La Real Sociedad ha tenido que cambiar sus planes iniciales, obligada por la UEFA, de no poner entradas a disposición de la afición del Ajax de Ámsterdam para el encuentro de Europa League que se celebrará en Donostia el próximo 28 de noviembre, tal como estipula la normativa de la competición. El motivo era señalar que los aficionados del equipo de Ámsterdam en su totalidad eran violentos y no podía mantener la seguridad durante el futuro encuentro.
Cabe recordar el máximo organismo europeo de fútbol obliga a los equipos locales a ceder como mínimo un 5% sobre el aforo del estadio a la afición rival. Además, ese precio tiene un máximo marcado de 40 euros por localidad.
VIOLENCIA CON POCO CASTIGO
El caso es que estos últimos años ha habido varios incidentes graves en las ciudades de Bilbao y San Sebastián con escaso recorrido judicial y mediático, al contrario que otros puntos de la geografía española. Fuentes de la Policía Nacional señalan que la escasez de intervenciones posteriores a los altercados se deben supuestamente en parte a presiones políticas.
Entre los altercados caben destacar fuertes disturbios en los alrededores de San Mamés en Bilbao frente al Atlético de Madrid en las semifinales de Copa del Rey del año pasado, con varias agresiones a seguidores madrileños. Los duros enfrentamientos entre radicales bilbaínos también en San Mames contra seguidores del Spartak de Moscú que acabó con la muerte del ertzaina Inocencio Alonso, en un partido de la Europa League de 2018. Partidos contra el Olimpique de Marsella y el Anderlecht FC también fueron partidos problemáticos que el Gobierno vasco no supo controlar.
Por su parte, la ciudad de San Sebastián tampoco se queda atrás. Una eliminatoria de Copa del Rey en el año 2022 frente, otra vez, el Atlético de Madrid acabó con el apedreo del autobús de los jugadores rojiblancos por una multitud de personas cuando estos llegaban al campo. Las imágenes dieron la vuelta por los medios de comunicación pero ante la extrañeza de todos la investigación se cerró sin ningún detenido por este incidente.
Enfrentamientos contra seguidores del Benfica, Roma y los creados por radicales belgas del Anderlecht redondean los problemas de seguridad en escenarios deportivos de las dos grandes ciudades del País Vasco. Problemas que de momento en la mayoría de las ocasiones, y que según comentan aficionados rivales que han viajado a San Sebastián, suelen acabar en cargas brutales contra ellos por parte de la ertzaina. Poco recorrido en prensa y a nivel político bastante tapado hasta el momento.
PROTESTA DE FASFE Y SUS ALLEGADOS
Ante la inicial negativa del club donostiarra a vender entradas para la afición visitante, varias organizaciones para la defensa de los aficionados al fútbol de los Países Bajos y resto de Europa, junto a la española Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE) se pusieron manos a la obra para denunciar e intentar recurrir la situación. Estos mismos colectivos señalaron al respecto que hubiese sido un hecho sin precedentes en décadas que aficionados del club rival no pudieran desplazarse por Europa y no estar presente dentro del Reale Arena.
En este sentido, FASFE presentó una serie de reclamaciones una vez conocido los hechos esta ante las autoridades de consumo del Gobierno vasco y el Consejo Superior de Deportes. Por otra parte, también se pusieron en contacto con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que esta hiciera valer sus propias competencias.
Mientras que, Football Supporters Europe (FSE), entidad a la que pertenece FASFE, instó a la UEFA –ante la que tiene un status de interlocutor en representación de la afición europea– para que haga valer su propia normativa que, recordemos, obliga a los clubes anfitriones, como ya hemos citado, a poner el 5% del aforo de su estadio a disposición de la afición visitante, bajo riesgo de sanción económica, en un principio, de no hacerlo así. El equipo donostiarra en un principió aceptó esa sanción.
Todas estas gestiones dieron su fruto y al final el club ‘txuri-urdin’ cambión de actitud y parece ser que el próximo 28 de noviembre, fecha del encuentro, ambas aficiones podrán vivir la fiesta del fútbol europeo en el Reale Arena (Anoeta). Tras esta nueva situación estas entidades de defensa del aficionado al fútbol agradecieron el cambio de actitud de los donostiarras y se han felicitado ante lo que habría supuesto un peligroso precedente para la fiesta que supone un partido de fútbol de competición europea.
FASFE también quiso destacar que los dirigentes del Ajax de Ámsterdam trabajaron desde el principio en colaboración con los colectivos de su afición para que esta estuviera presente en San Sebastián. Esta misma entidad también lanzó un dardo al fútbol español, especialmente a los clubes, y remarcó que «esto es algo muy poco común entre los clubes de nuestro país que rara vez se alinean con sus aficiones ante casos como este, que lamentablemente son muy frecuentes«. Ahora la pelota estará en el Gobierno Vasco, conformado por el PNV y PSE, que deberá garantizar la seguridad del evento, cosa que otras veces no fue capaz de hacer.
