martes, 26 noviembre 2024

Lobato, sobre el «linchamiento»: «La democracia y la ley están por encima de dirigentes del PSOE»

Juan Lobato vuelve a dar la cara tras ser citado como testigo en el caso de la filtración desde Fiscalía de datos privados de un contribuyente particular. El líder del PSOE de Madrid sale a la palestra para denunciar «un linchamiento» desde sus propias filas tras llevar a notaría los mensajes que le envió su secretaria de Asuntos Institucionales y mano derecha de Óscar López, Pilar Sánchez Acera.

En apenas tres minutos de declaración, Lobato ha dejado un mensaje a los propios dirigentes de su formación tras mostrar su preocupación con el «linchamiento» de algunos dirigentes del PSOE hacia el líder de los socialistas madrileños por haberse cubierto las espaldas en el caso de la filtración, que la UCO de la Guardia Civil apunta directamente al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz.

La maniobra de mostrar el correo electrónico del abogado de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, para desmentir toda información que apuntó a que la Fiscalía había ofrecido un pacto por dos supuestos delitos contra la Hacienda Pública hacía aguas en el momento en el que se utilizó un documento privado de un particular, al cometerse un supuesto delito de revelación de secretos, uno de los más graves que puede cometer un funcionario del Ministerio Público.

QUIÉN ENTREGÓ A LOBATO UN DOCUMENTO CONFIDENCIAL

Quién y cómo se filtró ese documento es clave en este caso, denunciado por el propio González Amador al entender que se han vulnerado sus derechos como ciudadano particular.

El documento, según la UCO de la Guardia Civil, llegó a los medios tras haberlo filtrado la propia Fiscalía de Delitos Económicos a la Fiscalía Provincial de Madrid y de ahí a los despachos de la Fiscalía General del Estado, con García Ortiz al frente, para después iniciar una maniobra política que tiene como protagonista a Juan Lobato, técnico de Hacienda y conocedor de qué tipo de documentos se puede o no mostrar públicamente.

Lobato recibió el correo electrónico poco después de que se publicara el mismo en El Plural, pero en la Asamblea de Madrid mostró otro documento, con una mejor resolución, y ante la apertura del caso contra el imputado García Ortiz decidió registrar ante notario la conversación con su mano derecha, que afirmó que había obtenido el documento por los medios de comunicación.

El PSOE-M se presenta como acusación particular contra el novio de Ayuso | Foto: Europa Press
El PSOE-M se presenta como acusación particular contra el novio de Ayuso | Foto: Europa Press

Lobato ha lamentado el «linchamiento» por haber hecho lo correcto y afirma no entender estas represalias del PSOE contra él al considerar que «si lo que se me dijo esa mañana, cuando se me mandó la documentación era verdad, yo no veo cuál es el problema en acreditar el origen
lícito de esa documentación, que eran los medios de comunicación, según se me dijo».

«¿Qué problema hay? Yo no veo ningún problema, al revés, al revés», ha reflexionado ante los medios convocados. No obstante y a la vista de la reacción «de algunos dirigentes de mi partido, parece como si de alguna manera se dudara sobre la veracidad de lo que se me dijo». «No lo contemplo. No contemplo que fuera falso lo que se me dijo», se reafirmó ya que en caso contrario «esto sería bastante grave».

LOBATO Y EL CABREO EN EL PSOE POR DEJAR CONSTANCIA DE LOS MENSAJES

«Ya sabéis que tengo bien claro que la Democracia y la ley están siempre por encima de los partidos políticos y los dirigentes del PSOE, como exigimos a otros partidos», ha subrayado. En este sentido, ha reiterado que no contempla que el origen de la filtración no fuera otro que los medios «porque si el origen del documento hubiera sido distinto al que se me dijo, esto hubiera supuesto, además de que se me mintió, eso es lo de menos, hubiera supuesto un intento de que fuera yo quien hiciera público ese documento con origen posiblemente irregular y con las consecuencias legales y políticas que se hubiera tenido para mí y también para el Partido Socialista de Madrid», ha advertido.

Al final, «es siempre la misma historia, se intenta por parte de unos pocos que parezca el malo es precisamente quien decide no hacer las cosas mal», ha sostenido.

Por otro lado, también ha apuntado al PP por atacar al PSOE de manera furibunda y deja un mensaje para Isabel Díaz Ayuso, el Partido Popular de Madrid, el Partido Popular de España. «El PSOE no es una secta, ni es una agencia de colocación de amigos a los que proteger, para nada», ha sentenciado. «El PSOE es un partido democrático, es un partido con 145 años de historia, de honestidad, de sacrificio, de integridad», ha explicado tras indicar que en esa formación hay militantes y referentes políticos ejemplares y «lo va a seguir siendo».

EL PP DE AYUSO RESPONDE Y SEÑALA A MONCLOA

El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz-Pache, ha exigido que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dé explicaciones sobre «lo que pasa en La Moncloa» tras la comparecencia de Lobato. «Esto no es un Gobierno, esto es una mafia que utiliza técnicas que no son propias de un estado de derecho para perjudicar a rivales políticos», ha lanzado el ‘popular’ en los pasillos de la Asamblea.

Díaz-Pache entiende que en la comparecencia Lobato ha deslizado que se han «podido obtener datos ilegalmente» y que por ello está investigado García Ortiz. «No sabremos si saldrá en calidad de imputado o cómo saldrá, pero lo importante es que este Fiscal General del Estado parece que utilizó datos ilegalmente y no guardó el debido secreto de estos datos para perjudicar una rebelión política por orden del Palacio de la Moncloa, por orden de Pedro Sánchez», ha remarcado.

Sobre la declaración el viernes de Lobato, ha pedido de nuevo que enseñe las conversaciones con Sánchez Acera tras las «versiones contradictorias sin dar mucha explicación coherente» de este lunes. «Ayer dijo que estaba todo bien hecho, hoy ha dicho que seguramente no, o ha dicho que posiblemente los datos fueran obtenidos de manera irregular y que pretendían perjudicarle a él políticamente y probablemente de forma penalmente también, y que él no quiso hacer esa utilización de esos datos o que desde luego quiso certificar que la cadena de mensajes era de otra manera», ha concluido.