La Policía Nacional ha llevado a cabo una importante operación en Murcia que ha culminado con la detención de 15 personas implicadas en el robo sistemático de carros de la compra de diversos establecimientos comerciales. Los detenidos, que acumulaban casi 60 detenciones previas, se enfrentan a cargos por robo con fuerza, tráfico de drogas y apropiación indebida.
La investigación se inició tras las numerosas denuncias presentadas por responsables de centros comerciales y supermercados de la zona, que reportaron la sustracción continuada de carros durante todo el año. Cada carro tenía un valor estimado entre 150 y 250 euros, lo que elevaba el valor total de lo sustraído a más de 4.000 euros.
Incautación de drogas y material robado en asentamiento chabolista
Los agentes de Seguridad Ciudadana centraron sus investigaciones en un asentamiento chabolista ubicado en las proximidades del camino Orilla del Río, junto a la avenida Miguel Induráin. Durante el registro del lugar, efectuado el 14 de noviembre, se logró recuperar:
- Cerca de 30 carros de compra sustraídos de diferentes establecimientos
- Más de tres kilos y medio de marihuana
- Una bicicleta perteneciente al servicio municipal de alquiler
- Una cometa de windsurf valorada en 800 euros
- Diversos efectos procedentes de hurtos y robos
El robo de carros de compra supone un grave perjuicio económico para los establecimientos comerciales, que deben invertir importantes cantidades en la reposición de estos elementos esenciales para su funcionamiento. Además del coste directo de los carros, estos delitos generan:
- Pérdidas operativas por la reducción de unidades disponibles para los clientes
- Gastos adicionales en sistemas de seguridad y vigilancia
- Incremento de los costes de seguro y mantenimiento
- Deterioro de la imagen del establecimiento comercial
La actuación policial ha permitido desarticular una organización delictiva que no solo se dedicaba al robo de carros, sino que también estaba involucrada en el tráfico de drogas y otros delitos contra la propiedad. Los detenidos, de diversas nacionalidades, forman parte de una red que operaba principalmente en la zona de Murcia, aprovechando la ubicación estratégica del asentamiento para almacenar y distribuir tanto los carros robados como la droga.
