El Ayuntamiento prepara ya el desafío que supone afrontar la llamada ‘Operación Campamento’ al suroeste de la capital. Uno de los mayores escollos será el soterramiento de la famosa autovía A-5 que comunica Madrid con Badajoz y la frontera portuguesa hacia Lisboa. Una vía de mucho transito con 80.000 pasajeros diarios de media. Además, corredores verdes y más oferta de vivienda público privada, con el objetivo de paliar la escasez de vivienda, serán los pilares de esta macro operación de urbanística.
Una operación que tiene como objetivo principal, abarcando muchos aspectos, mejorar la calidad de vida del suroeste de la ciudad, algo devaluada en algunos barrios. Pero para ello fue necesaria la redacción del proyecto del Paseo Verde del Suroeste en 2020, ligado al soterramiento previo de la A-5 a su paso por los distritos de Latina y Moncloa-Aravaca.
Un elemento para desatascar la Operación Campamento tras 35 años esperando a llegar a la casilla de salida. Como anécdota dentro de esa operación en algún momento a inicios de siglo, y de forma muy seria, se llegó a planear la inclusión del futuro campo del Atlético de Madrid que al final se llevó al barrio de San Blas, tras el sueño olímpico y faraónico de Alberto Ruiz Gallardón, y que todavía sigue pagando el consistorio madrileño mediante cesión de terrenos al club colchonero para construir la Ciudad del Deporte, proyecto al que se oponen PSOE y Más Madrid.
El caso que para empezar esta nueva obra faraónica el Ayuntamiento de dirigido por José Luis Martínez-Almeida remarcó que la ejecución del Paseo Verde del Suroeste empezó en primera fase el soterramiento que va desde la avenida de Portugal hasta la del Padre Piquer, unas obras que se iniciaron el pasado 11 de octubre.
Para ello, el consistorio ha desviado la calzada norte, sentido salida Madrid, ocupando 300 metros del carril exterior de la calzada norte de la A-5. El Ayuntamiento tiene previsto que esta duración no supere las 3 semanas.
LA OPERACIÓN EN NÚMEROS
Además, el alcalde público la adjudicación de la redacción del anteproyecto de la segunda fase, inherente al desarrollo de la Operación Campamento, que supondrá la cubrición de la autovía entre la avenida del Padre Piquer y la avenida de la Aviación.
El Ayuntamiento ha informado que esta segunda fase del soterramiento de la A-5 dará continuidad a la primera fase, ampliando en dos kilómetros el túnel, que se desarrollará en 3,2 kilómetros. El valor estimado del contrato basado del acuerdo marco es de 918.000 euros (sin IVA). El adjudicatario cuenta con un plazo de 12 meses para su redacción. El presupuesto de estas dos fases es de 347.384.255 euros. A esa inversión, se sumarán otros 57,8 millones de euros para ejecutar la urbanización en superficie sobre el túnel de la A-5
Almeida recalcó que se cumple así con el compromiso de ampliar el soterramiento de la A-5, que transformará la movilidad y la vida del sur de Madrid en la primera fase, con la generación de 80.000 metros cuadrados de zonas verdes y con carriles reservados exclusivamente para autobuses públicos.
El alcalde subrayó que estas políticas de movilidad tienen que ser la seña de identidad de la capital para que se convierta en “la mejor ciudad para vivir, porque así será la mejor ciudad para venir”. El Paseo Verde del Suroeste transformará la ciudad, la vida y la movilidad del suroeste de la capital para convertirla en más amigable, sostenible e integradora, según el edil madrileño.
El objetivo clave de la operación es que los terrenos en desuso de Campamento se preparan para albergar en los próximos años 10.700 nuevas viviendas, de las cuales, más del 65 %, contará con algún tipo de protección (VPPL, VPPB y en régimen de alquiler).
ENFRENTAMIENTO GOBIERNO CONTRA AYUNTAMIENTO
Estas obras han saltado a la palestra mediática y política por el enfrentamiento entre el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, dirigido por Óscar Puente, y el Ayuntamiento de Madrid.
En este sentido, el primer jaleo saltó por las obras de soterramiento de la A-5. El ejecutivo central ha pedido que se retrase el inicio de las obras hasta marzo, y de esta forma, poder garantizar un plan de movilidad alternativo.
Pero no acaban en este tema los problemas entre ambas instituciones. Otro de los puntos en disputa es la gratuidad de la R-5 para aligerar el tráfico de la zona. El consistorio de la capital reclama esa gratuidad que el Gobierno está dispuesto a dar a cambio del aporte económico del ayuntamiento madrileño, que considera esa exigencia como una deslealtad que en hacia otras regiones de España no se da. Puente contra Almeida el juego esta servido.