miércoles, 27 noviembre 2024

La AP-66 reabrirá hoy al tráfico en ambos sentidos

La autopista AP-66, vital arteria de comunicación entre León y Asturias, reabrirá al tráfico hoy miércoles a las 20:00 horas, en ambos sentidos, si no surge ningún imprevisto de última hora. Tras el argayo ocurrido el pasado 10 de noviembre, que obligó al cierre de la vía, se ha trabajado intensamente para habilitar un desvío provisional que garantice la seguridad de los usuarios. Esta reapertura supone una excelente noticia tanto para los usuarios habituales como para el sector del transporte y el turismo, que se vieron afectados por la interrupción del tráfico.

El Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Óscar Puente, ha confirmado la finalización de los trabajos para la construcción del desvío, destacando las importantes medidas de seguridad implementadas. La reapertura de la AP-66 es crucial para la economía de la región, al ser una vía principal para el transporte de mercancías y el acceso a zonas turísticas. Se espera que la normalización del tráfico contribuya a la recuperación de la actividad en la zona.

Detalles del desvío provisional y medidas de seguridad

El desvío provisional, de 270 metros de longitud, cuenta con una configuración específica para optimizar la circulación y la seguridad. En sentido Asturias, se ha habilitado un carril, mientras que en sentido León se disponen de dos carriles. Cada carril tiene una anchura de cuatro metros, suficiente para permitir el paso de máquinas quitanieves, un factor crucial considerando las condiciones invernales de la zona. Esta amplitud facilita también la circulación de vehículos pesados, minimizando el riesgo de incidentes.

La separación entre los carriles se realiza mediante una barrera rígida de hormigón tipo New Jersey, un elemento de seguridad ampliamente utilizado en obras viales por su resistencia y capacidad para redirigir vehículos. Además, se han instalado barreras metálicas tipo bionda con captafaros de alta visibilidad en ambos márgenes del desvío, incrementando la seguridad pasiva y la visibilidad, especialmente en condiciones de baja luminosidad.

Una de las medidas de seguridad más destacadas es la instalación de una barrera dinámica de 100 metros de longitud y 9000 kilojulios de capacidad de absorción de energía. Esta barrera, con postes de ocho metros de altura, es la más grande de su tipo instalada en España. Su función es crucial: proteger tanto a los vehículos que circulan por el desvío como a la propia infraestructura ante posibles desprendimientos durante las labores de retirada de los materiales del argayo. Esta innovadora solución de ingeniería aporta un nivel de seguridad excepcional en la zona. La elección de una barrera dinámica de esta magnitud demuestra el compromiso con la seguridad de los usuarios y la prevención de futuros incidentes.

La construcción del desvío y la instalación de la barrera dinámica requirieron un importante trabajo de ingeniería, incluyendo un desmonte en roca mediante el uso de explosivos y maquinaria pesada. La complejidad de la orografía y la necesidad de garantizar la estabilidad del terreno han sido factores clave en el desarrollo de este proyecto. El minucioso trabajo realizado ha permitido crear un desvío seguro y funcional en un tiempo récord, minimizando las molestias ocasionadas a los usuarios de la AP-66.

Continuidad de las labores de estabilización

Mientras el tráfico se restablece a través del desvío provisional, las labores de retirada de materiales del argayo y estabilización de la ladera continuarán. Estas tareas se llevarán a cabo con la máxima precaución y siguiendo estrictos protocolos de seguridad. Se monitorizará constantemente la zona para detectar cualquier movimiento o riesgo potencial, garantizando así la seguridad de los trabajadores y de los usuarios de la vía.

A largo plazo, se prevé la reconstrucción definitiva del tramo afectado por el argayo. Este proyecto requerirá un estudio geotécnico exhaustivo para determinar las soluciones más adecuadas y garantizar la estabilidad a largo plazo de la infraestructura. Se explorarán diferentes opciones, incluyendo la posibilidad de construir estructuras de contención más robustas y sistemas de drenaje para prevenir futuros desprendimientos.