La última semana la Guerra de Ucrania ha dado un nuevo giro de guion con una de las últimas normativas que el presidente saliente de Estados Unidos va a realizar. Esa normativa no es otra que es el permiso de poder utilizar armamento estadounidense en territorio de la Federación Rusa. España que tiene un amplio dispositivo militar en las fronteras que la OTAN y la Unión Europea (UE) tiene con Ucrania apoya está decisión de la administración Biden y se mantiene a las expectativa ante los últimos movimientos del presidente ruso, Vladimir Putin, que apuntan a una gran ofensiva sobre Kiev.
La decisión de Biden tiene dos variantes, una más propagandística que real y otra política. La primera de ellas es la autorización de usar armas de largo alcance que a parte de Estados Unidos también han autorizado británicos y franceses. En principio todos los analistas internacionales vieron en esa resolución un aumento aun mayor de la tensión de la guerra y con posibles consecuencias para países europeos.
Pero según han ido pasando las horas parece que la escalada, dentro de la violencia y desgracia humana que sigue siendo el conflicto bélico, será más o menos controlada. En este sentido, el bando ucraniano tendrá que consultar con los países de la OTAN, deberá consultar el uso del tipo de arma, principalmente mísiles de largo alcance ATACMS.
Un claro ejemplo del acuerdo que parece más destinado a hacer ruido por parte ucraniana de cara a la inminente negociación que va a impulsar el nuevo presidente norteamericano, Donald Trump. De momento el martes pasado el ejercito ucraniano lanzo un ataque dentro al suroeste del territorio ruso, a unos 80km de la frontera entre ambos países y contra una fabrica de munición rusa. El ataque fuero 6 misiles ATACMS, de los que 5 fueron interceptados por las defensas rusas.
Cabe destacar que Ucrania ya lleva más de un año utilizando el Sistema de Misiles Tácticos de Largo Alcance del Ejército estadounidense (ATACMS por sus siglas en inglés) pero para atacar exclusivamente a objetivos militares rusos en territorio ucraniano. Son misiles que tienen un alcance algo superior a los 300 km de distancia y de difícil interceptación para las defensas rusas gracias a su alta velocidad.
La otra vertiente es claramente política. No hay duda alguna que está controvertida decisión del presidente del Partido Demócrata tiene una clara intención de marcar e influenciar desde el primer momento las políticas republicanas y personalistas de un personaje como Trump. que entre sus promesas está finiquitar la Guerra de Ucrania negociando con Putin incluso la cesión de terreno ucraniano en favor de Rusia. Queda por ver en que posición estaría Trump para suspender esta orden.
RESPUESTA Y AMENAZA NUCLEAR DE VLADIMIR
Las repuesta a esta decisión de Biden no se hizo esperar por parte de Putin, el presidente ruso y su ejecutivo acusaron al todavía presidente Biden de «echar leña al fuego y seguir avivando la tensión» al permitir que Ucrania use misiles estadounidenses de largo alcance para atacar territorio ruso.
En este sentido, desde Moscú reiteraron que consideraría un ataque con un misil estadounidense en su territorio como una agresión proveniente de EE.UU. y no de Ucrania, en un comunicado publicado este lunes. El ataque ya se ha producido, si bien no ha dejado víctimas mortales, los rusos ya preparan sus movimientos de respuesta que apuntan a ser feroces, según ha anunciado el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Para el Gobierno ruso un ataque con un misil estadounidense en su territorio es considerado por ellos como una agresión proveniente de EE.UU. y no de Ucrania. «El uso por parte de Kiev de misiles de largo alcance para atacar nuestro territorio representaría la implicación directa de EE.UU. y sus satélites en las hostilidades contra Rusia, así como un cambio radical en la esencia y naturaleza del conflicto», reafirmo el portavoz ruso. «La respuesta de Rusia en tal caso será apropiada y tangible«, añadió.
Para que esta respuesta sea adecuada Vladimir Putin aprobó cambios en la doctrina nuclear de su país, que establece las nuevas circunstancias bajo las que el Kremlin puede usar su arsenal. Una nueva doctrina establece que un ataque por parte de un Estado sin armas nucleares pero con el apoyo de uno que sí cuenta con ellas sería considerado por Moscú como un ataque conjunto contra Rusia. Un claro aviso para Occidente.
ESPAÑA A LA EXPECTATIVA
España se mantiene a la expectativa y acompaña cualquier decisión que la administración Biden tome. Sánchez que se ha mostrado como un fiel aliado de la política del presidente saliente de Estados Unidos y de sus pautas en la OTAN. De hecho en su rueda de prensa tras la la Cumbre del G20 en Rio de Janeiro, el presidente español se mostró muy crítico con Putin y la crueldad con la que trata a la población civil ucraniana.
Con estas circunstancias la preocupación ante está escalada se centra en los militares españoles desplazados en los países fronterizos de Ucrania que pertenecen a la OTAN y la UE. Allí, los españoles cumplen una misión disuasoria y de formación a los ejércitos locales frente a la amenaza rusa.
Desde Defensa han querido rebajar la tensión con varios informes de inteligencia que señalan que el movimiento nuclear de Putin, a pesar de ser peligroso en la forma, no creen que el mandatario ruso traspase la línea. Además, China ejerce de contrapoder en ese sentido y cada vez está más interesada a nivel económico en el final de la guerra. De momento la embajada americana y la española en Kiev han cerrado sus instalaciones ante el temor a un gran ataque aéreo sobre Kiev, los militares españoles desplazados en Lituania y Rumanía en alerta.