Galicia, tierra de mar y tradición, es famosa por sus puertos pesqueros, cada uno con su propio encanto y legado cultural. Entre ellos destaca el pintoresco pueblo de Combarro, que conserva una tradición centenaria que sigue viva en el corazón de sus habitantes. Ubicado en las costas de la Ría de Pontevedra, este rincón gallego no solo deslumbra por su belleza, sino también por su apego a las raíces que le han dado vida durante generaciones.
1Lo que inició como un almacén de grano se convirtió en un símbolo de tradición de Galicia
El encanto de Combarro radica en sus hórreos, construcciones tradicionales de piedra o madera que se alzan junto a la costa. Estos hórreos, que originalmente servían para almacenar grano y protegerlo de la humedad y los animales, se han convertido en el símbolo de una tradición que representa la unión del pueblo con su tierra y su mar. Hoy en día, estos antiguos almacenes son un testimonio vivo del modo de vida gallego y una atracción que atrae a visitantes de todas partes.
En Galicia, los hórreos no solo son construcciones funcionales; son una manifestación cultural que refleja el vínculo del pueblo con la agricultura y la pesca. En Combarro, esta tradición ha perdurado a lo largo de los años, y las generaciones actuales la preservan con orgullo. Caminar por sus calles empedradas es una experiencia única, donde cada rincón evoca la historia y el amor por las costumbres ancestrales que definen a esta comunidad.