Diez años después de la muerte de la Duquesa de Alba la vida de sus hijos es muy diferente a los años en los que la popular Cayetana estaba viva. Su única hija Eugenia vive alejada del que siempre fue su hermano más cercano, Cayetano y con tranquilidad mediática después de años siendo uno de los personajes favoritos de la prensa del corazón. Está casada desde hace años con el promotor discográfico Narcís Rebollo.
Cuando vino al mundo el 26 de noviembre 1968 la Duquesa de Alba había perdido la esperanza de tener una niña después de cinco varios. Por eso a su anterior hijo, Cayetano, le puso su nombre que resguardaba para cuando llegara la ansiada niña. Cuando ésta por fin llegó decidió que le pondría el nombre de Eugenia por una de las antepasadas más célebres de los Alba: Eugenia de Montijo. La tira de la granadina que acabó siendo emperatriz de Francia es una de las joyas más preciadas de la familia y con ella se casaría María Eugenia Brianda Timotea Cecilia Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart.
LA VIDA AMOROSA DE EUGENIA
Desde su infancia fue una protagonista de la prensa del corazón en nuestro país. Cuando se convirtió en adolescente su puesta de largo en 1987 ya fue portada de ¡Hola! y desde entonces cada relación, noviazgo o simple flirteo se convirtió en noticia.
Sin embargo, el interés sobre su vida se revalidó cuando inició su relación sentimental con Francisco Rivera Ordóñez. Cuando se unieron en matrimonio en octubre de 1998 en el altar mayor de la catedral de Sevilla. Si ella venía de la familia nobiliaria más importante del país, el novio venía de una dinastía taurina, hijo, nieto, bisnieto y sobrino de matadores. Muchos vieron en esta boda cómo Cayetana de Alba cumplía a través de Eugenia su viejo sueño de casarse con un torero. El gran amor de juventud de la duquesa fue el diestro Martín-Vázquez.
Tras el nacimiento de una hija en común, Tana en 1999, el matrimonio se rompió en 2002. Durante años la Duquesa de Alba soñó con la reconciliación de la pareja, pero lo cierto es que cada uno había tomado caminos propios y Eugenia vivió varias relaciones sentimentales.
Fueron sus años de esplendor en la crónica rosa cuando vivió sus historias con Rosauro Varo, Colate Vallejo-Nájera o Gonzalo Miró. Esta última historia fue una de las más largas de la hija de Cayetana. Muchos creyeron que iba a acabar en boda, pero no fue así y rompieron para sorpresa de muchos.
Pronto llegó a su vida Narcís Rebollo, presidente de Universal Music en España. Con él reincidiría en el matrimonio. Eso sí, una boda muy distinta a su enlace con Fran Rivera que casi fue una boda de Estado. Su unión con Rebollo se selló en una ceremonia en Las Vegas. Ella vestida de Marilyn y él de Elvis. Su historia de amor parece consolidada y desde entonces el protagonismo de Eugenia se ha difuminado en la prensa del corazón salvo contadas apariciones.
EUGENIA Y LA RUPTURA FAMILIAR
Diez años después de la muerte de su madre, Eugenia Montoro ha jugado un complicado papel en el enfrentamiento familiar con dos polos opuestos enfrentados, Carlos el actual duque frente a Cayetano.
Sin embargo, la relación de Eugenia con el Conde de Salvatierra se rompió definitivamente tras un escándalo judicial que afectaba a la aristócrata. En octubre de 2023 el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) citó a declarar a la Duquesa de Montoro. La citación se ha oficializó tras una denuncia interpuesta por la Fiscalía en la que se le acusaba de un posible delito contra el medio ambiente relacionado con el uso ilegal de aguas provenientes de acuíferos en Doñana.
La denuncia de la Fiscalía de Medio Ambiente, tal y como informó el diario El País, se dirige contra una entidad que está vinculada a la Casa de Alba por un total de ocho pozos en una finca de naranjas de 200 hectáreas en Aznalcázar (Sevilla), junto al Parque Nacional de Doñana. Estos pozos estarían sustrayendo agua del acuífero de Doñana, que se encuentra protegido y cuenta con medidas estrictas sobre el uso del agua para riego y otras actividades.
LOS NEGOCIOS
Lo cierto es que más allá de está polémica, la situación económica de Eugenia Martínez de Irujo es muy positiva. Algunos medios cifran su fortuna en 400 millones de euros.
Lo cierto es que esta cantidad incluye la importante colección de arte de la que es propietaria que incluye obras de Dalí, Picasso y Sorolla. A lo largo de los años, la Duquesa de Montoro se ha hecho con una colección privada independiente de la mítica compilación pictórica de los Alba.
Otra fuente de su fortuna es el sector inmobiliario. Cuenta con importantes propiedades en diferentes puntos de España, incluyendo viviendas de lujo en Madrid, Marbella y Mallorca.