jueves, 12 diciembre 2024

Ramón Jáuregui considera que la coalición entre PNV y PSE es «necesaria, útil y obligada»

El exvicelehendakari y exeurodiputado del PSOE, Ramón Jáuregui, ha afirmado que la coalición entre PNV y PSE es «necesaria, útil y obligada», ya que Euskadi tiene unos «retos brutales». No obstante, defiende que en el próximo Ejecutivo vasco «el PSE debería fortalecer su presencia tanto en carteras como en personas».

En una entrevista concedida a El Correo, el también exministro señala además que la Monarquía es necesaria, de tal forma que «plantear ahora el debate republicano sería suicida».

Cuestionado por las elecciones vascas del pasado 12 de julio, manifiesta que el nacionalismo obtuvo una victoria que le «compromete en la moderación y en el pacto». «Acepto que ha tenido un resultado fantástico, pero es consecuencia de una actitud de moderación y de pacto, por su papel en la política nacional. En todos, incluido EH Bildu. Si el país se tensa por la radicalidad del proyecto identitario, el nacionalismo perderá su fuerza», advierte.

En este contexto, atribuye el descenso del constitucionalismo en Euskadi al hecho de que el nacionalismo «moderado» haya recuperado parte de su voto «desde una perspectiva de utilidad local y porque nadie ha tensado el elemento identitario».

Por otro lado, indica que Euskadi tiene unos «retos brutales» y por ello defiende que la coalición entre PNV y PSE es «una coalición necesaria, útil». «Me parece obligada», expresa, para añadir que si hay una oportunidad para Idoia Mendia de tener la vicepresidencia, él «no lo dudaría» y cree que «el PSE debería fortalecer su presencia tanto en carteras como en personas».

Respecto a la situación del rey emérito, advierte de que el que haya abandonado España «no quiere decir que huye de la justicia» y que haya tenido «un final tan lamentable, no nos oculta los enormes servicios que ha prestado a la democracia».

«Con Juan Carlos protagonizamos momentos de enorme éxito incluso a nivel mundial, como ocurrió con la Transición. Quisiera reiterarlo: ejerció escrupulosamente sus funciones, sin la más mínima intromisión en la gobernación, en la soberanía popular. Prestó servicios que calificaría de inolvidables a la democracia del país y representó a España con una altísima estima internacional. Por eso resulta más penoso el desenlace de estos días», considera.

Tras reconocer que «la crisis de la Corona es grave«, califica de «absolutamente imprudente» el debate monarquía-república y critica la actitud del vicepresidente Pablo Iglesias. Es legítimo que alguien pueda defender la república, pero no parece que sea adecuado hacerlo en nombre del Gobierno«, dice.

Asimismo, sostiene que los nacionalismos «pretenden sumir a España en una crisis que la destruya» y «saben que sus objetivos sólo pueden abrirse camino con un Estado descabezado y una España fracturada».

«El nacionalismo catalán, por ejemplo, pone el acento no tanto en los comportamientos personales del rey emérito, como en la propia institución y en Felipe VI. Me parece el colmo del cinismo en una comunidad donde nadie ha elevado la voz contra la organización criminal del ‘clan Pujol’, en palabras de un juez. En cambio, cuando sale lo del rey emérito, todo en España huele a podrido. Me parece una desfachatez», denuncia.