Teresa Ribera ha cambiado el paso respecto al modelo de Ecoembes. La ministra de Transición Ecológica había defendido hasta ahora el modelo de la empresa de reciclaje, pero los datos reales suponen un jarro de agua fría para esa fórmula y un espaldarazo para el sistema de depósito, devolución y retorno, es decir, el pago por el reciclaje, que se ha implantado con éxito en numerosos países europeos, a excepción de España.
Con la actual práctica, España apenas recicla el 41,3% de las botellas de plástico para bebidas vendidas en el mercado durante el pasado año. Los datos no los calcula una asociación ecologista ni tampoco un organismo privado, sino el propio Ministerio de Transición Ecológica, que demuestra que el país está aún muy lejos de los objetivos propuestos, como alcanzar el 70% de la recogida de estos envases. Este porcentaje evidencia, además, el pobre resultado de un modelo donde se ha invertido grandes cantidades de dinero. En resumen, un modelo ineficiente a todas luces.
«A más tardar en 2023, el 70 % en peso respecto al introducido en el mercado», fue la meta fijada para el reciclaje de botellas de plástico de bebidas puestas en el mercado. Una cifra que se elevaba al 77% en 2025 y al 85% en 2027, según los objetivos fijados por la directiva europa. En 2029 se debía alcanzar el 90%, pero al ritmo actual, España se quedaría muy lejos.
DEVOLVER LOS CASCOS FRENTE AL CONTENEDOR AMARILLO DE ECOEMBES
La propia directiva establece que en caso de incumplimiento de los objetivos fijados en 2023 o en 2027, a nivel nacional, «se implantará en todo el territorio, en el plazo de dos años,
un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR)» para estos envases. El fin es garantizar el cumplimiento de los objetivos para 2025 y 2029. Todo un reto dadas las pobres cifras alcanzadas hasta ahora.
Asimismo, el Ministerio de la Transición Ecológica ha detectado irregularidades en los datos enviados por los productores, motivo por el que las cifras aportadas por las empresas privadas y el dato real difieren en más de 30 puntos. Para el cálculo de las botellas de plástico de bebidas se utilizan los datos declarados a los denominados SCRAP (Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor), usados por Ecoembes, y los RPP (Registro de Productores de Producto). De esta forma, el Ministerio de Teresa Ribera ha analizado los datos cuantitativos aportados tanto en el RPP como en el SCRAP (Ecoembes y Ecovidrio) para realizar un cotejo. En teoría, ambos datos deben dar cifras similares, pero la realidad es otra muy diferente.
Así, se han detectado productores de producto que ponen botellas de plástico de un solo uso (SUP) y no las han declarado en el RPP, como también productores de producto no inscritos en el RPP que ponen envases domésticos en el mercado, incluyendo a empresas que ponen botellas SUP como las que no; también se ha detectado a quienes ha declarado menores cantidades de botellas SUP en el RPP para el año 2023 con respecto a la declaración de 2022 de forma significativa; como también a productores de producto que habían declarado significativamente
mayores cantidades de botellas SUP a los SCRAP que en el RPP.
IRREGULARIDADES EN LOS DATOS DE ECOEMBES
Además de estas irregularidades, también se han detectado las prácticas de productores de producto que habían declarado cantidades muy elevadas de envases puestos en el mercado, siendo susceptibles de haber realizado un sobrereporte (over-report); como también a quienes habían declarado cantidades muy bajas de envases puestos en el mercado, siendo susceptibles de haber realizado un infrareporte (under-report).
No son las únicas anomalías detectadas. Tras los pasos anteriores, se detectan productores de producto que no han declarado al RPP pero sí aparecen datos de botellas SUP puestas en el mercado en la información suministrada por los SCRAP. En estos casos concretos (86 productores de producto), se procede a utilizar el dato obtenido por parte del SCRAP con objeto de calcular las botellas SUP puestas en el mercado (1.335 toneladas).
Estas actuaciones se realizan sin perjuicio de la potestad sancionadora que el MITECO pueda ejercer por el incumplimiento en las obligaciones de información establecidas
Por otro lado, para los casos de productores de producto que no han declarado en el RPP ni tampoco consta información suministrada por los SCRAP «se tomará en consideración a efectos de estimar un porcentaje de fraude». «Estas actuaciones se realizan sin perjuicio de la potestad sancionadora que el MITECO pueda ejercer por el incumplimiento en las obligaciones de información establecidas», advierte el Ministerio de Ribera.
Por este motivo, Ribera da ahora este paso, justo cuando se marcha a dirigir una de las vicepresidencias más importantes de la Comisión Europea. El nuevo sistema SDDR es similar al de las ferias de los pueblos, donde se deposita un dinero por recibir el envase y se recupera si este se devuelve. Es decir, un modelo que se ha utilizado en España con los denominados ‘cascos’ de las botellas desde hace décadas, pero que dejó de usarse para probar el de Ecoembes.
DEVOLVER LA BOTELLA TENDRÁ RECOMPENSA
Ahora se impondrá a toda la población. Habrá quien no le importe devolver el envase de plástico, pero lo cierto es que hay quien se lleva un buen sueldo extra recogiendo este tipo de plásticos de un solo uso para obtener un beneficio legítimo recogiéndolos en la calle.
Tras años de contenedor amarillo, donde se gestionan todos los envases de plástico a través de Ecoembes, los datos muestran un fracasado modelo. En 2023, según la empresa, se recuperó el 73,4%, pero las cifras contrastan con los cotejos del propio Ministerio, que no descarta sancionar a los infractores.
Como no podía ser de otra manera, Ecoembes afirma que los cálculos del Ministerio de Ribera son erróneos al no contabilizar las denominadas zonas de alta influencia, las que se producen fuera de los hogares. Estos envases, según la firma, alcanzan más del 40% del total de las botellas recogidas selectivamente en 2022 y 2023.
VICTORIA HISTÓRICA
El Ministerio de Transición Ecológica, no obstante, demuestra que sus cálculos se basan en la metodología establecida en Bruselas. En conctrto, se pusieron en el mercado 214.039 toneladas y tan solo se recogieron 74.482 toneladas en los contenedores municipales y otras 14.017 toneladas fuera del hogar. En concreto, el 41,3% del total.
Greenpeace, por su parte, celebra este cambio en el modelo. La entidad ecologista siempre ha defendido el sistema de pago y cobro frente al de Ecoembes, a quien acusa de mentir sobre la gestión. La asociación califica de «victoria histórica» este informe del Ministerio de Transición Ecológica. «¡Lo conseguimos! Hoy es un día de celebración para Greenpeace después de una larga y ardua batalla. Como hemos denunciado reiteradamente, Ecoembes lleva años mintiendo sobre la gestión que realizan, generando unos daños ambientales irreversibles. Poder “devolver el casco” otra vez es, sin duda, una buena noticia para nuestro maltrecho medioambiente», celebra el responsable de la campaña de plástico de Greenpeace, Julio Barea.
El nuevo sistema que se implantará en los próximos dos años solo aplica los envases de bebidas de un solo uso, «pero es que todos los días se venden en España 51 millones de envases de bebidas (botellas, latas y briks), de los que solo se recuperan, para poder ser reciclados, 20 millones». «El resto termina contaminando el medio ambiente, arrojados a vertederos, quemados o directamente en campos, ríos, playas y mares. Con un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) se podrían recuperar más del 90% de estos residuos, frente a menos del 40 % actual», apuntan desde Greenpeace.