Carlos Koplowitz, el conocido como ‘hermano pobre’ de Esther y Alicia Koplowitz, cumple con lo prometido y pasará la Nochebuena cerca de sus famosas hermanas. Claro que no será alrededor del cordero y los turrones. Será en los lugares más vinculados a las reconocidas empresarias.
Carlos pasará la noche del 24 al 25 de diciembre en Madrid dando “visibilidad a mi lucha por los derechos hereditarios de los hijos ilegítimos” en lugares como Paseo de la Habana, el Paseo de los Gaitanes en La Moraleja y frente a la Iglesia de San Ginés en Arenal de 10:00 de la mañana a 1:00 de la madrugada.
“No he recibido mi parte correspondiente de la herencia Koplowitz y, por esta razón, estoy tramitando este asunto ante el Tribunal de las Naciones Unidas en Ginebra. En el marco de esta difícil situación, quiero hacer un llamado público a la solidaridad y a la humanidad, valores fundamentales que nos unen como familia y como sociedad”, asegura Carlos.
37 AÑOS DE LUCHA DE CARLOS KOPLOWITZ
“Mi objetivo es hacer oír mi voz, no solo en defensa de mis derechos, sino también en favor de la dignidad y los derechos humanos de todas las personas que atraviesan circunstancias similares”, añade.
La historia de Carlos Koplowitz y la lucha por su identidad familiar comenzó hace 37 años. Fue en 1988. “Apena había comenzado que ya el abogado de entonces me decía que no tenía ninguna posibilidad ni de ser reconocido hijo de mi padre, ni tener derecho a nada que me venga de mi padre”, explica Carlos.
“En 1991, cuando vine a trabajar como empleado a Madrid en la Fundación Ernesto Koplowitz lleno de muchas esperanzas de resolver mi tema de reconocimiento familiar, o en 2008, cuando vi cómo mi expediente en el Tribunal de Madrid fue archivado por la jueza”, explica Carlos.
Según su relato, el hijo de Ernesto Koplowitiz no escogió bien a sus compañeros para esta lucha: “Un año más tarde, en 2009, me di cuenta de que la razón era que mi abogado de entonces me había manipulado y mentido durante más de 10 años”.
«CONFÍO EN QUE PODAMOS LLEGAR A UNA SOLUCIÓN HUMANA»
“Son 37 años llenos de batallas legales, encuentros, emociones, alegrías y tristezas. Hoy, cansado y triste, aún conservo la esperanza y la motivación de que un acuerdo sea posible con mis hermanas”, reflexiona.
También Carlos quiere dejar claro que su objetivo no es molestar a Esther y Alicia Koplowitz. “No tengo ningún reclamo jurídico hacia mis hermanas”, afirma mientras recuerda que las empresarias “han demostrado en los años transcurridos ser generosas conmigo y siempre han actuado con buena voluntad”.
Por todo ello, Carlos llama a “la empatía, a la reflexión y a la cooperación entre los miembros de mi familia, confiando en que podamos llegar a una solución profundamente humana”. “Quiero también expresar mi disposición a dialogar y a encontrar una solución humana y respetuosa”, añade.
UNA DÉCADA COMO KOPLOWITZ
En 2013 la Justicia determinó que dos de las mujeres más ricas de España, Esther y Alicia Koplowitz, tenían un nuevo hermano: Carlos. El pequeño de la saga nació de una relación extramatrimonial del empresario Ernesto Koplowitz con una mujer venezolana llamada Albertina Rangel. Carlos tenía diez meses cuando falleció el fundador de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) en mayo de 1962 víctima de un accidente de caballo.
Una década después Carlos Koplowitz sigue reclamando lo que considera suyo legítimamente, parte de la herencia del empresario judío alemán que se instaló en la España de la posguerra huyendo del nazismo.
«Me manifiesto por las madres solteras no reconocidas y por los hijos no reconocidos. Quiero que mi caso mediático sirva para que se sepan que hay muchas historias así», afirma Carlos Koplowitz. Más allá de estas manifestaciones, Carlos exige lo que considera que es su derecho como hijo legítimo del fallecido Ernesto Koplowtiz.