Paradojas de la política: el PNV pasa por sus mejores momentos en sus 123 años de historia y pese a ello Íñigo Urkullu está encontrando serias dificultades para gobernar en Euskadi. Andoni Ortuzar, presidente del partido, pretende rentabilizar el tirón electoral que han demostrado tanto el 28-A como el 26-M.
El PNV fue el partido más votado en Euskadi en las elecciones generales, ganó las elecciones en las tres capitales de provincia y también gobernará las tres diputaciones forales. Sus alianzas con el PSE le dotan de cierta estabilidad.
Pero al pacto entre nacionalistas y socialistas les falta un escaño para alcanzar la mayoría, lo que posibilita a Euskal Herria Bildu, Podemos y PP para frenar las acciones de Gobierno. Un adelanto electoral en otoño podría provocar que la alianza PNV-PSE alcance la mayoría.
NAVARRA, EN EL RADAR DEL PNV
Joseba Egibar, presidente de la facción gipuzkoana del PNV, explicó que las negociaciones con el PSOE tendrán «tres vértices» y afirmó que Pedro Sánchez «debe negociar su investidura, nos necesita, y, si quiere negociar, ya sabe que deberá hablar directamente con nosotros y qué cuestiones vamos a poner encima de la mesa».
La Comunidad Foral de Navarra, afirmó, tiene «una enorme importancia para nosotros. Si no hay acuerdo en Madrid y si, por ejemplo, PSN se alinea en Navarra con la derecha, ¿de qué diantres vamos a hablar con los socialistas en la Comunidad Autónoma Vasca? Navarra tiene una gran importancia. Para mí condiciona a la hora de tomar nuestra decisión».
Egibar recordó que «políticamente lo más importante es Navarra y ver qué quiere hacer Pedro Sánchez con su investidura y qué responde a las cuestiones que tiene encima de la mesa». El PNV es uno de los integrantes de Geroa Bai, coalición que fue tercera fuerza el 26-M.
Javier Esparza, líder de Navarra Suma, señala que el cuatripartito «ha pasado de 26 parlamentarios a 19 y, por contra, aquellos que estábamos en la oposición tenemos una mayoría para conformar un proyecto estable, para conformar un Gobierno constitucionalista en Navarra, que se aleje de políticas nacionalistas e identitarias».
«Estamos hablando de 20 parlamentarios en el caso de Navarra Suma y 11 parlamentarios en el caso del PSN. Si la sociedad navarra hubiera querido que María Chivite fuera presidenta, seguramente el resultado hubiera sido inverso, es decir, 20 parlamentarios hubiera tenido el PSOE y 11 nosotros, pero han dicho lo que han dicho y creo que el mensaje es rotundo y hay que respetarlo», recordó.
PENDIENTES DE LOS PRESUPUESTOS
Joseba Egibar anunció que encarará la negociación de los presupuestos sin demasiada confianza: «Hay tiempo para ver si hay agilidad y disposición, aunque los pronunciamientos no me acompañan al optimismo».
Arnaldo Otegi invitó en campaña electoral a «acabar con el régimen del PNV». Egibar afirmó que «se antoja difícil si salen con estas manifestaciones. Les causa un vértigo impresionante el tener que asumir que hay un sistema de protección social, un modelo socioeconómico sin alternativa que hay que pactar con el gobierno».
Es evidente que si el Ejecutivo que lidera Íñigo Urkullu no salva el asunto presupuestario la legislatura estará vista para sentencia. El PNV podría apostar por un adelanto de las urnas que podría pillar en un muy mal momento a Podemos y el PP, dos de las tres fuerzas que le complican el día a día en el Parlamento vasco.
El PP todavía no se ha repuesto del tortazo de las elecciones generales, cita en la que Javier Maroto perdió su escaño por Álava. Alfonso Alonso no tiene demasiada sintonía con Pablo Casado, por lo que no está descartado que Génova 13 podría forzar su caída si no salva los muebles en las urnas.
El PSE, socio del PNV, sí que ha recuperado parte del tirón perdido e Idoia Mendia podría aprovechar el previsible desgaste de Elkarrekin Podemos para competir contra Euskal Herria Bildu por el segundo puesto.
Esta cita, sin embargo, pillaría a contrapié a formaciones como Ciudadanos y Vox, que no tienen una estructura en Euskadi y no cuentan con líderes asentados en la comunidad autónoma.
Algunas voces cercanas al centro-derecha no descartan una alianza similar a la de Navarra Suma en Euskadi, comunidad en la que Cs y Vox no tienen voz en el Parlamento y en la que el PP sufre una severa crisis agravada por la guerra pública entre Casado y Alonso.