La fiesta en Plasencia (Cáceres) en la que se dieron cita unas 200 personas, algunas de ellas sin mascarillas, sería una falta muy grave, de acuerdo al régimen sancionador de la región, y podría acarrear una sanción de hasta 600.000 euros.
Así se ha pronunciado el vicepresidente segundo de la Junta y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, a preguntas de los medios sobre esta fiesta que fue desalojada por la policía en la madrugada del sábado al domingo.
Vergeles ha tachado la actitud de los participantes como «absolutamente irresponsable», además de añadir que representa un «ejemplo» de que los cuerpos y fuerzas de seguridad están funcionando, ya que procedieron al desalojo del local.
«Ojalá podamos adoptar sanciones en materia de salud pública porque me parece un hecho muy grave, que afortunadamente no es lo habitual, pero me parece un acto muy grave», ha aseverado el responsable autonómico.
Así, el consejero extremeño ha indicado que, de acuerdo con el régimen sancionador vigente en Extremadura, la fiesta tendría consideración de falta muy grave, que lleva aparejada una sanción desde los 60.001 euros hasta los 600.000 euros, porque había en ella «muchas personas que se pusieron en riesgo».
En cualquier caso, José María Vergeles ha indicado que para instruir ese expediente habrá que nombrar instructores para que «se monte bien» el mismo.