El colectivo de funcionarios Manos Limpias interpuso este 31 de octubre la primera denuncia conocida ante el juzgado de Valencia que por turno corresponda, contra la responsable de la Agencia Española de Meteorología, AEMET, María José Rallo del Olmo y contra el director de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, Javier Montero Hernández, «por unos presuntos delitos de homicidio imprudente, del artículo 142 del C.P.; por un presunto delito de imprudencia grave de lesiones del artículo 152.3 del C.P.) y un delito de daños por imprudencia del artículo 267 del C.P.», según el texto de la denuncia al que ha tenido acceso MONCLOA.
La denuncia hace una relación de hechos y explica que «la dana que impactó en la Comunidad Valenciana, los días 29 y 30 de octubre del presente año, ha ocasionado más de un centenar de muertos, un número indeterminado de desaparecidos y cuantiosos daños materiales» y además «expertos de todo el mundo alertaron a España de la tragedia que podía originar la Dana».
El tercero de los hechos que han originado la denuncia se centra en que «el radar de Valencia según la AEMET, estaba funcionando desde la mañana del día 28 de octubre. El agricultor Juanvi Pallester denunció el jueves 25 de octubre que los radares de la AEMET no funcionaban».
El cuarto de los hechos denunciados es que «la alerta roja de la AEMET se dio a las 08:00 del día 29 de octubre y la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias envió un primer aviso a las 20:10 a través del sistema ES-MEDIO ALERTS, mandando mensajes a los ciudadanos, que llegaron a solamente una parte de la población. En ese aviso de las 20:10 se pidió evitar desplazamiento en el que se pedía a la gente que se quedara en casa.
Y la sexta conclusión es que «esta acusación popular (Manos Limpias) ha esperado prudentemente a que el Ministerio Público procediera a la apertura de diligencias informativas, y dado el tiempo transcurrido ante su silencio, a esta acusación popular se han dirigido innumerables personas afectadas con objeto de que instáremos la correspondiente denuncia. Señalar también que la Confederación Hidrográfica del Júcar alertó a las 12:00 del día 30 de octubre que la situación del caudal de la rambla del Poyo en Riba-Roja era alarmante. Entendemos que es una alerta muy tardía que Su Señoría valorará».
La denuncia contra los dos responsables también hace alusión al delito de lesiones y de daños, recogiendo que “el que por imprudencia grave causare alguna de las lesiones previstas en los artículos anteriores será castigado, en atención al riesgo creado y el resultado producido: 1.o Con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a dieciocho meses, si se tratare de las lesiones del apartado 1 del artículo 147. Si las lesiones hubieran sido cometidas por imprudencia profesional, se impondrá además la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de seis meses a cuatro años”.
Los daños causados por imprudencia grave «en cuantía superior a 80.000 euros, serán castigados con la pena de multa de tres a nueve meses, atendiendo a la importancia de los mismos».
Por todo ello los denunciantes piden al juez que «admita la presente denuncia y se proceda a la apertura de las diligencias penales al respecto».
LA DANA HA PROVOCADO CIENTOS DE MUERTOS
Hay que recordar que el pasado miércoles una dana arrasó la provincia de Valencia, parte de Cuenca y de Albacete provocando más de 150 muertes confirmadas e incontables daños materiales en casas y vehículos, aunque todo apunta a que esa cifra podría quedarse muy corta una vez comiencen a levantar la maquinaria pesada en almacenes, naves y el lodo que se acumula en la localidad de Paiporta, considerada zona cero de la catástrofe.
Por el momento, el Gobierno ha reforzado a los militares de la UME con otros 500 soldados adicionales del Ejército de Tierra, mientras Mazón, presidente de la comunidad valenciana, esperaba ayuda por «tierra, mar y aire». La DANA ha dejado no solo un paisaje desolador y devastado, pero no únicamente por la lluvia, sino por el desbordamiento de varios barrancos, como el de Chiva y el de Poyo, asolando zonas donde apenas había llovido, como Paiporta.
No se dio ninguna alerta hasta que fue demasiado tarde. La AEMET no advirtió de estos desbordamientos, como tampoco Protección Civil hasta que el agua ya entraba en casas, garajes, sótanos y locales, entrando con todo lo que había en la sierra, con árboles, ramas y toneladas de lodo recogidas. Por eso ahora llega la denuncia de Manos Limpias.