Militares, guardias civiles, policías nacionales, mossos d’Esquadra y también la Unidad de Intervención Policial (UIP) y la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) esperan una orden para movilizarse. Todos ellos están preparados y dispuestos a ayudar a las miles de personas aisladas sin comida, ni luz ni agua en las zonas más afectadas por la peor DANA del siglo, que deja más de 150 muertos, una cifra que podría quedarse corta a tenor de la devastación de una riada tras desbordarse ríos y barrancos en las cuencas del Turia, Magre y Júcar.
Las dos unidades de élite en catástrofes de la Policía Nacional están completamente paradas por orden del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de la propia Dirección General de Policía, que han preferido desviar la atención en la UME y efectivos desplegados de Valencia para poder paliar los efectos de un panorama dantesco y horrible.
Pese a la inacción de Marlaska, agentes fuera de servicio, de vacaciones y permiso se están movilizando para ayudar de forma voluntaria a los equipos de rescate y unirse a las labores que sean necesarias, como limpieza, búsqueda de desaparecidos, desescombro u organización de ayuda alimentaria. «Estamos para lo que nos pidan, pero no nos movilizan», afirma un agente dispuesto a ir a Valencia durante este puente para ayudar en todo lo posible. «!– /wp:paragraph –>
AGENTES DE LA UIP SALDRÁN DE FORMA VOLUNTARIA A VALENCIA
«Agentes de los Mossos d’Esquadra ya están en la zona y nosotros no, es inaudito», lamentó tras enumerar algunas de las movilizaciones de emergencias, como en el accidente de Angrois, donde fallecieron 80 personas. «Estamos preparados para afrontar estas situaciones, pero lo importante ahora es ayudar en cualquier tarea, pero estar ahí y ayudar», afirmó. «En estas situaciones el pueblo no puede depender del pueblo», destacó. La lista de desaparecidos es muy larga, mientras el suministro de alimentos y agua no llega.
«Cómo es posible que haya periodistas informando sobre el terreno y la UME no haya llegado aún a esas zonas», se preguntaba a media tarde de este jueves un agente de la UIP. Los vecinos de Catarroja y Paiporta, alarmados también por los robos y saqueos, viven con desesperación la situación tras haber salvado sus vidas.
La UIP y la UPR son unidades formadas en todas las Comunidades Autónomas, siendo las más representativas las de Zaragoza, Galicia y Madrid. Todos los agentes de estos dos grupos de élite tienen marcadas sus funciones, especialmente en «situaciones de emergencia y catástrofes públicas», según apuntan desde Jupol, sindicato mayoritario de la Policía Nacional y que ha pedido a Marlaska también la movilización de estas unidades. «Están preparados para la actuación y auxilio», indica.
En este sentido, hace suyo el mensaje de los agentes dispuestos a desplegarse en Castilla-La Mancha, Cádiz y Valencia para incluirse dentro de los grupos de rescate, independientemente de la tarea asignada para paliar las consecuencias de una DANA devastadora.
El portavoz de JUPOL, Ibón Domínguez, ha recordado que las dos unidades tienen reconocidas las atribuciones para actuar. La UIP, desde 1989, mientras que la UPR lo tiene desde 2013, cuando fue considerada la función de «Reacción e intervención ante cualquier situación que requiera una actuación inmediata (…) En auxilio o defensa de los ciudadanos ante calamidades o catástrofes públicas».
Por este motivo, critican a Marlaska por no poner en marcha a dichas unidades, que cuentan con maquinaria, vehículos pesados y todocamino de grandes dimensiones para sortear los obstáculos en las calles abnegadas por barro, vehículos y medio bosque traído por el agua desde los montes cercanos a Valencia.
MARLASKA EVITA LA FOTO DE LA UIP EN VALENCIA
Asimismo, los propios agentes temen que el ministro de Interior no quiere héroes entre los agentes de la Policía Nacional ante la «derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana». Y es que, consideran que el propio Marlaska pudiera estar intentando mantener un perfil bajo con estas unidades, que verían su imagen revalorizada al ayudar a los valencianos en los momentos más difíciles de su historia. Cabe señalar que la UIP está considerada como la unidad antidisturbios, pero también para la protección de vecinos en situaciones extremas.
Desde el sindicato recuerdan por ejemplo la participación de las UIP y las UPR en sucesos como el 11-M en Madrid, el accidente en el metro de Valencia en 2006, el terremoto de Lorca en 2011, el accidente de Spanair en Madrid en 2008, el accidente ferroviario de Santiago de Compostela en 2013 o la catástrofe del Prestige en Galicia en el año 2002.
«Si algo tiene nuestra profesión es la enorme vocación que procesamos de servicio público, vocación que en estos casos aumenta exponencialmente», y añaden que «son muchas las labores que podemos ofrecer, batidas, protección para evitar saqueos, colaborar en la asistencia a personas con movilidad reducida, y un sinfín de funciones que ayudarían a acelerar los trabajos en los primeros días posteriores a la catástrofe o incluso facilitar el descanso de aquellos compañeros que llevan trabajando sin apenas descanso desde la fatídica tarde-noche del pasado día 29», destaca.