El temido barranco del Poyo es una zona inundable de alto riesgo. El Gobierno conocía desde hace 30 años este extremo, hasta el punto de proyectar una gran presa en Cheste para evitar riadas en 16 municipios, casi todos ellos devastados desde el pasado martes. Los planes del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero pasaban por levantar un gran dique de contención a través de la Confederación del Júcar, que debía haber realizado «actuaciones en los barrancos del Pozalet, la Saleta y el Poyo». Eran planes de julio de 2004, apenas cinco meses del regreso del PSOE a La Moncloa, pero nunca se llevó a cabo tal infraestructura.
Los planes se anunciaron a bombo y platillo, pero nunca llegaron a ejecutarse. Sobre el papel y ante la opinión pública, 16 pueblos iban a poder descansar tranquilos a pesar de las lluvias en la zona de Valencia, más cuando se anunciaron actuaciones en los barrancos de la Saleta, el Pozalet y la rambla del Poyo, cuyo desbordamiento tras acumular lodo, árboles, coches, camiones, piedras y todo tipo de material que ha encontrado desde Utiel ha terminado por arrasar toda la zona sur de Valencia y la Albufera. Era la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) la encargada del proyecto, la misma que evitó en la serranía de Cuenca las posibles riadas e inundaciones tras su actuación en 2018.
EL BARRANCO DEL POYO, DEVASTADOR CUANDO SE DESBORDA, PERO SIN ACTUACIÓN EN 30 AÑOS
El Gobierno de Pedro Sánchez y la Confederación Hidrográfica del Júcar conocen a la perfección los riesgos que entrañan los barrancos de comarca de l’Horta sud, la más castigada por las grandes inundaciones durante la gota fría. «Poblaciones enteras han visto año tras año como el agua del barranco del Poyo se ha desbordado llegando a anegar bajos, viviendas y causar serios desperfectos en vehículos e inmuebles», recogía la propia CHJ en sus notas de prensa de 2004.
La lista de municipios es prácticamente la misma que ahora. Alaquàs, Aldaya, Catarroja, Cheste, Xirivella, Godelleta, Massanassa, Paiporta, Picanya, Ribarroja, Torrent, Quart de Poblet, Loriguilla, Mislata y la ciudad de Valencia estaban entre las poblaciones «con mayor riesgo de inundación» y por tanto eran las principales beneficiadas de un plan que evitaría «riadas» devastadoras.
Y es que, una cosa es la DANA, que ha descargado con furia, y otra muy distinta las riadas y desbordamientos provocados a su paso. De hecho, en Paiporta prácticamente no llovió en comparación con otras zonas, pero ha sido devastada por la corriente del barranco del Poyo.
Este pasado mes de junio, el Ayuntamiento de Aldaya pidió a la Generalitat Valenciana el desbloqueo del proyecto de desvío definitivo del barranco de la Saleta por sus desbordamientos, especialmente en la cabecera, donde se incorporan los caudales del barranco del Pozalet. Así «son frecuentes los desbordamientos junto al eje del Distribuidor Comarcal Sur (CV-33) y zonas anexas».
El plan de Zapatero tenía en su primera actuación la creación de una presa en Cheste. En estos días de devastación, el alcalde del municipio afirma que los daños no son graves, pero continúan sin luz ni comunicaciones, hasta el punto de no poder viajar a Valencia. «Nuestro problema principal es que estamos aislados», denunció.
El Gobierno de Zapatero afirmó que solo era un anuncio, ya que debía plasmarse en un proyecto para regular los caudales de la cuenca alta de los barrancos del Poyo y del Pozalet. En este sentido, estaba prevista la construcción de dos diques, a razón de uno por barranco, para bajar el caudal de agua en caso de llegar a la máxima capacidad en el embalse.
LA PRESA DE CHESTE, 8.000 MILLONES DE LITROS QUE HUBIERAN EVITADO LA RIADA
La presa de Cheste no tenía un diseño enorme ni grande, pero suficiente para contener la caída de 8 millones de metros cúbicos, o lo que es lo mismo 8.000 millones de litros de agua, una cuarta parte de la presa de Forata, que ha resistido a la embestida del agua y obrado un milagro con la peor DANA del siglo.
Asimismo, ese plan tenía la pretensión de realizar una acometida del barranco del Poyo desde su cruce con el by-pass, el tramo que se ha desbordado. En este tramo, las inundaciones son habituales cuando las lluvias arrecian, sobre todo, en el polígono industrial El Oliveral, donde han quedado atrapados miles de trabajadores en la peor riada conocida en España desde que se tienen registros por su capacidad destructiva.
Esta devastación es mucho peor que la gran riada de 1957 también en Valencia y 1962 en la zona del Vallès Occidental -Terrassa, Sabadell, Badia y Ripollet (Barcelona)-, entre otras localidades tras las crecidas del río Besòs y Llobregat. Se contabilizaron 617 muertos oficiales, aunque las cifras de los propios vecinos llegan a elevar el número en 1.000 personas.
Para evitar las riadas, se diseñó un parque con laguna de laminación para aliviar by-pass del barranco del Poyo. 20 años después de ese anuncio, el Gobierno de Pedro Sánchez abrirá un by-pass bien distinto en la AP-7, anegada por el agua y los escombros de arboleda, que ha bajado desde la serranía hasta el mar.
Para esa gran vía, el Gobierno de Zapatero anunció un gran corredor verde para integrarlo en el paisaje y minimizar el impacto ambiental, pero ni una cosa ni otra. El corredor formado ahora es de barro, escombros y de un número indeterminado de desaparecidos, cuya cifra hiela la sangre: 1.900 personas faltan aún.
LA SALETA, EL TEMIDO BARRANCO DE ALDAYA
Para la Saleta, una de las principales preocupaciones de Aldaya, un municipio castigado e incomunicado por esta terrible y devastadora riada, se debía realizar otra acometida tras la gran riada del 2000. El plan era reconducir los caudales del barranco hacia el Turia, recogiendo así las aguas pluviales de los municipios.
la rambla del Poyo se encuentra bien definida y no hay riesgos potenciales de inundación
En el propio anuncio del Ejecutivo de Zapatero se advirtió del gran «riesgo de inundación» en la rambla del Poyo junto con el barranco Gallego, cuyo cauce va a dar a Torrent, Picanya y Paiporta. En el mismo estudio, se afirmó que «la rambla del Poyo se encuentra bien definida y no hay riesgos potenciales de inundación».
No deja de ser curioso que los planes de la comarca de l’Horta Sud, presidida en 2001 por Empar Navarro -entonces alcaldesa de Aldaya-, pactara con la CHJ, presidida por Juan Manuel Aragonés, y Pedro Marco, entonces director general de Obras Públicas, una solución «definitiva» a las inundaciones en la zona. No obstante, los trabajos para iniciar la presa de Cheste se habían cometido nueve años antes, en 1995, es decir, desde hace 30 años.