La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha llevado a cabo un estudio exhaustivo que revela la verdad detrás de estos productos envasados, desafiando la percepción de calidad que el consumidor tiene al momento de comprar carne. La cuestión no es trivial, dado que la carne es un alimento básico en la dieta de muchas personas y su calidad puede impactar directamente en la salud.
La OCU ha observado que, pese a que la normativa actual diferencia entre carne fresca, preparada y productos cárnicos, la mayoría de los productos etiquetados como ‘extratiernos’ realmente caen en la categoría de preparados de carne. Esto implica que a la carne fresca se le han añadido ingredientes, condimentos y en muchos casos, agua y aditivos químicos. En este sentido la OCU exhorta que este método sea informado en el etiquetado.
1LA REALIDAD DEL ETIQUETADO QUE LA OCU QUIERE QUE SEPAS
En un análisis específico, la OCU ha revisado una amplia gama de productos cárnicos envasados y ha corroborado que casi todos los alimentos clasificados como ‘extratiernos’ poseen agua añadida y otros componentes. Aunque la normativa vigente establece que los productos deben ser etiquetados correctamente, indicando los ingredientes y su categoría- el problema radica en la presentación de esta información.
Generalmente, la lista de ingredientes se encuentra en la parte trasera del envase, en una letra tan pequeña que es fácil pasarla por alto. Esto dificulta que el consumidor promedio tome decisiones informadas basadas en la calidad real del producto que están comprando. La OCU ha señalado que no solo la carne etiquetada como ‘extratierna’ presenta un problema, sino también otras variedades como la carne adobada o marinada, que poseen un alto contenido de agua.