Puigdemont aprieta al PSOE y a Pedro Sánchez con la moción de confianza

Junts y Puigdemont elevan el nivel de tensión contra el PSOE y el Gobierno de Pedro Sánchez. El pacto de legislatura arrancado y firmado por Santos Cerdán en Waterloo junto a Carles Puigdemont y una gran foto con una urna del referéndum ilegal como testigo se ha convertido en un auténtico papel mojado y los irredentos independentistas se niegan a aceptarlo, hasta el punto de dar un ultimátum a los del puño y la rosa que expira esta misma semana.

Junts no da su brazo a torcer tras el fracaso de la aplicación de la amnistía y en las elecciones autonómicas, con un PSC de Salvador Illa buscando apoyos para aprobar los Presupuestos ante la negativa de ERC y de Podemos a facilitar la votación. Los de Carles Puigdemont exigieron el gobierno catalán a cambio de su apoyo a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, pero Illa se negó a tal pacto.

Desde entonces, los socialistas han jugado con el «miedo a la derecha y ultraderecha» para obtener los votos de Junts, pero el discurso y el relato se han diluido como un azucarillo ante la negativa de los de Puigdemont a dar el sí a la nueva ley de Extranjería y el reparto de los menores no acompañados (menas) ante el auge de Aliança Catalana, el partido de Sílvia Orriols cuyos principios son inamovibles, obteniendo un buen resultado en el Parlament y en auge en las encuestas ante los elevados índices de criminalidad e inseguridad.

PUIGDEMONT AMENAZA CON ROMPER CON EL PSOE

Desde hace meses, el PNV está avisando de que no se puede llevar al límite cada una de las votaciones ni tampoco se puede gobernar negociando ‘in extremis’ cada norma. De la advertencia se ha pasado ahora a los hechos. Los socialistas no tienen apoyos para sacar adelante la ‘ley Begoña’ como tampoco la de Vivienda, de la que Podemos se ha enterado por la televisión de la presentación de la misma, según apuntan fuentes solventes de la formación ‘morada’.

De los avisos de los nacionalistas vascos a los hechos consumados de Junts apenas ha pasado un año y Puigdemont insiste en sus exigencias para poder seguir apoyando al PSOE de Pedro Sánchez en la Cámara Baja, más cuando hay ruidos de tambores de un adelanto electoral ante la pérdida de apoyos parlamentarios que han derivado en la falta de Presupuestos. Para el PSOE es solo «un obstáculo más» de los muchos superados durante la primera y segunda legislaturas de Pedro Sánchez, y consideran que aún terminarán en 2027 sin problema alguno. «Tenemos a Pedro Sánchez en La Moncloa para rato», advierten.

Jordi Turull, secretario general de Junts, tras reunirse con Santos Cerdán, número 3 del PSOE, tras la presentación de enmiendas a la amnistía
Jordi Turull, secretario general de Junts, tras reunirse con Santos Cerdán, número 3 del PSOE, tras la presentación de enmiendas a la amnistía

Junts, no obstante, ha exigido una cuestión de confianza, que solo la puede convocar el Presidente y que la Mesa del Congreso no está dispuesta a tramitar para evitar poner en entredicho la mayoría progresista. En caso de que Francina Armengol no dé el visto bueno, Junts romperá todo vínculo con el PSOE, dejando así la puerta abierta a votar a favor de una moción de censura, esta vez sí, presentada por el PP, que cuenta ya con el apoyo de Vox y a la que solo le faltan cuatro votos para que prospere y se puedan convocar de forma inmediata nuevas elecciones generales.

LA MESA DEL CONGRESO FRENARÁ LA CUESTIÓN DE CONFIANZA DE JUNTS

Para Junts, el apoyo al PP y a Vox es una línea roja, pero dejaría muy tocada la legislatura aunque sea a golpe de rechazo en todas las propuestas realizadas por los socialistas y no son pocas las que deben llegar a la Cámara Baja: convalidación de decretos, ley de Vivienda, ley de Extranjería y reparto de menas y los Presupuestos, entre otros. Cabe recordar que este Gobierno de Pedro Sánchez es el que menos leyes ha conseguido sacar adelante.

Para La Moncloa, cualquier propuesta que ponga en duda el sitio de Pedro Sánchez en lo más alto del Gobierno será tumbada sí o sí en el Congreso. «Ese mandato sólo lo puede convocar el presidente del Gobierno. Nadie más», apuntan fuentes del PSOE.

Tras el más que previsible rechazo en la Cámara Baja a la pretensión de Junts, Puigdemont ha convocado a la plana mayor y a los periodistas en Bruselas para escenificar la ruptura con el Gobierno socialista. No solo no aprobará los Presupuestos, sino que iniciará la presión total por tierra, mar y aire en todos los ámbitos, una acción que marca una línea clara de cara a un posible adelanto electoral, con ERC vendido en el Congreso y con Aliança Catalana sin dar por ahora la escalada a Madrid.

Jordi Turull y el propio Puigdemont ya advirtieron que no tenían ningún tipo de confianza en Pedro Sánchez a la hora de firmar el acuerdo de legislatura. Ha pasado un año y tres meses desde entonces y la situación, lejos de mejorar, ha empeorado las relaciones. No se ha llegado a aplicar la amnistía, se mantienen en secreto las actuaciones en los atentados de Barcelona y Cambrils y no hay viso ninguno de enderezar las relaciones a cambio de más competencias. «Ese saco ya está agotado, al menos de momento», apuntan.

«. En este sentido, no descartó romper toda relación con el PSOE, abandonando así a su suerte toda norma que se vote en el Congreso de los Diputados.