Prietas las filas en Ferraz y máxima protección a Pedro Sánchez ante la advertencia de Juan Lobato, cuyo único delito es mostrar un documento para atacar a la principal oposición del ‘sanchismo’, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
El documento en cuestión no era otro que un correo electrónico enviado por la defensa de Alberto Gómez Amador, pareja de Ayuso, para proponer un pacto a la Fiscalía sobre un presunto caso de fraude fiscal. La relevancia de ese folio era crucial para el PSOE para desmontar que el pacto procedía de Fiscalía de Delitos Económicos, con Julián Salto al frente del caso de la pareja de Ayuso, tal y como informó El Mundo.
Los socialistas se movieron con celeridad para obtener el documento que probaba lo contrario a la información periodística, hasta el punto de involucrar a la Fiscal Provincial de Madrid, a varios fiscales más y a la Fiscalía General del Estado, con Álvaro García Ortiz al frente y que está siendo investigado por el Tribunal Supremo por revelación de secretos. La gravedad del caso es de tal magnitud que en cualquier país habría caído o cesado a todos los implicados de forma fulminante, más cuando se trata de un ciudadano particular y ajeno a la política cuando se cometió presuntamente el delito.
LA CLAVE: EL ENGAÑO A LOBATO O VENÍA DE UN MEDIO
Lobato, técnico de Hacienda y conocedor de este tipo de documentos, lo utilizó en sede parlamentaria al considerar que procedía de un medio de comunicación, tal y como le aseguró su secretaria de Asuntos Institucionales, Pilar Sánchez Acera, a su vez mano derecha de Óscar López, jefe de Gabinete de Pedro Sánchez en el momento de la filtración.
A Lobato le aseguraron que procedía de un medio de comunicación, pero en realidad venía directamente de Moncloa. No solo le mintieron, sino que mostrarlo en público pudo haber cometido un delito por revelación de secretos, motivo por el que el Tribunal Supremo le ha citado como testigo en el caso este viernes. De hecho, ha denunciado que sería «grave» si el documento no provino de un medio sino de Moncloa, donde el nerviosismo crece ante la cercanía de esta batalla en Madrid con el Congreso Federal, que reafirmará a un Pedro Sánchez.
Sánchez afronta su reelección en una situación muy débil, tanto que ha vuelto a asegurar que ganó las elecciones del 23-J, cuando el PP le sacó 14 escaños de ventaja, y solo gobierna con los votos de independentistas, traspasar la línea roja de Bildu, abrazar a Carles Puigdemont tras tildarle de «prófugo» y «xenófono»; y la extrema izquierda, la misma que no le dejaba dormir en 2019. Todo un «cambio de opinión» de un superviviente de la política, al que nunca hay que dar por muerto.
En Ferraz se la han jurado desde hace meses a Lobato, considerado una de las voces más sensatas del PSOE en todas las Comunidades Autónomas. Esta vez no han hecho salir a los ministros al atril para atacarle, pero sí han dado la orden para que sea Reyes Maroto, la líder del PSOE en el Ayuntamiento y venida a menos por la supuesta implicación del Ministerio de Industria en el caso Koldo y Begoña Gómez por los contratos otorgados a empresas.
Maroto ha instado a Lobato a convocar las primarias, como si hubiera prisa en deshacerse del líder de los socialistas madrileños, aunque no existe ninguna candidatura montada para hacer frente al líder del PSM. La propia Maroto fue testigo directo del acercamiento de las bases a Lobato, hasta el punto de desistir en la aventura de enfrentarse a la elección interna.
LOBATO RESISTE ANTE LA AMENAZA DE FERRAZ DE PONER UNA GESTORA EN MADRID
Lo comprobó también el alcalde de Fuenlabrada, el ‘sanchista’ Francisco Javier Ayala, pero salió escaldado tras recordarle las sentencias judiciales contrarias a sus propias medidas para colocar a su gente en el Consistorio. Lobato le recordó que el PSM tiene personalidad propia y que no se aceptaban enchufismos en el partido.
El nombre de Óscar López sale ahora a la palestra, pero con el movimiento de Lobato queda desactivada toda acción al entender que podría conocer qué hizo su mano derecha al pasarle el documento prohibido al jefe de filas socialistas en Madrid, una conversación que está registrada en notaría. Esta acción es la que ha desatado las iras en Ferraz, donde hay quien pide cambiar la cerradura como ya hicieron con Tomás Gómez, el líder del PSM en 2015. «Le cambiamos la cerradura a Tomás Gómez», recuerdan desde la sede de Madrid.
Gómez no pudo entrar en su despacho y Pedro Sánchez, recién aterrizado, puso al frente a una gestora. Casualidades de la vida, Sánchez Acera presidió esa misma comisión para dirigir hasta las primarias al PSM. Aquel día, Tomás Gómez perdió su asiento en el despacho y una colección de aviones que guardaba allí.
EL CASO DE TOMÁS GÓMEZ, LA RESPUESTA QUE PREPARA FERRAZ CONTRA LOBATO
Los nombres vuelven a repetirse y no se descarta una decisión drástica para cargarse a Lobato, una operación que lleva meses fraguandose ante la disciplina y liderazgo de los socialistas madrileños, quien no acepta órdenes de Ferraz si van en contra de los propios intereses de la Comunidad de Madrid, como el pacto fiscal en Cataluña, o los indultos.
Las consecuencias del caso de la filtración del documento del abogado de González Amador son cada vez más claras. «Lobato es la principal pieza a cobrar», aseguran desde Ferraz, mientras que el líder de los socialistas madrileños resiste el envite y pone pie en pared para dar el empujón final. «La democracia y la ley están por encima del partido y dirigentes del PSOE», advirtió.
Si se demuestra que Moncloa ha filtrado el documento que le habría enviado el fiscal general se pondría de manifiesto que el PSOE está dispuesto a traspasar todas las líneas para atacar a una rival política, como si el fin justificara los medios. Los socialistas de Lobato esperan que en todo momento ese documento proceda de un medio, rezan para ello. De lo contrario, el daño a la democracia es irreparable. Los nervios en Moncloa y Ferraz no se entienden si el documento es lícito. «Por qué se enfadan tanto si no se ha hecho nada malo», reflexionan fuentes del PSM sobre el movimiento de Lobato de llevar a una notaría una conversación privada.
LOS NERVIOS JUEGAN MALAS PASADAS EN FERRAZ: DE QUÉ TIENEN MIEDO
Los satélites mediáticos del PSOE y el propio partido dan por sentenciado a Lobato, mientras que desde el PP le atacan por encubrir un supuesto delito y ser partícipe del mismo al enseñar en la Asamblea de Madrid el documento. Aunque su situación no es nada fácil, la realidad es que el líder del PSM solo se ha cubierto las espaldas porque antes está la ley que la formación. Al menos integridad en todo momento.
En Ferraz venden a un Lobato «muerto políticamente», pero nada más lejos tal y como ha demostrado ante los medios con una declaración institucional para preservar los principios de una formación con 145 años de historia. Víctima de un «linchamiento» sin precedentes en el PSM, Lobato mantiene un semblante de templanza y firmeza ante la adversidad, dejando en evidencia a una desubicada Reyes Maroto, que demuestra su falta de conocimiento de los estatutos al instar a convocar una cuestión de confianza ante la Ejecutiva Regional, cuando el reglamento no contempla estos términos.
Así las cosas, el PSOE solo tiene la opción de quitar a Lobato a las bravas, como hizo con Tomás Gómez, y poner al frente una gestora. Para ello, necesita la mitad de los votos en el Comité Federal, una decisión que debe ser refrendada por la militancia madrileña. En ese caso, será el Comité quien designe a los miembros de la gestora.
Lobato deberá moverse entre las agrupaciones socialistas y explicar detalladamente la operación de Moncloa contra él, mostrando sin tapujos que fue víctima de un engaño y denunciar los reiterados intentos de Ferraz para expulsarle a pesar de ser el único barón capaz de apretar a Ayuso en los momentos más delicados.
EL ESTRUENDOSO SILENCIO DE SANTOS CERDÁN
Con todo, Lobato tendría tiempo para poner las primarias el 11 de enero, mientras que las candidaturas se presentarán el próximo 7 de diciembre. Está por ver si finalmente Óscar López dará el paso en una plaza que no cuenta con respaldo, aunque Ferraz se mueve en una campaña contra Lobato, que espera tener el respaldo de su militancia, como ha venido ocurriendo hasta ahora, aunque las críticas comienzan a abrir algunas brechas en diversas agrupaciones. En Sevilla será el colofón de la guerra, donde las voces de Ferraz tildan a Lobato de «traidor» y los 89 miembros de Madrid en el Comité Federal deberán tomar una decisión.
Lobato, además, habló con Santos Cerdán sobre la publicación de la filtración del correo electrónico y este ha tergiversado la conversación al asegurar que el líder de los socialistas madrileños le dijo que fue a notaría con Sánchez Acera. La realidad es que Lobato fue solo a registrar la conversación con Sánchez Acera, a quien se lo contó antes de la publicación.
Este es el movimiento que ha levantado un cabreo monumental en la planta noble de Ferraz, que despotrican contra Lobato por deslealtad ante la posible comisión de un delito de revelación de secretos. Y es que, el técnico de Hacienda no hace de la necesidad virtud, si no que antepone los intereses de todos los españoles a los del partido. Unos lo llaman integridad, otros «irresponsabilidad».
Por qué ponerse como un basilisco al llevar ante notario una conversación privada con su subordinada directa. Esa es la explicación que no ha dado aún Ferraz y que Santos Cerdán tampoco ha dado respuesta pública. ¿Por qué el número 3 del PSOE guarda ese silencio si la filtración provino de un medio de comunicación? La verdad siempre sale a la luz, por más que se intente tapar el Sol con un dedo o descabezar a una federación como la de Madrid usando la excusa barata de «traidor», como se califica a Lobato.
Lobato no se ha blindado ante la represalía de Ferraz, sino ha dado el paso para mantener intacta su dignidad y principios, tal y como ha dejado claro en sus declaraciones en la Cámara madrileña.
Eso sí, el PSOE prosigue con la búsqueda del filtrador de la información a Lobato. Las primeras pesquisas han ido contra la notaria, mientras Javier Chicote, autor de la información de ABC, guarda un escrupuloso y loable silencio para evitar desvelar una fuente, tan sangrado en periodismo. Por el momento, los socialistas dan palos de ciego, mientras Lobato, por defender la ley, se está llevando todo el fango. De nuevo, quien denuncia es el señalado.