El Partido Popular ha decidido bloquear el nombramiento de Teresa Ribera como comisaria europea, una decisión que ha generado controversia y que pone en peligro la representación española en la Comisión Europea. Esta maniobra política, justificada por el PP en la gestión de Ribera durante la DANA, ha sido calificada por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) como un «curioso patriotismo».
El Partido Popular ha centrado sus críticas en la gestión de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) por parte de Teresa Ribera, entonces ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Consideran su actuación «lamentable» y la utilizan como principal argumento para justificar su bloqueo al nombramiento.
El PP argumenta que la gestión de la DANA demuestra una falta de preparación y de capacidad de respuesta ante situaciones de crisis, cuestionando así su idoneidad para representar los intereses de España en Europa. Sin embargo, esta línea argumental ha sido criticada por diversos sectores que la consideran una excusa política para debilitar al gobierno y obstaculizar la presencia española en las instituciones europeas.
Un «curioso patriotismo»
Desde Esquerra Republicana de Catalunya, la decisión del PP ha sido recibida con perplejidad. Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, ha calificado la postura del PP como un «curioso patriotismo». Bloquear el nombramiento de una española con la posibilidad de acceder a un puesto de alta responsabilidad en la Comisión Europea, según Rufián, responde más a intereses partidistas que a una genuina defensa de los intereses nacionales. ERC considera que la decisión del PP perjudica la imagen de España en el exterior y demuestra una falta de visión estratégica en política internacional.
El proceso de nombramiento de Ribera como vicepresidenta y comisaria europea se ha visto truncado por la oposición del Partido Popular. Tras el examen ante el Parlamento Europeo, el veredicto definitivo ha sido aplazado con el objetivo de forzar una decisión en bloque para todos los candidatos propuestos. Este aplazamiento mantiene la incertidumbre sobre el futuro de Ribera en la Comisión Europea y añade un nuevo capítulo a la tensa relación entre el gobierno español y la oposición. La decisión del PP de votar en contra del nombramiento de Ribera, liderada por Alberto Núñez Feijóo, ha intensificado el debate político y ha generado una fuerte polarización en la opinión pública.
La posibilidad de que España pierda una vicepresidencia en la Comisión Europea podría debilitar la influencia española en las decisiones comunitarias y afectar a la capacidad de España para defender sus intereses en el ámbito europeo. La falta de consenso político en un asunto de tanta trascendencia para el país genera incertidumbre y demuestra la necesidad de un diálogo constructivo entre las diferentes fuerzas políticas. La ausencia de una representante española en la vicepresidencia de la Comisión Europea supondría una pérdida de peso político y dificultaría la defensa de los intereses nacionales en áreas clave como la transición ecológica, la política energética o la gestión de fondos europeos.