miércoles, 20 noviembre 2024

El PSOE implora a Junts y ERC, pero «la clave es Podemos»

El PSOE se encomienda a Junts y ERC para salvar su reforma fiscal este jueves en el Congreso de los Diputados, una votación polémica ya que los socialistas han prometido prorrogar el impuesto a las energéticas un año más a ERC y lo contrario a Junts, que afirma que el próximo pleno no se producirá una votación en ese sentido al no estar incluida la propuesta en el texto.

La imagen del pleno del pasado lunes, que se alargó hasta primera hora de la madrugada del martes, mostró la debilidad del Gobierno de coalición y del bloque progresista, del que poco a poco comienza a desmarcarse el PNV, aunque sin movimientos de calado al dar luz verde a la propuesta que supondrá un hachazo al ahorro, aunque se quedan fuera la banca, las energéticas y las socimis.

Patricia Blanquer protagonizó el momento más bochornoso. Juntó sus manos para pedir a Bildu y ERC dar su visto bueno a la reforma fiscal, una exigencia de Bruselas y un paso de obligado cumplimiento antes de sacar adelante los Presupuestos, en vía muerta tras conocerse la responsabilidad de Teresa Ribera, Pedro Sánchez, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles en la gestión de la emergencia de la riada de Valencia tras la peor DANA del siglo.

EL PSOE SE OLVIDA DE PEDIR EL VOTO A PODEMOS

La imagen de la diputada valenciana, que se mantuvo en su asiento en el Congreso de los Diputados un día después de la peor DANA del siglo que dejó 219 muertos para votar de urgencia el cambio en el procedimiento para la elección de los miembros del Consejo de RTVE, muestra la desesperación del PSOE para sacar adelante las medidas, incluso retorciendo el reglamento de la Cámara Baja para realizar un receso de cuatro horas sin consenso y de forma unilateral.

Además de votar el cambio de mayorías de cara a la votación del Consejo de RTVE, Blanquer ‘se olvidó’ de implorar a Podemos, el partido más beneficiado en caso de un nuevo adelanto electoral, que algunas lenguas avanzan para 2025 a más tardar, aunque la intención del Ejecutivo es mantenerse en La Moncloa hasta 2027.

Ione Belarra e Irene Montero (Podemos) siguen haciendo la guerra al PSOE por Israel.
Ione Belarra e Irene Montero (Podemos) siguen haciendo la guerra al PSOE por Israel.

Blanquer obtuvo el sí de BNG, ERC y Bildu para aprobar una propuesta que nada tenía que ver con la presentada por María Jesús Montero, ministra de Hacienda, una semana antes. Desparecía el impuesto a la banca, a las socimis y a las empresas de energía, una medida que contrasta con el pacto alcanzado por el PSOE y Sumar para aguantar una legislatura más en el poder.

Los ‘fucsias’ darán su visto bueno y tendrán que explicar a sus bases el nuevo cambio de opinión, pero Blanquer no ha tenido en cuenta en esta ecuación a Podemos, cuyos votos son decisivos en esta votación. Los ‘morados’ son los mejor posicionados y beneficiados en caso de una ruptura del denominado bloque progresista y adelanto electoral.

De hecho, los de Pablo Iglesias e Irene Montero se han cargado políticamente al único obstáculo para tratar de estar listos en el asalto al Congreso de los Diputados. Los dirigentes de la formación morada tienen claro que será Irene Montero quien se encargue de encabezar las listas, donde repetiría Ione Belarra y hay tiempo para la sorpresa sobre si Pablo Iglesias volvería a la arena política tras tomarse un descanso, abrir un bar y dirigir un medio que ha llegado a dar exclusivas, como conocer antes que los militantes el resultado del referéndum sobre si debían apoyar al Gobierno de Pedro Sánchez en la investidura.

Podemos es, junto a Vox, la formación que más crece en la última encuesta del CIS de José Félix Tezanos, mientras Yolanda Díaz cae en desgracia ante sus propios votantes. La disputa por este espacio augura una guerra en la izquierda sin precedentes, donde IU busca aún su sitio y una vez apartado Errejón, único obstáculo para la unidad, IU y Podemos podrían negociar de nuevo dejando a Sumar aún más tocado. Esta caída de los ‘fucsias’ pondría en un serio aprietro a los socialistas, que necesitarán repescar esos votos durante la campaña electoral, pero Podemos no va a vender tan barato sus votos como hizo en 2019.