVICIO DE LA POLICÍA
La premisa del Gobierno municipal es clara, mantener el compromiso para dotar de los mejores medios a los cuerpos de seguridad y emergencias de la ciudad, también con novedades tecnológicas y la formación adecuada que mejoran su trabajo diario y la actividad policial. Todo ello para contribuir a que Madrid sea una de las ciudades más seguras de Europa.
En este sentido, la corporación municipal destaca también la importancia de los sistemas de videovigilancia que incorporan inteligencia artificial, ya instalados en Marconi, Chueca, Puerta del Sol y, desde hace unos días, en las plazas del Dos de Mayo y Elíptica. A finales de año, además, las cámaras que se están tramitando para la calle Cullera y los parques Calero y Pradolongo ya dispondrán de esta tecnología, lo que supondrá una cuarta parte de todas las que opera Policía Municipal.
Con todo esto el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida persigue tener policías preparados y motivados para sacar a esta tecnología el máximo rendimiento. Contando además con la formación de los mismos en un centro de referencia en toda España: el CIFSE. Que sigue sus mejoras para lograr la preparación de una policía municipal al servicio de la capital.
