La situación del rey emérito y su marcha de España ha provocado un tsunami no sólo en la opinión pública sino en el Gobierno, debido a las desavenencias entre PSOE y su socio Unidas Podemos. La formación morada no oculta su republicanismo y su deseo de ir minando a la Monarquía. Mientras, los socialistas acuerdan al margen de los de Pablo Iglesias una salida y un cortafuegos idóneo. La sensación es que Juan Carlos I ha dado un balón de oxígeno la Monarquía y a la vez ha agravado las desavenencias en el Gobierno.
El Rey habría consensuado la decisión final con el Gobierno y con su propio padre, de forma que la medida se presentara como una iniciativa de este último y no como una imposición. Haya sido o no una decisión propia de Juan Carlos I o de su hijo Felipe VI, lo cierto es que se interpreta como un balón de oxígeno para la Corona.
La reacción de Unidas Podemos, a pesar de ser socios de gobierno, no pudo ser más contundente y beligerante respecto a la Corona. La posición manifestada hasta ahora por la formación morada es que «no existe motivo alguno para continuar cargando con una monarquía carente de los mínimos valores éticos en un país que lleva soportando sucesivas crisis económicas y sociales que han repercutido muy negativamente en las condiciones de vida de la mayoría social».
El rey emérito se irá pero no sabemos dónde
Al menos no ha trascendido, y de conocerse ya el destino final de Juan Carlos I, serán muy pocos los que estén al tanto. El rey emérito comunicó la tarde de este lunes pasado, a través de un comunicado oficial, su «meditada decisión» de trasladarse al extranjero ante la «repercusión pública» de las noticias sobre sus cuentas en paraísos fiscales y «para contribuir» a que el jefe del Estado pueda desarrollar su función.
Ahora falta saber dónde residirá el padre de Felipe VI. Pero lo que sí es seguro y ha trascendido es que ya abandonó el Palacio de la Zarzuela. Desde ese momento las especulaciones y versiones sobre dónde había ido se sucedieron, dependiendo de la fuente. Unos señalaron que había estado, como era habitual en otros veranos, en Sanxenxo con su grupo de regatas, para luego trasladarse a Estoril, posible residencia permanente en su nueva vida fuera de España. Otros apuntaban a que había volado a República Dominicana. Se encontraría en el lujoso complejo que poseen los Fanjul, magnates del azúcar y amigos íntimos de don Juan Carlos. Es probable, no obstante, que simplemente sea un destino vacacional sin más.
También ha tomado fuerza la hipótesis de que vaya a vivir en la ciudad suiza de Ginebra, o incluso en Abu Dabi o Dubai. Recordemos que también le unen lazos casi de hermandad con la familia real de los Emiratos Árabes, con lo que tendría un retiro de lo más tranquilo y lujoso en esas tierras.
Juan Carlos I acrecienta las diferencias en el Gobierno
Mientras, en el plano político y del Gobierno, la marcha del rey emérito ha vuelto a reactivar y agravar las desavenencias entre los socios de la coalición. Pedro Sánchez intenta minimizar las consecuencias de los hechos y apoyar a Felipe VI y la fortaleza de la Monarquía. En cambio, Pablo Iglesias está aprovechando para dinamitar a la Corona y crear una clima desfavorable de la opinión pública hacia la institución.
Unidas Podemos no ha ocultado su malestar por no contar con ellos a la hora de tratar la crisis en torno a Juan Carlos I. Sin embargo, su clara actitud beligerante hacia la Corona parecía incompatible con que el PSOE informara e hiciera partícipe en todo momento a sus socios de gobierno de las decisiones que se iban tomando.
De hecho, el partido de Pablo Iglesias prepara toda su maquinaria organizativa, parlamentaria y comunicativa para central el debate sobre «la utilidad de la Monarquía». Aprovechando la debilidad de la situación y el creciente acorralamiento del ex monarca por sus supuestos escándalos financieros, pedirán incluso una comisión de investigación en el Congreso sobre las actividades del rey emérito.
El mismo vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos lo dejó claro en una entrevista televisiva. Indicaba que «hay un movimiento histórico, que además va a empujar la gente joven, que va a tener un horizonte de república y que además modernizará este país. Si unos días antes de la sesión de investidura el pasado mes de enero, Iglesias aseguraba que «la monarquía no está en crisis, y esto lo dice un republicano», ahora la situación ha dado un vuelco por completo, en opinión de los morados.