Juan Lobato se planta este viernes ante el Tribunal Supremo para mostrar toda la documentación acreditada ante notario por el caso de la filtración de secretos del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso, una investigación que en el que está imputado el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, que se dedica ahora a formar a los iraquíes para combatir la corrupción.
Ferraz y La Moncloa han presionado a Lobato para dimitir de la cúpula en el PSM, pero el hasta ahora líder de los socialistas madrileños ha dejado las dos actas que posee, la del Senado y la de la Asamblea de Madrid, ni lo plantea hasta que el Supremo decida si le imputa tras su declaración como testigo. Lobato mostró el documento en la Asamblea de Madrid tras recibirlo de su secretaria de Relaciones Institucionales y mano derecha de Óscar López, Pilar Sánchez Acera. Esa conversación fue llevada ante notario a principios de noviembre, seis meses después de haberla recibido, tras la judicialización del caso.
El hasta ahora líder del PSM es técnico de Hacienda y conoce perfectamente qué tipo de documentos pueden ser lícitos y cuáles no. En el caso de esta filtración, el documento muestra el ofrecimiento de un pacto al fiscal de Delitos Económicos, Julián Salto, un texto al que solo tuvo acceso la Fiscalía y la defensa de Alberto González Amador. El mismo se filtró a los medios y solo la Fiscalía pudo hacerlo con el fin de desmentir una información que apuntaba que fue el Ministerio Público la que ofreció el acuerdo.
El PSOE vio en Lobato a un «traidor» y que no podía seguir al frente del PSM por la quiebra de la confianza entre ambos. No obstante, Lobato tendrá ahora que decir la verdad y puede acabar ahora con el sanchismo, aunque sea llevándoselo a él también debido al posible encubrimiento de un delito, aunque el mantiene la versión de que el documento fue publicado antes por El Plural, que llegó a subir el documento a la web pero en calidad baja en comparación con el folio esgrimido en la Asamblea. Eso sí, contenía los mismos tachones.
Pedro Sánchez, según fuentes consultadas, hará un discurso victimista, poco triunfalista al no tener una candidatura que le haga frente a la reelección
El PSOE afronta su Comité Federal el mismo día que declara Lobato. No será un paseo triunfal para Pedro Sánchez, que espera un baño de masas y sin críticos a la vista, debido a los casos de corrupción que asolan al partido y a la familia del presidente del Gobierno, con su esposa, Begoña Gómez, y su hermano, David Sánchez, imputados en sendas causas judiciales. También estará muy presente Víctor de Aldama, cuya confesión y ristra de corroboraciones de informaciones publicadas hasta ahora, deja a los socialistas muy tocados, aunque ninguno de ellos mostrará las críticas en público.
LOBATO Y ALDAMA, MUY PRESENTES EN EL CONGRESO DEL PSOE
Pedro Sánchez, según fuentes consultadas, hará un discurso victimista, poco triunfalista al no tener una candidatura que le haga frente a la reelección, y con duras críticas a la derecha y extrema derecha. Asimismo, Lobato y Aldama estarán más que presentes, pero todo dependerá de una declaración que puede enterrar carreras políticas, empezando por González Acera y el propio Óscar López.
Lobato busca hacer política de sus mayores referentes, con honestidad y sin hacer de la necesidad virtud. Si finalmente sale sin un rasguño judicial, tendrá más fácil volver a las agrupaciones y unirlas de nuevo, como ha hecho en los últimos tres años, para presentarse a unas primarias, las más duras que ha tenido el PSM en décadas, contra previsiblemente Óscar López. Ferraz, por su parte, ya ha montado la campaña para su delfín, con el que buscan hacer oposición a Ayuso, implacable hasta ahora con todos los rivales que se han enfrentado tanto en el pleno como en las urnas. De hecho, no le queda ninguno de los que inició la legislatura.
MONCLOA, SIN LÍMITES PARA MANTENER A SÁNCHEZ
Con la filtración a Lobato, La Moncloa muestra hasta qué límite está dispuesto a llegar para tumbar a un rival político. Y es justo este foco donde el PSOE se muestra cada vez más incómodo. «Se ha utilizado a un ciudadano anónimo para atacar a Ayuso», afirman voces del PSM. «Esto no es política, es otra cosa», señalan sin entrar en descalificativos. «Si el PP hubiera hecho lo mismo no solo se pediría la dimisión de Ayuso sino cabezas en Génova 13 y manifestaciones. Sin duda alguna», explican a preguntas de este medio.
En Ferraz utilizan a Lobato como el cortafuegos, el escudo para parapetarse de un nuevo señalamiento, esta vez para la mano derecha del presunto candidato para disputar las primarias el próximo 11 de enero.
Con la confesión de Lobato, que no asistirá al Congreso Federal del PSOE en Sevilla, los socialistas ponen el foco en al notaría, en vez de en los posibles topos dentro del partido. El hasta ahora líder del PSM, por su parte, mira hacía el futuro y no precisamente al Ministerio de Hacienda, donde tiene plaza, sino en el PSM e incluso no se descarta que dé el salto a la política nacional y preparar una ofensiva para recuperar la sensatez y el centro en 2027, mientras Pedro Sánchez trata de perpetuarse con los apoyos de la derecha del PNV y Junts y la izquierda de Bildu, ERC y Sumar.
PAGE Y TUDANCA, APOYOS DE LOBATO
Aunque Lobato no es la cabeza del PSOE más conocida en el resto de España, sí tiene muy buena relación con numerosos barones socialistas, como Salvador Illa y Emiliano García-Page, Luis Tudanca. Descartado Illa como un punto de apoyo para relanzar la candidatura, sí cuenta con Page y Tudanca no solo para liderar Madrid, sino para montar una alternativa que haga frente a un partido que ha concedido todo tipo de prebendas a los independentistas para poder mantener La Moncloa tras afirmar en campaña que haría lo contrario.
Todo queda en manos ahora del «nexo» en la unidad del socialismo en España, el que difundió Rubalcaba y en menor medida José Luis Rodríguez Zapatero. En cuanto a los críticos, Pedro Sánchez los ha purgado desde que llegó para evitar una revuelta interna en cuanto comenzaran a materializarse los acuerdos con quien le quitaba el sueño, como Pablo Iglesias.