La demanda por abuso sexual contra Iñigo Errejón presentada por la actriz Elisa Mouliáa ha supuesto todo un terremoto político en la izquierda a la izquierda del PSOE. La caída es desgracia del fundador de Más País coincide de forma llamativa con un cierto resurgir de Unidas Podemos y de la pareja Irene Montero-Pablo Iglesias. Una vuelta a escena que, inevitablemente, supone un problema para SUMAR.
Las terminales mediáticas afines al partido morado han tenido mucho que ver con todo lo que todavía está pasando. El final de Errejón no se entiende sin las publicaciones de la periodista Cristina Fallarás. La escritora, muy afín al sanedrín de Unidas Podemos, creó una cuenta de Instagram hace tiempo para que mujeres, sin dar su nombre, relatasen casos de abuso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres. Uno de esos testimonios era el de la actriz que acabó demandando a Errejón.
Ahora, Fallarás reúne en un libro un montón de relatos de su cuenta de Instagram. La misma que vivió un overbooking de mensajes el 24 de octubre, el mismo día que Iñigo Errejón anunciaba que dejaba la política asegurando que había llegado “al límite entre persona y personaje”.
DENUNCIAS EN INSTAGRAM
Más allá de las batallas políticas, el método Fallarás ha cundido en las redes se han creado varias cuentas en Instagram que, de forma anónima, relatan presuntos casos de abuso o agresión sexual. Hay páginas por grupos profesionales y otras por territorios. Así Abusos Rock se centra en víctimas en el torno de la música metalera o Se Tenía Que Decir en el mundo de la publicidad.
Una serie de relatos de vivencias en las que hay anonimato tanto para la presunta víctima como para el presunto victimario. Historias sin protagonistas oficiales que no tienen trascendencia penal.
Sin embargo, hay algunos casos en los que sí se está señalando a nombres propios. Es el caso de Juan Codina, actor y profesor de interpretación. Un testimonio en la cuenta Testimonios Artes Escénica le costó el puesto como docente de Arte Dramático. Lo cierto es que en este caso también la denunciante usó su nombre. Se trata de Miranda Yorch que en su propia cuenta habló de la situación que vivió con Codina.
ERREJÓN Y EL ME TOO A LA ESPAÑOLA
A su vez, otra cuenta llamada Me Too Spain recopila gran parte de estos testimonios. Desde que en 2015 surgiera el famoso movimiento #MeToo que acabó con el productor Harvey Weinstein, muchos medios se preguntaron si algún acabaría pasando lo mismo en España.
Lo cierto es que si uno repasa los libros biográficos de algunas actrices española es habitual que en muchas de ellas se repasen caso que rozan es tipo de situaciones. Sin embargo, nunca se ha dado el nombre de un productor poderoso que siga esas prácticas y formas de actuar equivalentes a las de un Harvey Weinstein. Lo más parecido fue el cineasta Carlos Vermut, un director de cine independiente con una serie de testimonios anónimos.
Si bien el caso de Iñigo Errejón se ha convertido en un tema paradigmático para estos asuntos, el expolítico ha negado la mayor en un escrito para pedir que se reabra el caso. Errejón ha hablado directamente de “denuncia falsa”. El mismo hace años en Twitter aseguró que las “denuncias falsas” eran un invento de la derecha política.
Ahora, su caso puede ser el que suponga un cambio de paradigma social en función del resultado en la sentencia. Fuentes cercas a la defensa del exdiputado aseguran a MONCLA que Errejón va a seguir “con su política de silencio”.
Mientras, Irene Montero, enemiga íntima de Errejón, promociona el libro de Cristina Fallarás y sigue de gira con sus memorias. Un relato en el que no deja especialmente bien al que en su día fue su amigo.