lunes, 18 noviembre 2024

Contra toda expectativa, la EFSA certifica la sacarina como apta para el consumo humano

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha emitido un dictamen científico que ha cambiado las percepciones sobre la sacarina, un edulcorante artificial cuyo uso se remonta a más de un siglo. En un anuncio sorprendente, la EFSA ha establecido que la sacarina es segura para el consumo humano, elevando la ingesta diaria admisible (IDA) de 5 a 9 mg por kg de peso corporal al día.

Este desarrollo es especialmente relevante, dado la controversia que ha rodeado a la sacarina a lo largo de los años, principalmente debido a estudios previos que la asociaban con el riesgo de cáncer. Sin embargo, la EFSA ha revisado meticulosamente la evidencia disponible y ha llegado a la conclusión de que esos resultados eran específicos de esa especie, y no son aplicables a los seres humanos.

EFSA REALIZÓ UN ANÁLISIS PROFUNDO DE LA SACARINA

EFSA realizó un  análisis profundo de la Sacarina

La sacarina ha sido utilizada como edulcorante por más de un siglo, disfrutando de mayor popularidad en las décadas de 1960 y 1970 como un sustituto del azúcar. Las sales de sacarina, que son más solubles en agua, facilitan su incorporación a una variedad de alimentos y bebidas, permitiendo a los fabricantes ofrecer opciones más dulces sin calorías adicionales.

En la revisión de la EFSA, se ha concluido que la sacarina no presenta riesgo de daño al ADN y que su consumo no está asociado a un aumento del riesgo de cáncer en seres humanos. De hecho, la exposición promedio de los consumidores a la sacarina está por debajo de la reciente IDA determinada, lo cual implica que su uso actual no representa ningún peligro para la salud pública.

LA REEVALUACIÓN DE ADITIVOS ALIMENTARIOS

La reevaluación de aditivos alimentarios

La reevaluación de la sacarina forma parte de un esfuerzo más amplio por parte de la EFSA para revisar y validar la seguridad de todos los aditivos alimentarios que fueron autorizados antes del 20 de enero de 2009, conforme a las normativas de la Unión Europea. Este proceso se lleva a cabo con la intención de brindar confianza tanto a los consumidores como a las industrias alimentarias sobre los productos que se ofrecen en el mercado.

Por lo tanto, al considerar el futuro de la sacarina, es posible que los consumidores se sientan más cómodos al elegir productos que contengan este edulcorante. La dicotomía entre el uso de azúcares y edulcorantes artificiales siempre ha sido un tema de debate, pero los datos recientes proporcionan un alivio a quienes eligen alternativas a los azúcares tradicionales.

Los recientes hallazgos de la EFSA sobre la sacarina son un paso significativo en el ámbito de la seguridad alimentaria. A medida que la ciencia avanza, es fundamental reexaminar y adaptar nuestras comprensiones y recomendaciones sobre los aditivos que utilizamos. Con una IDA revisada y confirmaciones científicas que sostienen la seguridad de la sacarina, los consumidores pueden tomar decisiones más informadas.