«Yo nací en La Cerezal (Asturias), que eran cuatro casas, rodeadas de selva. ¿Qué hacía yo en la Castellana?». Con estas palabras recordaba Gerardo Iglesias su paso por la capital, que se le atragantó desde un primer momento.
El que fuera coordinador general de Izquierda Unida entre 1986 y 1989 mira desde su retirada en el Principado que la federación de partido que contribuyó a fundar hace casi 40 años vuelve a estar liderada por un hombre de provincias, Antonio Maíllo.
La diferencia es que la ola literaria y política en favor de la España Vaciada ha hecho comprensible que Maíllo quiera dirigir IU desde Sevilla, ¡faltaría más!
MAÍLLO LO AVISÓ EN CAMPAÑA
Maíllo ya avisó en las primarias de su formación que pretendía confeccionar una dirección «de carretera y manta». «. En todo caso, Sevilla y Madrid están bien conectadas, se puede ir y venir», advirtió.
Julio Anguita no tuvo tanta suerte y en 1989 tuvo que cambiar Andalucía por Madrid. ‘El Califa’ se instaló en Madrid a finales de los años 80 y en 1996 se trasladó a un chalet en busca de tranquilidad y seguridad.
Anguita sufrió una cacería idéntica a la que padecería Pablo Iglesias años después. «¿La mujer del César debe ser honrada o parecerlo? Aparentemente IU cometió el error de pensar que bastaba con serlo», escribía El País.
El diario de Prisa, entonces enfrentado a IU por la escasa docilidad que mostraba hacia el PSOE, añadía. «La búsqueda de un nuevo domicilio para Julio Anguita que cumpliera mínimamente las condiciones de seguridad llevaba gestándose desde hacía meses. Y, por más que se intentó mantenerlo en secreto, el chalé de Anguita era un secreto a voces dentro de la coalición. Y motivo de disgusto y preocupación por sus características, poco acordes con la austeridad que IU había venido preconizando», decía el diario.
NI VALLADOLID NI LEÓN: SORIA
Carlos Martínez ha asumido la secretaría general del PSOE de Castilla y León. Pero el todavía alcalde de Soria ya ha dejado claro que no está dispuesto a cambiar la capital de la provincia menos poblada de la región por Valladolid.
«Quiero mandar un mensaje de tranquilidad a mi madre y a mis dos hijos, que ya van siendo mayores, y estaban muy preocupados porque han escuchado que su padre se muda a Valladolid. No me voy a mudar, y voy a luchar por que mis hijos se queden en esta tierra, es una de las cosas que más me motiva en la lucha y en la que más he pensado a la hora de tomar la decisión de ser candidato», señala.
El nuevo barón prevé que serán unos meses apasionantes «los que vienen, con muchos viajes por todas las provincias, y tocará tirar del apoyo de la familia que es al final quien lo va a pagar».
Martínez asegura que no dejaría la alcaldía «mal que le pese a muchos. Voy a estar hasta al final en el proyecto de transformación y modernización de Soria que iniciamos hace veinte años».
MADRID NO ES SANTIAGO
Los madrileños ven con menos desprecio a los provincianos que lo que lo hacen los provincianos asentados en Madrid hacia sus paisanos que llegan a la ciudad, tal y como ocurre con algunos inmigrantes hacia otros compatriotas que traspasan fronteras.
Quizá por ello Federico Jiménez Losantos, natural del pequeña municipio turolense de Orihuela del Tremedal, tenga tanta fijación en recordarle a Alberto Núñez Feijóo sus orígenes. Y explicarle que Madrid no es Santiago de Compostela.
También le recuerda que muchos buenos futbolistas y novilleros de provincias se quedaron por el camino por el miedo escénico que sufrieron en el Santiago Bernabéu o Las Ventas.
Es evidente que Alberto Núñez Feijóo no podía dirigir el PP desde Galicia, pero a cambio se ha traído a su equipo gallego a dirigir Madrid. Si la montaña no va a Mahoma…