El consejo de administración de la empresa cementera y de soluciones para la construcción Cementos Molins ha aprobado este martes devolver su sede social a Cataluña tras situarla en Madrid en 2017, durante el proceso independentista.
En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha detallado que el nuevo domicilio social estará en su planta de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), en la carretera N-340. El consejo ha adoptado la decisión por «unanimidad» tras salir de Cataluña hace siete años ante la incertidumbre generada por el 1-O.
Cementos Molins es la primera gran cotizada en el Mercado Continuo que regresa a Cataluña, mientras el resto aún no se fía de la situación ante un Gobierno débil y entregado al independentismo.
El Gobierno de Pedro Sánchez trabaja en un plan con Junts para obligar a las empresas a regresar a Cataluña para mostrar un nuevo cambio de rumbo. No obstante, el escepticismo se ha instalado en las empresas.
El PSOE de Pedro Sánchez se alía con su socio de legislatura más duro, Junts, para exigir la vuelta de las 8.000 empresas que se marcharon de Cataluña en 2017. El Gobierno busca conseguirlo como sea y su primera opción apunta a una penalización. No obstante, legalmente no se puede. Junts olvida el funcionamiento de las empresas, que lo único que buscan es estabilidad y protección para sus clientes y accionistas para desarrollar su negocio y el independentismo, hoy por hoy, no da estabilidad, por mucho que negocie su viabilidad y amnistía con el Gobierno de Pedro Sánchez.
La nueva exigencia del buscado Carles Puigdemont choca frontalmente con el argumento del Gobierno y de la Generalitat, que negaron sistemáticamente la marcha de empresas con sede en Cataluña. El ‘procés’ ha empobrecido a Cataluña que ahora están buscando fórmulas que obliguen a volver a las empresas. Así, el Gobierno busca la solución para ubicar la sede social en Cataluña, decidiendo así por las empresas.